Capítulo 1: Idea

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Disclaimer: Los personajes no me pertenecen son de Hajime Isayama.

Allí se encontraba en su laboratorio de química, tomando notas de todo lo que ocurría en las reacciones y de vez en cuando miraba de reojo a su compañero. Aún no podía creer que por fin le había tocado trabajar con aquel chico rubio, de ojos azul oscuro e inteligente cuyo nombre era Armin Arlert. Siempre había querido trabajar con él, no solo por el hecho de que le haría el trabajo más fácil, al contrario de su amiga Ymir; si no porque él le gustaba. Aunque esto jamás lo admitiría y creía guardar muy bien el secreto.

No supo en qué momento fue, pero el rubio ya había invadido su espacio personal y le sonreía ampliamente. Al principio no estaba segura de cuáles eran sus intenciones, pero luego fueron bastante claras cuando se encontraban cara a cara. Él ya había hecho el primer acercamiento así que sin pensárselo dos veces Annie lo tomó del cuello de su camisa y quiso acortar por completo esa pequeña distancia que los separaba.

"Riiiiiiing"

El despertador comenzaba a sonar y a aumentar su volumen con el pasar del tiempo. Annie movió su mano a su mesa de noche buscando a tientas el bendito reloj despertador, hasta que por fin dio con él y lo apagó. Se frotó sus ojos, se estiró y suspiró. "Hmph, maldito despertador" dijo para sí. Odiaba madrugar y para empeorar más su ánimo, el día estaba muy caluroso. Comenzó a prepararse para ir a la Universidad. Cuando ya había acabado, fue a tocar la puerta del cuarto de su compañera de piso y amiga, Ymir. Luego se dirigió hacia la cocina a prepararse el desayuno.

La puerta del cuarto de Ymir se abrió de golpe y salió una Ymir recién levantada. Caminó rápidamente y se dirigió hacia Annie quien ya estaba comiendo su plato de cereal.

—¿Por qué me despiertas a estas horas? Ya ando tarde, no es como si me importara, pero siempre haces lo mismo—dijo Ymir un poco agitada mientras guardaba algunos materiales en la mochila.

Annie no contestó, solo se encogió de hombros y continuó con su desayuno. Ymir logró alistarse rápidamente. Ya estaba acostumbrada a que Annie siempre le avisara tarde. A veces se preguntaba si de verdad a Annie se le olvidaba, como ella misma alegaba, o lo hacía por maldad, Ymir se iba más por la segunda opción; al fin y al cabo, era la "simpática" Annie Leonhardt. Annie ya había acabado su desayuno así que tomó su mochila y se fue. Ymir por otro lado tomó una manzana y una soda de la nevera, terminó de guardar sus cosas en su mochila, cerró la casa y avanzó el paso para alcanzar a la rubia.

—Hoy hace un calor infernal— comentó Annie con más irritabilidad de lo habitual.

Ymir asintió. La verdad el trayecto de la casa al metro no era tan largo, como mucho veinte minutos, pero el clima hacía que se sintiera más lejos de lo habitual. Ymir abrió su soda, sólo había estado caminando por quince minutos y ya sentía sed. Le dio varios sorbos y le ofreció a Annie una vez estaban en la estación esperando.

—¿Quieres? —preguntó Ymir

Annie lo pensó un poco, pero luego cogió la lata.

—Para que veas que no soy rencorosa y mala persona como otras—comentó Ymir mientras comía su manzana.

Annie le dio un sorbo a la soda.

—¿Qué? —preguntó con fastidio Annie al ver la sonrisa burlona que se formó en el rostro de Ymir. Le volvió a dar un sorbo a la lata de soda y se la entregó de vuelta a la morena.

—Indirectamente al tomar de mi lata me acabas de dar un beso apasionado, ¿Cómo estuvo? —dijo casi carcajeándose la morena. Annie suspiró.

—Ahora que lo mencionas, la verdad me hizo replantearme mi sexualidad, y ahora estoy más segura que nunca, que soy hetero —dijo Annie.

Ymir se rio y ambas subieron al metro.

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Se encontraba en la cafetería en una mesa apartada de los demás, como siempre. Algunos la podían ver como antisocial, introvertida o apática, a ella le daba igual lo que pensaran; prefería la soledad, siempre sentía paz y tranquilidad así. Esa paz y tranquilidad se esfumó en el momento que Ymir le dio con sentarse con Reiner y el novio de este, Bertholdt en su mesa. Annie retorció los ojos, no solo la tenía que soportar en la casa, sino que también en la Universidad y para colmo traía compañía.

—Lo siento —dijo en voz baja Bertholdt.

Pareciese que era el único en darse cuenta que ella no los quería allí, aunque Annie estaba casi segura que Ymir lo sabía más lo ignoraba.

—Oye Annie cuando comenzamos a ejecutar el plan conquista —dijo Ymir; mientras miraba unas mesas más al frente, donde se encontraba la chica que le gustaba, Historia.

—¿De qué hablas? —contestó la rubia mientras miraba ya sin ánimo su comida.

—Creo que es bastante obvio a lo que me refiero Annisita. A ti te gusta Armin y a mi Historia, ¿Entonces que esperamos? Aunque lo tuyo lo veo difícil, es poco probable que Armin no sea homosexual —comentó Ymir mientras seguía mirando aquella mesa en donde estaba Historia, con su hermano Armin y sus amigos.

De verdad quería tener algo con Historia, pero sabía que debía llenarse de mucha paciencia para soportar a sus amigos, en especial los irritables de Jean y Eren.

—¿Y quién te asegura que ella lo sea? —dijo Annie.

—¿Eh? ¿Qué quieres decir? —contestó confusa Ymir.

Annie suspiró.

—Dices que Armin es muy probable que sea homosexual, pero ¿quién te asegura que Historia lo sea? Si no lo es, tú y tu plan se van a la mierda —dijo con una sonrisa de medio lado Annie, sabía que con eso le haría callar por un tiempo.

—Boom, Ymir debes admitir que Annie tiene razón, en fin. Annie, Ymir no está siendo sincera, quiere meterte en ese plan porque planea invitar a salir a Historia, pero ella siempre sale con su querido hermano y ahí es donde entras tú. Por cierto, me impresiona que no negaste que te gustara él —comentó Reiner con una sonrisa que se fue desvaneciendo cuando vio que no pudo avergonzar a Annie, pues ella seguía con su cara de indiferencia.

Annie prefirió ignorarlos a todos, se levantó y se fue del lugar. Jamás se prestaría para ese plan tan estúpido de Ymir. ¿O tal vez sí? No, definitivamente no.

Notas del autor: No sé porque, pero me gusta poner de amigas a Ymir y Annie. Estoy al tanto del manga y sé que ellas jamás se han dirigido la palabra, aun así.

En plan conquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora