ʚ♡⃛ɞ Mi obsesión ʚ♡⃛ɞ || Kamukoma/Komakuma

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“No me queda nada, excepto tu sonrisa”

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Capítulo 5.

— ¿Kamukura? ¿A dónde vamos?

Los pasos de el nombrado se hacían más rápidos con el paso del tiempo, casi como si quisiera ganar alguna carrera de velocidad o tal vez llegar lo antes posible a su destino.

— Mhhh, ya lo verás.

En algún punto del trayecto de la escapatoria, Kamukura había cargado a Nagito entre sus brazos pudiendo así llegar más rápido al lugar de destino.

El peliblanco trataba de disimular las muecas de molestia por la exagerada velocidad y la rudeza con la que estaba siendo cargado, poniendo como excusa el no es nadie para quejarse de aquel trato por parte del azabache. Aunque Kamukura había notado pequeños detalles en la cara de Komaeda que lo hacían pensar en una manera de cargar a este un poco más cómodo.

— ¿Estás bien así? — le preguntó el azabache.

— ¡Claro! — respondió el albino de inmediato para no causarle más problemas a Kamukura.

Suspiro al ver la actitud del peliblanco y paro sin siquiera haber tomado en cuenta las palabras de Komaeda.

— Dije que estaba bien, no tenías porque parar por algo tan insignificante como yo, se ve que tienes prisa. Oh... lo lamento.

Murmuro esto último al ver la cara de frustración del contrario, se había culpado mentalmente por causarle tantos problemas a Kamukura.

— ¿Insignificante? ¿Acaso crees que eres eso?

Las preguntas del azabache lograron confundir al peliblanco. Claro que se sentía así, sin embargo la respuesta que debía darle al azabache claramente debía ser una que no lo hiciera enojar de nuevo.

— Y-yo, no — bajo la mirada a sus zapatos, y retrocedió un poco al notar el aura de rabia que el azabache cargaba. — Por favor, solo no te enojes por mi, ni siquiera debes tratar de cargar conmigo, solamente dejame en alguna esquina y ya no seré más tu problema.

Kamukura dio un paso atrás, de alguna manera esas palabras le afectaron en su interior.

— ¿Quiéres que te abandone en una esquina? ¿Eso es lo que quiéres?

— Si es la única forma de ya no ser más un problema, entonces la tomaré, me guste o no.

Negó con la cabeza y se acercó al peliblanco, tomó su mentón para que mirara su fría expresión y murmuro: — No es lo que quieres, y no eres una molestia.

Dicho esto lo cargo de nuevo y volvió a tomar camino hacia su rumbo, tratando de que la velocidad no afectara de manera mala a Komaeda.

Vió como el peliblanco se recargaba más en su pecho y se aferraba a él.

“Lindo”

Sonrió por dentro, un sentimiento cálido se instaló en él.

Debía llegar lo antes posible a aquel lugar, si no quería que los encontrarán y terminara todo en una guerra contra la Fundación del Futuro.

Minutos después ya estaban en la casa que había encontrado el azabache hace unos días, y por lo cuál había dejado al albino solo en aquél cuarto, cosa que seguía lamentando, sin embargo ahora podría estar más fuera de cuatro paredes. Libre de peligro.