(ू•2•ू❁)

928 76 25
                                    

“Tus besos eran artificiales sabor a fresa”

꒰ ♡ ꒱୧. · . · . · . · . · . · . · . · . · . · . · . 💠,,
﹀﹀ ✧̥˚───◌──────────♡̥ ꒱ ଽ𖤍

Capítulo 2.

Quema.

El cuerpo del peliblanco quema por las cuerdas que lo enredaban sin dejarlo escapar. No sabía su situación actual, no sentía nada más que no fuera el ardor.

Sentía los ojos vendados, su alrededor se distorsionaba en su mente causando desorientación.

Aún así no hizo nada para escapar. Ya no.

Sabía que lo tenían, sabía que había sido engañado, que sus esfuerzos anteriores no fueron nada más que traiciones y mentiras. Al fin y al cabo solo era una basura de humano, solo alguien más que obtenía lo malo.

A lo lejos se encontraban algunas personas conversando seriamente sobre la protección de aquel sujeto que estaba en la habitación.

— Sr. Kamukura, ¿que piensa hacer usted con él?

El nombrado levantó la mirada hacia las personas que estaban "ayudando" con el secuestro de Nagito.

— Lo mataré.

En sus planes estaba asesinar a aquel grupo y no dejar rastros de el incidente, por aquella razón decidió mentirles.

— Ummhh, lastima no podríamos divertir un poco más con él.

Rieron entre ellos por aquel comentario, sin embargo, Kamukura seguía con su expresión sería y fría.

Definitivamente debía matarlos lo antes posible.

Con su talento de manipulación, logró convencerlos a que se reunieran mañana en la noche, ahí haría de ellos él fin de sus días.

El grupo confiado por la gran recompensa que aquel azabache les prometió -cosa que no iba a cumplir-, salieron de aquel lugar.

Lentamente camino hacia la habitación del peliblanco, entre los vidrios que dan a está pudo observar su cuerpo tranquilo.

Por un momento pensó que podría tratarse de algo grave, que corriera su vida peligro. Sin embargo, pudo detectar los signos vitales estables del Albino, y esto lo tranquilizó.

Que aburrido.”

¿Tranquilizarlo? No, simplemente es una palabra. El no puede sentir nada.

Volvió hacia su pequeño despacho para trabajar los detalles que le faltaban por hacer.

Toda la noche en desveló le hizo recordar que tenía en su protección al peliblanco, y que este también debía cumplir con sus necesidades básicas para sobrevivir.

Que aburrido.”

Camino hacia el almacén para sacar la comida y utensilios que necesitaba para darle de comer a Nagito.

Pensó que ya era hora de desamarrarlo y ponerlo a que explore la habitación, aunque amarrado tampoco daba tantos problemas.

Camino una vez más a la habitación, pero esta vez abrió la puerta. Escucho como el peliblanco se ponía en modo defensa, y probablemente si lo desataba sin cuidado iba a atacarlo.

Pensó nuevamente sobre si era buena idea desatarlo, miro todos los escenarios posibles en su mente, pero lo único que le podía darle la seguridad para hacerlo era que el Albino estaba en desventaja.

Así, tomó la desicion de desatarlo, y si causaba muchos problemas, lo ataria de nuevo.

Dejó el recipiente de comida en una mesa al lado y procuró de que todo estubiera en su lugar con la intención de ir por el peliblanco. Miro la cara de este, tranquila como todo su cuerpo aparentaba, no se movía ni un poco, ni cuando las manos del azabache se posaron detrás de su cabeza para empezar a desatar sus ojos.

Una vez hecho esto, el peliblanco abrió sus ojos dejando que el gris se encontrará con el rojo, combinando y creando una conexión entre ellos. Parpadeo varias veces para acoplarse a la poca luz de la habitación y poco a poco apartó la mirada del extraño sujeto para mirar a su alrededor.

El azabache dejó que el Albino explorará todo, al fin y al cabo sería su nueva habitación por un tiempo indefinido.

— Komaeda Nagito, — el nombrado se sobresalto al escuchar su nombre en la voz del azabache — estarás aquí por un tiempo, yo te cuídare, soy Izuru Kamukura.

Komaeda miro al extraño con desconfianza, pues se había imaginado una y mil posibilidades malas para el, y esta sin duda lo había dejado más que sorprendido.

Trato de articular un par de palabras, pero estas no salían de su boca a pesar de que lo ordenara. Tosio un poco debido al esfuerzo haciendo que el azabache se percatara de su sed y le entregará una botella de agua que había dejado junto a la comida en la pequeña mesa.

El peliblanco miro la botella con desconfianza, mientras el azabache desato las cuerdas de sus manos para que pudiera agarrarla.

Dudo un poco, aún así la tomó y bebió de ella después de asegurarse de que estuviera sellada antes de abrirla.

El azabache miraba todo lo que hacia el Albino, esperando una respuesta negativa que no recibió por parte de este.

Con un último sorbo tapó la botella y sintió ahora si que la voz volvía a él.

Dudo de nuevo en decir algo, ¿que podría decir?

— Puedes estar aquí y en la puerta de al fondo esta el servicio, te traere comida y te vendré a ver varias veces al día, así podrás acostúmbrate más rápido a este lugar.

Dicho esto Kamukura señalo la comida y se dirigía a la puerta con intenciones de salir.

Nagito quizo detenerlo, decir algo antes de que se fuera. Sin embargo nada salió de sus labios y se limitó a escuchar la puerta salir.

No pudo decir nada.

Lentamente se desató de todo el cuerpo, exploró la pequeña habitación y comió del platillo que el extraño le había dejado.

Aún así la duda no dejaba de florecer en su mente. No podía hacer nada, simplemente se resignaba a lo que le pasaba. Sin decir nada.

Se dejó caer a la cama abrazando sus piernas, al menos no había recibido ningún daño aún.

﹀﹀ ✧̥˚───◌──────────♡̥ ꒱ ଽ𖤍...

NA:

Quisiera recalcar que no porque a Kamukura le dicen "Señor" se trate de que tiene muchos años, sino más bien simboliza respeto :p

ʚ♡⃛ɞ Mi obsesión ʚ♡⃛ɞ || Kamukoma/Komakuma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora