Capítulo 2: Ideando el plan

269 27 10
                                    

El comentario dicho por Annie la había dejado pensando todo el día. Era cierto, ella no tenía certeza alguna de que Historia fuera homosexual o al menos bisexual. Pero no por ello se daría por vencida tan rápido, sin ni siquiera intentarlo. Dado a la duda que tenía debía ser discreta y medir, aunque fuera un poco, sus acciones. No podía invitarla a salir en plan cita doble, como había pensado desde un inicio, así que lo mejor era invitar a ambos hermanos como salida casual por diversión. Se encontrarían en el lugar que la mayoría de la gente frecuentaba con amistades y parejas, el cine. Acercarse a ellos para proponerles la salida no debía de ser difícil para ella. Siempre había sido una persona segura de sí misma y atrevida. Además, tampoco era que no hubiera confianza con ellos; pues tanto ella como Annie habían estudiado en la secundaria con el par de hermanos. De allí los conocían. También ella cursaba actualmente dos clases con Historia, se hablaban a veces y hasta se tenían agregadas en las redes sociales, así que, algo de confianza había. Ymir buscó en su celular para ver las películas que se iban a estrenar en el cine. Lo mejor era escoger la película de terror, ella se sentaría al lado de Historia y Annie al lado de Armin. Así si Historia tenía miedo, buscaría a ocultarse o agarrar la mano de alguien y allí estaría ella; para ayudarla y calmarla. Tenía ya estructurado el plan perfecto, lo único malo y difícil de lograr, era convencer a Annie. Lo único que tenía a su favor era que Annie no había negado que le gustaba Armin. Por lo menos eso significa que había, aunque mínima, una posibilidad que accediera. O eso esperaba.

Annie estaba sentada en el sofá de la sala realizando algún trabajo que le habían asignado. Ymir se sentó al lado de ésta y sacó su celular. Primero debía realizar la tarea que consideraba era más simple, invitar a Historia. Luego se encargaría de persuadir y convencer a Annie. Tenía casi toda la semana para intentar convencerla. En el celular buscó su listado de amigos y cuando dio con el nombre que buscaba, comenzó a redactar el mensaje. Escribía y volvía a borrar. No encontraba las palabras exactas para utilizar. Quería pedirle un poco de ayuda a Annie, pero sabía que ésta le molestaría que hubiera seguido hacía delante con el plan. Porque con esa acción parecía dar por hecho que ella participaría. Al final lo escribió y sin pensarlo más lo envió. El mismo decía:

"Hola Historia, quería preguntarte si el sábado te gustaría ir al cine. Yo y mi amiga estábamos pensando en ir. Es que esta semana se estrenan buenas películas. Tu hermano también está invitado ;)"

Después de enviarlo lo leyó, la carita de guiño final se podría malinterpretar. Hacía parecer que la estaba invitando para que ella en si trajera a Armin. Pero ya no había vuelta atrás ya lo había enviado. Después de haber pasado varios minutos le apareció el símbolo que indicaba que ya había sido leido su mensaje. Pero la respuesta no había llegado. O más bien si llegó, pero no escrita. Si ya lo había leído, aún no le había contestado y tampoco le aparecía el mensaje de que Historia estaba escribiendo, eso significaba un no. Lo más probable era que la rubia estaba intentando pensar en una manera sutil de decirle que no. Lo mejor era olvidarse de aquel estúpido plan. Dejó su celular en la mesita de té que estaba al frente del sofá y se puso a estudiar. Al rato su celular vibró, Ymir lo verificó y vio que Historia le había contestado el mensaje. Le había dicho que si a su invitación, estaba libre el sábado después de las cuatro de la tarde. Ya estaba hecho había logrado conseguir su primera cita con la chica. Su celular vibró nuevamente y en el mensaje Historia preguntaba quién más iría. Claro eso le recordaba su segunda parte del plan, convencer a Annie. Le escribió a Historia que Annie también iría. Aunque eso no era seguro. Si al final no la lograba persuadir para ir, ya se inventaría una excusa por la ausencia de ella. Aunque la verdad le necesitaba si quería que Armin no estorbara. Ymir intentó empezar una conversación con Annie.

—Y ¿Qué estás haciendo?

