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Ema

Las manos de Mateo acariciaban mí cintura mientras yo tomaba el vino que me había preparado

-que tenés con mí cintura?- pregunté

-me gusta- respondió- así como me gusta todo de vos

-no podes ser tan chanuyero- reí- deja de tomar

-dale Ema, te estoy diciendo de verdad- dijo con una sonrisa

Estábamos los dos en el patio de la casa de Duki, el estaba sentado en un sillón y yo en sus piernas mientras tomábamos vino de una botella que habíamos cortado apenas empezó la joda

-no puedo creerte, si siempre me decís que soy fea- lo miré

-pero es porque me gusta joderte y lo sabes- suspiró- Ema te estoy diciendo la verdad, me pareces hermosa

Yo estaba roja de los nervios y el alcohol que tenía en la sangre no ayudaba en nada

-gracias- fue lo único que dije

Nos quedamos los dos en silencio pero la música de adentro era lo único que se escuchaba

Entonces sentí su respiración en mí cuello y como dejaba un beso haciendo que mí piel se erize

-que haces?- pregunté

-tenés rico olorcito- dijo como un nene chiquito

-me dejas ir al baño- me removí en sus piernas

-por qué tenés esa costumbre de moverte en mis piernas- dijo con la voz ronca mientras sus manos presionaban con un poco de fuerza mí cintura

-porque quiero que me sueltes para ir al baño- me moví más hasta que el aceptó soltarme- ahora vuelvo- quise caimanar pero no me dejó

-no vas a ir sola al baño, ni loco te dejo- entonces entrelazo nuestras manos y fuimos al baño

No lo podía creer, era una sensación tan linda que parecía irreal, que era todo un sueño. Solo deseaba que mañana no se olvidé de nada...

El esperó afuera mientras yo hacia mis necesidades, cuando salí estaba apoyado en la pared

-vamos?- grité

Nuevamente entrelazamos las manos y empezamos a caminar

-vamos a prestarnos otro vino- movió la botella vacía en el aire

Llegamos a la barra y mientras el preparaba todo vi como Bianca se reía con Valen Oliva, me la estaba cuidando bien a mí nena

-listo reina, ya tenemos el vino- me lo pasó para que lo pruebe

-que hacemos ahora?- pregunté

-vamos a bailar- fuimos entre toda la gente y comenzamos a bailar

Era cumbia así que el se tiraba esos pasitos turros que tanto me encantaban

....

El sol comenzaba a salir y nosotros estábamos en el patio mirando el amanecer

Mateo tenía una mano en mí pierna y otra enrollada a mí cintura mientras que mí cabeza estaba en su pecho

-son tan lindos- levantamos la cabeza y vimos como Bianca se acomodaba en el sillón al lado nuestro- estoy tan sola- comenzó a llorar y apoyó su cabeza en el hombro de Mateo

-está en pedo- dije- Bianca vamos a casa- hablé aún estando pegada a Mateo

-no quiero, quiero que Valentín me de bola- lloriqueo- por qué estoy tan sola?

-siempre se pone así?- preguntó Mateo susurrando y negué

-seguro que vio algo que no le gustó- con ganas de querer seguir pegada a el, me separé de Mateo y me fijé en mí amiga -me acompañas a mí casa?- lo miré

-obvio mí reina, vamos-

Cuando el remis llego, como pude subí a mí amiga, le dije la dirección a la que quería ir y cuando llegamos Mateo me ayudó a bajarla

Bianca ya estaba acostada en el colchón del piso y con Mateo estábamos sentados en mí cama mirándonos a los ojos. Una parte de mí quería que se quede, queria despertar y verlo a mí lado pero otra parte no quería, tenía miedo que solo sea de una noche

-me voy- se paró de la cama

-Mateo- lo llamé cuando estaba llegando a la puerta

-quedate a dormir conmigo-

El como un nene chiquito corrió a mí cama, se sacó las zapatillas y se acostó apoyando su cabeza en mí pecho

-haceme caricias en el pelo- dijo antes de quedarse dormido

Que me estás haciendo Mateo....



R A M É - T R U E N O ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora