Capitulo 7: Una nueva forma de vivir

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(...)

Llegamos al palacio en unos minutos. Los cuales para mi fueron horas.

- Sakura, vas a tu habitación, y tú- dijo señalando a Fuya con la mirada- vas a tu anterior habitación.

- Si Sasuke-sama - hablo despreocupada y con una gran sonrisa en su rostro.

- Sasuke, antes de que te vayas, ¿Podemos hablar sobre la conversación que tuvimos antes de partir hacia la casa de Fuya? - Interrogué mirándolo a los ojos el mismo tiempo que me quitaba la capucha.

- Veremos eso mañana. Vamos adentro, estás débil. Llamaré a un doctor, una vez que llegué y te revisé podrás irte a dormir. Creo haber sido claro, voy a cambiarme y dentro de diez minutos estaré en habitación.

- Esta bien. - acepté melancólica.

Después de eso Sasuke se fue por su lado. Dirigí mi vista hacia la pequeña, quien estaba algo confundida. Le sonreí y le quité la capa una vez estuviéramos dentro de la gran mansión. Me agradeció y se marchó contenta; no sabía la razón, pero no me quería involucrar demasiado en sus asuntos, soy ajena a ellos. Una vez entregué las cosas a una sirvienta, me encaminé a mi cuarto de estadía.

(...)

Estaba en la cama sentada y arropada por las suaves mantas, no había dicho ni hecho algo interesante, solo entré, me vestí y me acosté sin decir ni pensar nada en todo el proceso. Solo miraba las cobijas que estaban encima de mis piernas, estaban cruzadas y mis manos encima, se movían entre sí como símbolo de mi ansiedad que experimentaba, no sentía nada, estaba totalmente sucumbida en mi mente. O fue así hasta que se abrió la puerta.

- Buenas noches Lady Sakura - saludó un muchacho joven. Por la forma en la que saludó era bastante introvertido, respetuoso y profesional. Llevaba una bata, gafas azules oscuro, ojos negros y cabello castaño. A cualquier chica le hubiera gustado, pero en ese momento mi cabeza no estaba conectada con mi cuerpo, ni con mi corazón. No sonreí, solo asentí, conduje mi mirada nuevamente en mis manos.

- ¿Puedo hacerle un chequeo? Mi señor me comentó que no ha estado bien -

Elevé mi mirada, pero no mi cabeza como lo hice antes, no tenía emoción en mi cara ni en mis ojos. Me di cuenta que Sasuke entró en la habitación y se paró detrás del señor. No dije nada, sabía que, aunque no quisiera tenía que obedecer, puede que sean palabras bonitas, pero solo son órdenes y sufrimiento del joven decoradas con un semblante falso de respeto e interés. Lo había reconocido de inmediato, era uno de los médicos de la Aldea de la Nube, la razón por la que era tan famoso no era por su experiencia sino por los múltiples rumores sobre él. La mayoría eran negativos, se decía que era un hipócrita y más, nunca preste atención, pero si caí en cuenta la veracidad tan grande de estos, varios compañeros trabaron con él, e inclusive Ino, solo aprobaron los rumores. Rápidamente llegué a la conclusión de que él solo fingía. Solamente me acomodé en la punta de la cama más cercana a ellos, me senté y puse mis manos entre mis piernas.

Sasuke asintió dándole permiso al médico de revisarme, él se acercó y colocó un maletín en la mesa de noche, me miró y se acomodó para revisarme.

- ¿Ha sentido dolor de cabeza últimamente? - solo asentí sin emoción

- ¿Cuándo fue la última vez que comió? - titubeé, pero al final cerré los ojos y suspiré

- Al rededor del medio día- mencioné con tristeza y mirando hacia abajo.

- ¿Ha sentido mareos en estos cinco días? - no sabía que responder, pero Sasuke intervino

Sasusaku: Un amor después de guerra. (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora