La vida del cazador ANBU

Una maldición de por vida

Todo lo que estaba pasando ante mis ojos era horrible, pero la última noticia me llenó de alegria, ya que era la única buena noticia que me dieron desde hace mucho tiempo.

Han ocurrido tantas cosas impensables que la noticia de que yo hiba a ser el padrino del hijo de Minato me resultó poco sorprendente, pero aun así la recibí con los brazos abiertos.

Ese día era especial pues Kushina estaba apunto de dar a luz a su hijo, aunque se estubo resistiendo durante muchas horas. Y lo que hiba a suceder en poco tiempo, cambiaria por completo mi visión del mundo ninja y de la razón de la vida.

La tarde estaba acabando, y me encontraba encima de las estatuas de los hokages pensando en como hiba a ser la vida con el joven uzumaki, Minato necesitaria toda su atención, y eso no es bueno siendo Hokage, pero no tardó mucho en aparecer Sayuri.

Al enterarme de su presencia, me puse rapidamente la máscara de cazador, para que no me reconociese pues todavia no tenia el valor suficiente como para descubrir mi identidad ante ella.

Ella estaba muy ilusionada por la noticia de que el cuarto hokage hiba a tener un hijo, pero yo estaba demasiado nervioso para expresar ningún sentimiento, esos momentos en los que me atragantaba con las palabras porque eran demasiado para mi, me resultaban de lo más incomodas y vergonzosas asique agité la cabeza para responder a todas sus preguntas o afirmaciones.

Durante un tiempo hubo un silencio que penetraba en el ambiente que no duró mucho tiempo pues oimos las alarmas de emergencia del cuartel general del Hokage, estaban atacando a la villa.

Fuimos como almas que llevan el diablo buscando la zona de conflicto y al llegar allí, lo vimos perfectamente. El terror me hizo temblar pues nunca habia visto nada semejante. "El zorro de nueve colas" de las leyendas ninja estaba atacando "la Villa oculta de la hoja".

Fue un momento de extremo horror y preocupación, pues solo podia pensar en lo que le podia pasar a Sayuri ,y a Minato y Kushina.

Asique arrastré de la mano a Sayuri para llevarla conmigo en busca del Hokage, cuando me indicó que siguiera yo solo. Y sin poder pensarlo mucho, proseguí en mi búsqueda.

Allé a Kushina cubriendo a su hijo recién nacido. Justo después miré hacia delante y encontré a Minato luchando con la bestia. Quise ayudarle, pero para cuando llegué, solo pude contemplar la imagen de Minato y Kushina juntos por un ataque del zorro. Y lo último que hicieron antes de irse de este mundo, fue derrotar al "Zorro de nueve colas" sellandolo en su hijo Naruto.

Todo habia pasado, la bestia habia desaparecido, al igual que mi maestro Minato, su esposa Kushina y mis esperanzas de continuar en esto.

Abandoné el cuerpo ANBU, para dedicarme a la última voluntad de Minato Yondaime y Kushina Uzumaki, cuidar de su hijo para que se haga mayor y se convierta en un gran ninja ,y alcance sus sueños.

Esa fue su última voluntad y es lo único a lo que me hiba a dedicar.