Hogar: parte 1

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Tres semanas después. Boston.

La academia era hermosa por fuera; una antigua estructura lejos de la ciudad con un gran patio lleno de grandes árboles, el terreno se marcaba con una reja negra y en el portón había una placa de metal "Bachoff- Academia de música fundada en 1927" decía y al lado un timbre.

Anton caminaba con la ganadora del concurso en Shanghái por los pasillos de la academia junto a su madre que abrazaba a su hija.

-Sé que es un largo viaje desde China, pero estamos emocionados de tener a Zhang Li estudiando con nosotros.

-Nosotras también señor Anton. Es todo lo que soñé para ella.

-Le daremos el mejor cuidado, como si fuera nuestra propia hija- se detuvieron en la escalera y Anton puso una mano en el hombro de la niña. –Ahora Zhang Li ¿estás lista para conocer la capilla?

-Sí.

-Los demás estudiantes con los que estarás jamás verán esto.-

Bajaron a la capilla. Adentro estaba Paloma esperando, subida en el limitado palco donde tocan lo chelistas especiales. La capilla era un lugar pequeño, con algunos asientos y decorada elegantemente para recibir invitados especiales que querían ver a las pequeñas estrellas de Bachoff.

-Convertida en una capilla hace 100 años. Basada en el Musikverein en Viena.- Hizo un gesto con la mano, invitando a que subiera. - Zhang Li, ven aquí. Sube.- Ella dudo pero termino subiendo. –Párate aquí... y quiero que cantes una nota. La sostenido, ¿Sí?

Se bajo del palco dejando a Zhang Li sola en el. Cuando le dio la afirmación ella canto. Paloma sonrió con gusto, lo disfruto por un momento y volvió a hablar.

-¿No suena increíble?- la madre de la niña estaba llorando. –Me parece que la sala con la mejor acústica en la que he estado...

-Es hermosa.

-...y muy pocos son invitados aquí.- Se paseaba por todo el lugar mientras hablaba –Toma años y años de intensa practica... y lo mejor, solo lo mejor, Harry, por ejemplo y Louis Tomlinson antes de ella...- se detuvo al mencionar su nombre –Solo si eres tan excepcional como ellos, y creo que lo eres, entonces podría presentarte aquí. Y después, seguramente... alcanzaras la excelencia.- Anton miraba mucho a Zhang Li.

Zhang Li se despidió de su madre quien volvía a Shanghái.

Anton puso las manos sobre los hombros de la niña.

Era de madrugada y el timbre sonó más de tres veces. Paloma bajaba las escaleras mientras decía que ya iba. Apretó el intercomunicador, pregunto quién era pero nadie contesto, el timbre sonó otra vez y otra vez hasta que tuvo que salir.

-¿Quién es?- gritaba molesta -¿Hola?

Se iba acercando al portón y me vio, pero no me reconoció. Yo estaba mirando la nieve en mis pies, con los ojos rojos y apenas un abrigo que me abrigaba del frio, sujetando mi antebrazo y en lugar de mi mano solo había una venda blanca.

- ¿Dónde has estado? Te estuvimos buscando.- No tenía fuerzas para hablar y luego vio mi mano... o lo que no había ahí.

-Harry... ¿Qué te paso en la mano?- levante la vista del suelo y volví a llorar. -¿¡Qué es lo que te pasó en la mano!?- me grito.

No dije nada y fuimos adentro, nos sentamos en el sofá y Anton me dio una frazada.

-Me encontraron al lado de la montaña- sollozaba -...totalmente drogado. Cubierto de sangre. Con solo un torniquete casero manteniéndome con vida. La policía trato de ayudarme pero...- me quede sin habla por unos segundos debido al nudo que tenía en la garganta -...yo fui el que tomo las pastillas, fui yo... el que se corto la mano.-

Paloma y Anton se veían aturdidos.

-Cuando me desperté en el hospital, y una vez que las drogas salieron de mi cuerpo y pude pensar con claridad otra vez... Louis ya había salido del país.

