La leyenda del rey mono

#1 La leyenda nace.

Año 2021.

Inicio de la saga de Cerbero.

-Disculpa, disculpa, permiso, gracias... Perdón, perdón, voy llegando tarde... -Samuel empezó a correr entre la multitud de personas que estaban atravesando el camino, casi salta sobre las personas si pudiera hacerlo, el chico tonto por accidente choca contra un hombre que estaba vestido como si fuera a ir a una reunión.

-Mira por donde vas niño, pfff tienes suerte que voy con prisa -dijo el hombre de color rojo y cuernos tan largos que median una mano.

-Disculpe, disculpe señor, yo... -El teléfono de Samuel empezó a sonar, cuando lo sacó vio que era su mejor amigo, José Villalobos. Samuel contesto el teléfono mientras seguía corriendo-. Hey, hey, se que voy tarde... Por favor, hazme un favor, y te lo deberé, pasa el carnet por mí, nadie se dará cuenta, tú tienes mi carnet del trabajo, llegaré tarde.

-Ojalá pudiera Bro, pero en frente de la computadora está la gerente, está mandando mensajes y me preguntó dónde estabas... Con ella aquí no puedo hacer eso -José dijo esto último susurrando en el teléfono-. ¿Por dónde vienes?

-Ya voy cerca, solo faltan unas... Cuatro manzanas, ya estoy viendo la tienda desde donde estoy, solo distrae a la gerente un poco -Sam vio el cielo y volando estaba Zeus, las personas vieron hacia el cielo y vio como los Dioses de la tierra luchaban contra un enemigo; un golpe de Zeus bastó para tirar al enemigo en la carretera, las personas dejaron de caminar y corrieron alejándose de la batalla-.

Todos pensamos lo mismo que Sam en este momento «Mierda»

El humo de la batalla empezó a llenar toda la calle, Samuel se metió a un callejón «Otro, camino, otro camino, otro camino» se ajustó la mochila, se puso unos audífonos pequeños blancos, colocó una canción:

Y vio un camino diferente, un contenedor de basura, una cerca, unas paredes... Sam con una sonrisa empezó a saltar y correr para esquivar la batalla de los dioses de la tierra. Entre los callejones el chico empezó a saltar, correr, escalar una que otra pared esquivando los perros que estaban ladrando le, cuando estaba saliendo de tal alboroto vio que Hermes dejaba una estela de luz dorada cuando volaba por el cielo, ese Dios era el más rápido del equipo, incluso a lo lejos se escucharon las flechas de Artemisa, impactando en el pavimento o en el enemigo que era una clase de monstruo de piedra, tal vez un Golem de piedra.

Sam siguió corriendo hasta llegar a la tienda donde trabaja. Allí vio a José, su mejor amigo apenas lo miró le dio su carnet y empezó a caminar a la escalera, no sin antes decirle-. Estás en problemas, y mejor me voy antes de que me arrastres a esto, también debo trabajar.

-Gracias, de verdad, te lo debo...

Jose subía las escaleras y cuando Maira se acercó a Samuel, Jose hizo una señal de dispararse en la cabeza y luego fingió caerse en las escaleras, Sam apenas pudo disimular no sonreír.

-9 minutos tardes Samuel Castro... Un minuto más niño y te vas a casa, ¿que sucedió está vez? Y no digas nada de los Dioses de la tierra. Ya estoy cansada de esa misma escusa, no culpes a los héroes por despertar tarde -Maira movía su cola de aquí para allá; una cola de león, la mujer mostraba sus colmillos, la únicas partes de león que tenía era la cola y los colmillos, del resto parecía una "Normie" como lo es Sam.

-Perdón señorita Wickham, intentaré no tardar... Pero es que esos héroes o villanos interrumpen en el camino, y las personas solo podemos... -Sam guardo silencio cuando la gerente levantó la mano-.