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Hoy me corté el cabello, y te diste cuenta. Venías tan cargada que no fue difícil envolverte en mis brazos. Venías libre como un gorrión, con palabras anudadas en el pecho, que poco a poco absorbí para mí. Te está haciendo daño. Lo sabes. Lo sé yo. Lo saben todos. Es bastante triste de ver, como te estás apagando. Una vela consumida, con aroma a incienso, tan presente y tan ausente a la vez. Da miedo. El cambio siempre da miedo. Después de hoy, verdaderamente no me importa, lo único que me preocupa es saber, si en algún lugar del mundo, entre apuntes y fotocopias, seguís pensando en mí. Es tonto, lo sé, me da vergüenza de solo pensar en que estúpidamente mi cabeza confundida comience a dar vueltas sobre algo que chocó dentro de nuestras cabezas ¿Qué raro no? Tan mío, pensarlo demasiado. Pero no lo hago a propósito, simplemente así funciona mi cabeza. Hacia tanto tiempo que no me sentía tan viva, tan confundida, tontamente confundida... y mierda, se siente increíble. Es como una bolita de fuego dando vueltas dentro de mi pecho, que sube, que baja, que expande. Mierda, creo que me sacaste del pozo. Creo que me hiciste salir y mierda, me siento tan en paz que... parece broma. Cada momento de paz reconciliadora, cuando ya no nos sentimos solas. Y no me importa nada más, me sentí renacer y mierda, la birra sabe mejor en tus labios, la cama no está tan fría y las risas con manteca de cacao son más dulces. Me desarmaste y mierda, me siento tan bien así. Helada y desnuda, vos tan tierna y angelada ¿es este el fin del mal trago? No lo sé ¿será que fue tan profundo para vos como para mí? Repaso la noche en mi cabeza y encuentro el éxtasis de querer repetirlo una y otra vez. Vos y yo, más solas quizás, más seguras. Y la moral se va a la mierda cuando pude ver el brillo de mi mirada sobre la tuya. Y quise que te vieras con mis ojos, de haber podido en ese momento desanudar mi lengua, te hubiera dicho, te hubiera confesado que estaba tan perdida como vos. Pero redescubrí la paz como nunca antes en tus brazos, me sentí pequeña, segura y amada. Me sentí inocente, me sentí tan de todo que mi mente voló hacia lo desconocido. No quiero ponerme sentimental, me hace sentir extraña, confundida. Felizmente confundida. Nuevo, fresco y dulce. Hoy escucho música fuerte, porque te pienso, porque te siento. Ya no quiero música que me haga dormir, quiero el elíxir que me despierte y mierda, fantasear con tu boca un toque más. Pero sé que no sos mía, le perteneces al cielo, a la vida, a la noche y a las letras. Yo por mi parte te observo encantada, deseando que por casualidad mires nuevamente en mi dirección. No estamos seguras después de todo ¿Será un error escribirte ahora? ¿Será un error desear verte de nuevo? Si te quedas, te prometo todo lo que soy, lo que puedo y en lo que me convertiré, si te vas, te daré impulso para que vueles lo más alto que puedas. No me importa absolutamente nada, porque sé que en algún momento, el hilo rojo, se volverá a cruzar. y mi alma, anhela que... sea por mucho más tiempo. Tengo ganas de verte, que tonto, pero quiero verte, simplemente eso ¿Qué me está pasando? 

DistorsionadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora