Kim Hongjoong, ese soy yo. O por lo menos lo era antes de decidir que me cambiaría el apellido sí me ocurría algo peor.
Ahora la gente me llama Mala suerte Hongjoong
—¿Qué es lo que pasa contigo?—inquiere Seonghwa siguiéndome muy de cerca mientras desfilamos por el pasillo que conduce a los casilleros.
Me niego a observarlo porque todo lo que podría hacer sería echarme a llorar por el pésimo día que he tenido y su emoción por ser el compañero de trabajo de Kang Yeosang no me ayuda en mucho…es más, no me ayuda en nada.
—¿Qué se supone que pasó con eso de sobornar a quién quiera que fuese para poder hacer juntos el trabajo final?—me giro de golpe y él se frena en seco. Sus ojos me observan detenidamente, suelta un suspiro y se encoge de hombros.
—¡Es Kang Yeosang!—me dice como sí no supiera ya de quién estamos hablando.
—¿Y? Me vale un cacahuate sí se trata del mismísimo Bruno Mars.—reprocho.
—Deja el drama de lado, Hongjoong y míralo por el lado bueno…tienes de compañero a Mingi….—me cruzo de brazos y niego un poco.
—No… sí es la mejor cosa que me pasó en mi jodida vida—me quejo y reprimo mis ganas de seguir parloteando acerca de mi vida llena de eventos desastrosos porque un muchacho alto de cabello castaño y ojos oscuros llega hasta mí con su sonrisa petulante.
Le lanzo una mirada desafiante a Seonghwa para que no se le ocurra dejarme solo, pero él está tan ocupado sonrojándose apenas nota la presencia del capitán del equipo de fútbol junto a él, que ni siquiera me mira. Reprime un chillido de emoción y me mira fugazmente como sí quisiera que entendiera su mirada de psicópata acosador.
—Hola—lo saluda el muchacho y casi puedo ver su cerebro estallar dentro de su cabeza.
—Tengo que ir a la biblioteca—responde de inmediato ignorando la súplica que seguro tengo en mi rostro.
Apenas se gira sobre sus talones, me dedico a lanzarle disparos inexistentes con mis ojos. Mingi ríe en voz baja y luego niega con diversión.—¿Te fue bien con el señor Lim, chico periódico?—aparto mis ojos de la figura de mi mejor amigo y lo observo detenidamente.
—Mi nombre es Hongjoong —informo entre dientes.—Y sí, estaba tan emocionado con el reportaje y la reseña que hice que ni siquiera se dio cuenta que estaba describiendo una magnifica jugada de Lionel Messi.
—Chico periódico se escucha mejor—me ofrece una sonrisa que ignoro de inmediato.—Y…una excelente elección para ser un ignorante en el ámbito…
—¡Que te jodan!—me giro de nueva cuenta y continúo con mi camino hasta mi casillero, pero para seguir haciendo este el peor día de mi vida y como era de esperarse, él me sigue.
—No eres como el resto de los chicos y chicas, eh—observa recargando su espalda en los lockers de metal. Abro la puerta del mío y tomo con fuerza el libro de química para la segunda clase.
—¿Y cómo son el resto, ah?—cuestiono tras la seguridad que me brinda la pequeña puerta mientras frunzo mis cejas en una mueca de confusión que no dejaré que él contemple por ningún motivo.
—Cualquier chico y chica en su sano juicio hubiese estado totalmente feliz de ser mi pareja para el trabajo de la señora Bae…y luego estabas tú, protestando porque para tu buena suerte fuiste el elegido….—cierro la puerta de golpe y me sonríe de nueva cuenta—Los casilleros no tienen la culpa de que la señora Bae te asignara conmigo, chico periódico—niego levemente al tiempo que trato de asesinarlo con mis ojos.
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DIEZ RAZONES PARA NO AMARTE | MINJOONG
Novela JuvenilUna vida normal, para un chico normal. O casi normal, porque si hay algo en lo que sí se parece a uno de los libros ñoños de mi mejor amigo; es el estereotipo de hombre idiota que suele arrancar suspiros por donde pasa. Su nombre: Song Mingi #2 Minj...