Annie no contestó siguió escribiendo en el programa para escribir de su computador portátil. Cuando Ymir se fijó Annie tenía los auriculares puestos, entonces significaba que no la había escuchado. Ymir se levantó del sofá para sentarse en el piso, frente a la mesita de té y el sofá. Miró a Annie y comenzó hacer muecas aparentando que estaba hablando para promover que ésta se quitara los auriculares. Annie le miró seriamente y siguió con lo suyo. Le había ignorado por completo. Ymir se levantó y se sentó otra vez en el sofá y la tocó varias veces con el dedo para hacer que le prestara atención. Ésta con cara de hastío se quitó uno de los auriculares.

—¿Qué quieres?

—¿Quieres ir este sábado al cine? —preguntó Ymir.

Annie se quedó en silencio por varios segundos y luego habló.

—A ver. Invitaste a Historia a salir. Quieres que yo vaya para disimular que eso en esencia es una cita. Y para colmo, de todos los sitios que pudiste pensar para ir, escogiste el cine. Yupi que emoción, eres muy original—dijo Annie con cara de aburrimiento.

—No uses el maldito sarcasmo conmigo. Además, escogí el cine porque era más seguro que dijera que sí. Oye Armin también va—Annie siguió con su cara de aburrimiento—. Hagamos algo, ve y si el plan no sale como lo planee, no te insistiré más para que me acompañes a otra de esas salidas.

—Sabes, estoy considerando ir solo por verte fracasar—dijo Annie con una media sonrisa.

—¿Entonces?

—... No iré.

—Haré los quehaceres de la casa por tres días y eso incluye cocinar —propuso Ymir.

Annie se quitó por completo los auriculares y colocó su computador portátil en la mesa de té. Sabía que esa conversación se alargaría más por la insistencia de Ymir. Así no podía terminar su informe de laboratorio. Suspiró. Que Ymir hiciera los quehaceres de la casa no sonada mal, pero el tiempo que ofreció sí. ¿Sólo tres días? Era muy poco tiempo. Así que Annie le propuso una contra oferta.

—Un mes.

—¿Qué? Mejor olvídalo.

—Bien —dijo Annie mientras volvía a coger su computador. Antes de que se volviera a poner los auriculares Ymir volvió a hablar.

—Una semana.

—Dos semanas, no menos —dijo Annie sin prestarle mucha atención.

—Está bien.

Ymir no lo podía creer, Annie había cedido mucho antes de lo esperado. Lo malo era que la rubia se había excedido con el tiempo impuesto. Ymir debía realizar las tareas del hogar por dos semanas contando a partir del día de la cita. La verdad, a pesar de su felicidad, había algo que le estaba raro a Ymir. Normalmente Annie cuando cedía tenía como mínimo dos condiciones. Se notaba que el plan si le gustaba porque éste le iba a ayudar para acercarse más a Armin. Lo que ocurría era que Annie era muy orgullosa para admitir algo como eso.

—Y también tú pagas mi taquilla.

Ymir había cantado victoria antes de tiempo. Ya sabía que no sólo podía ser una condición. Annie se estaba aprovechando. Ymir pensó de qué forma podía persuadir a Annie para que ella misma se pagara su taquilla. Había maquinado la respuesta perfecta.

—Oye, ¿No te importa lo que dirán los demás si te pago tu taquilla? Dirán, mira no sólo viven juntas si no que ahora también una le paga los gastos a la otra. Esas dos lo que son...

Antes que Ymir siguiera hablando Annie la interrumpió.

—Me darás el dinero de la taquilla acá y un extra por si quiero comprarme algo en el cine.

—Estas cometiendo una injusticia conmigo. Además, tú también puedes sacar beneficios de esto.

—¿Que pretendes? Arrastrarme a un estúpido plan del cual estoy en total desacuerdo y también ¿Yo corra con mis gastos? Olvídalo—dijo molesta Annie. Y antes de que se pudiera poner sus auriculares Ymir volvió hablar.

—Está bien. Está bien. Entonces ¿Trato hecho? —dijo Ymir, Annie retorció los ojos y asintió. Al fin pudo ponerse en paz los auriculares nuevamente.

Ymir había logrado que las dos rubias accedieran. Sus habilidades de persuasión habían mejorado considerablemente. Lo único que deseaba que no pasara era que Annie dijera que no iba en el último momento y que Historia invitara más personas. Ymir se puso hacer felizmente su tarea.

En plan conquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora