Un pasto tan verde que brillaba con el sol. Arboles con su fruto de melocotón se movían con el viento. En el centro del pequeño jardín una gran roca descansaba, sobre la roca estaba una figura que dejaba caer una gran bufanda roja.
—¡Por fin llegas! —Exclamo el mono al girarse para ver a Sam a los ojos—. Intente comunicarme contigo en sueños, pero al parecer aun no habías desarrollado del todo mis poderes... Espera, ¡Aun no lo has hecho del todo! ¿Como es eso posible?
Sam detallo la figura del mono, con más rasgos humanos que de mono. Al acercarse, el mono salto de la roca y también se acerco a Sam. Sun-Wukong empezó a oler a Sam, toco su cabello y sus brazos.
—Brazos fuertes, hmm, entrenas por lo que veo. Cuando por fin desperté rebusque en tus memorias, una linda familia, quien diría que el mismo maestro, unos buenos amigos, una buena vida, muy tranquila, pero al parecer todo ha cambiado desde que despertaste tu lado... que es mio —Sun camino a un árbol y de una patada hizo caer varios frutos. Le lanzo un melocotón a Sam—, Tu eres mi ultimo truco, antes de morir, el viejo me enseño muchos trucos para ser inmortal. Temía morir, no quería morir, y alcance la inmortalidad gracias a un amigo, lastima que lo hice muy tarde y no alcanzo para él —Sun mordió el melocotón, y señalo a la fruta que tenia Sam en la mano—. Cómela, sirven para volverte inmortal, y son muy dulces, pero si no tienes estomago para soportarlo, moriras, sin presion. Ah pero asegúrate de hacerlo cuando despiertes. Desde ahora viviré atraves de tus ojos, tu vida sera mi vida también, así que asegúrate de no morir.
A espaldas de Sam se abría una puerta muy brillante, Sam observo la fruta y luego observo a Sun-Wukong—. Tengo muchas dudas, desde que supe la verdad, solo tengo muchas dudas.
—Se te responderán mediante avances.
—Pero ahora quiero hacerte una pregunta...
—Hazla.
—¿Quien te asesino? ¿Quien pudo vencer a alguien tan poderoso como tú?
Sun-Wukong miro al suelo con un poco de tristeza, se giro para ver la roca y dijo sin mirar a Sam.
—Un amigo.
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Al abrir los ojos Sam estaba en la misma habitación donde empezó a meditar, a su lado se encontraba su Sensei. En sus piernas se encontraba la fruta que le había dado Sun-Wukong en lo que se podría llamar un "sueño". El Sensei abrió los ojos al momento y observo la fruta.
—Lo lograste, conectaste con tu vida pasada.
El Sensei se puso de pie y empezó a caminar dando la espalda a su alumno mientras seguía hablando.
—Es bien sabido que el viejo Wukong podía materializar lo que sucedía en sus sueños, por eso se materializo la fruta enfrente tuyo. He visto esa fruta antes, existen frutas que te vuelven inmortal, pero no todos pueden comerlas, algunos no soportan el poder de la fruta, y mueren al cabo de unos minutos, por eso, chico, debes pensarlo muy bien antes de...
Cuando el Sensei se dio la vuelta ya Sam estaba llegando a la semilla del durazno, el contraste de los colores amarillo y rojo se juntaban con el sabor dulce de la fruta.
—Tenia hambre, maestro, y usted estaba hablando mucho... ¿No debía comerla? La fruta de sueño sabe igual a la del mercado.
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La leyenda del rey mono
Historical Fiction¿Que pasaría si en un mundo de humanos los Dioses vivieran entre nosotros? un mundo donde no solo viven entre nosotros, también son héroes de la tierra, algunos con trabajos cotidianos, solo algunos escogen otra vida que no sea la de ser un súper hé...