-Es que aún no logro entender ¿Por qué él haría algo así?- dijo Paloma.

-Porque... ¡es un envidioso de mierda!- explote -Yo tenía las música, la fama, a ustedes. No pudo soportar que yo lo remplacé.- hice una pausa para tragar saliva. –Me siguió hasta China, me hiso su amigo. ¡Hasta se acostó conmigo! Todo porque yo tenía la vida que él quería tener.

-Dios mío...

-Y ahora se acabo... toda mi vida acabo. Me arruino toda la vida ¡todo me arruino!- levante mi muñón.

Estaba sentado en la punta de la cama, no dormí en toda la noche. Miraba un punto fijo y las imágenes de aquel día en la montaña. Observe mi brazo sin mano y vi como toda mi vida, desde que tenía memoria, se hacía pedazos junto a mi futuro. No podía tocar más. Mi vida giraba en torno al chelo ¿Qué iba a ser ahora?

Me puse un abrigo mas, pase una bufanda por mi cuello y la otra parte la puse en mi brazo, sosteniéndolo. Ate mi pelo en un rodete y baje las escaleras. Pase por una sala donde estaban en clase, niños y niñas con un futuro prometedor. Me observando. Theis y Geoffrey daban la clase, corregían y elogiaban. Paloma también estaba allí supervisando.

-Toca aunque duela- dijo Theis.

Paloma se detuvo a lado de Zhang Li, le dijo que iba muy bien. Ella me miro y yo le sonreí, ella esquivo la mirada. Baje la cabeza y me fui de la sala pero me detuvo.

-Harry, cuando termine la clase ¿tendrás un minuto para hablar? Le dije que sí.

La practica término. Estaba sentado en una silla frente a Paloma y Anton. Las lágrimas se juntaron en mis ojos y mi pecho se apretó. Me habían dado la peor noticia de mi vida y ambos parecían convencidos de hacerlo.

-¿Me están echando? No tengo donde ir.- lloriqueé

-Te encontramos un lugar.- empezó Anton –Cerca del museo, junto a la estación Central Avenue T.

-Y pagaremos.- dijo Paloma –Pagaremos todo. Tu rehabilitación también.

-Pero aun puedo ser útil Paloma. Puedo enseñar.- no me 'podía estar pasando esto.

-La música es mi vida.- agregue.

-Sabes cómo es aquí Harry. Como trabajamos. Tenemos a Theis y a Geoffrey y no necesitamos más profesores...

-Pero puedo dirigir, componer. Lavare los baños mierda, ¡pero no me eches!- suspire. -Por favor Paloma, si tú me aceptas el mundo de la música lo hará ¿Entiendes eso cierto? Tienes ese poder. Tienes la reputación. Tu palabra vale mucho, pero si me echas...- ella miraba la ventana mientras parecía pensar con la cabeza gacha

-Por favor,...- suplique -Por favor.

Levanto la cabeza pero no me miro. Suplique otra vez hasta que Anton alzo la voz.

-Harry, es una Academia de Música, no un lugar de discapacitados.

Gire la cabeza tan rápido que mi cuello crujió. Lo mire dolido.

-Lo siento.- tomo mi mano. -No quise decirlo así pero tenemos otros niños que hospedar.

-Paloma, por favor. No sé hacer nada más.

-Tenias un don- se giro, se quedo parado frente a mí y me sostuvo la mirada. Ya lo había decidido. –Un talento excepcional y hermoso talento como ningún otro.- sus palabras eran frías igual que su mirada. -Pero lastimosamente se ah ido. Lo siento tanto Harry.-

Ni siquiera me miro una última vez antes de irse y Anton lo siguió.

Y yo me quede sentado en la silla, llorando.

Me levante, con la ira corriendo por mis venas, fui al pasillo y mire los cuadros de Paloma con sus perfectos chelistas. Vi la foto de ella con Louis. Lo destroce.

The Perfection.|| Larry Stylinson            TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora