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Ema

-nos vemos ma- saludé a mí mamá y bajé del auto

La semana recién arrancaba y como cada lunes estaba en el colegio

-hola amor de mí vida- me saludó Bianca

-hola chiquita- le di un beso

Nos apoyamos contra la pared y empezamos a charlar mientras esperábamos a qué tocara el timbre para entrar a clases

-el viernes querés ir a una joda?- preguntó mí amiga

-bueno, pero en donde es?- la miré

-es en Parque Patricios, me invitó un chico- dijo colorada, sabía que significaba

-te gusta un pibe y te invitó a una joda entonces invitas a tu mejor amiga para que te acompañe- ella asintió con una sonrisa- te acompaño

-te amo mucho, te debo una-

Después de hablar un rato más fuimos a nuestro salón, en la primer hora teníamos libre así que me puse a boludear con mí celular

...

-vamos?- preguntó Renzo

-si, vamos- saludé a Bianca y empecé a caminar acompañada de mí hermano hasta mí casa

En el camino hablamos de boludes, paramos en el súper y compramos para la comida

-va Mateo a comer a casa- habló mí hermano mientras agarraba una botella de coca

-no tiene casa ese chico?- rodé los ojos

-no sé por qué se odian tanto, perro y gato parecen- yo no dije nada y seguimos compramos

Cuando salimos seguimos nuestro camino hasta que llegamos a casa

-al fin llegaron, me estaba cagando de hambre- dijo Mateo que se encontraba en la puerta esperándonos

-correte niño sin casa que tengo que abrir la puerta- empujé a mí vecino y entré a mí casa

Antes de empezar a cocinar me cambié y como siempre puse música para dejar de escuchar a los boludos que estaban en mí casa

...

Estaba haciendo tarea cuando siento que abren la puerta de mí pieza

-por qué no golpean antes de entrar?- me di vuelta y era Mateo- que haces acá?-

-que humor Emita, siempre tan simpática- se sentó en mí cama- tu hermano fue a comprar y dijo que te cuide

-pero eso no te da derecho a venir a mi pieza- me crucé de brazos

-yo no puedo creer como de una persona tan alegre como Sabrina nació este bicharraco ortiva- se rió mientras empezó a tocar las cosas que estaban en mí mesita al lado de la cama

-Mateo tenés 18 años, no sos un nene chiquito que tiene que tocar todo- me acerqué a él y le pegué en las manos- y segundo, andaré que yo puedo cuidarme sola. No me voy a escapar como dice Renzo

-pero- me interrumpió

-pero nada Mateo, andate y deja de invadir mí espacio personal por favor- dije sería

Estaba harta de tenerlo cerca y que moleste, si bien hay veces que me ponga nerviosa con tenerlo cerca y me encanta, también hay veces que me invade y eso no me gusta

-que te haces ahora la que tenés un espacio personal- se rió mientras se paraba de la cama y se acercaba a mí- yo hago lo que quiera e invadir todo lo que quiera tu espacio personal, no voy a dejar que una pendeja me diga que hacer

-que te haces el malo pendejo- me alejé de el- te comes un bife si me hablas así otra vez

El me miró de arriba a bajo y salió de mí pieza dejándome sola

-te odio tanto pero a la vez no, pendejo estúpido- hablé para mí misma

Después de ese pequeño problemita seguí haciendo mí tarea

R A M É - T R U E N O ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora