XIII

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—. ¿Puedo sentarme?

Jungkook me miró con sus ojos hinchados y asintió recorriéndose en el sillón del jardín del hotel dejándome un espacio para sentarme a su lado. Tenía puesta la capucha de su sudadera y con frecuencia sorbía su nariz roja, irritada de llorar tanto. Me daba mucha tristeza verlo así.

—. Hace mucho tiempo no veía uno.—dijo repentinamente sin mirarme a los ojos, pero sabía que mi expresión era confusa por su comentario—. Un Black Ocean.—respondió—. Era mi peor miedo cuando tenía dieciséis y estaba parado frente a un escenario. No pensé que me seguiría dando tanto miedo quince años después.

Jungkook no lo sabía, pero probablemente a mi me daba mucho más miedo que a él. Siendo una asistente con un sueldo tan bajo en una empresa que apenas estaba despegando, tener un Black Ocean o un descenso de cualquier tipo en rating y en ventas, significaban muchas cosas; significaba tener que decidir entre comer y regresar a casa sana y salva, o tal vez era bañarte con agua fría un mes porque no podías pagar la mensualidad del gas, también era trabajar hasta tarde y buscar alternativas en tiendas de conveniencia o restaurantes pequeños y aún así no poder pagarte una comida decente.

Jeon Jungkook rechazó más de diez empresas, un Black Ocean no habría arruinado por completo su sueño, tenía tantas empresas a sus pies que si hubiese querido, habría tomado la oportunidad de estar en ellas y cumplir su sueño de ser una estrella.

¿Yo? Yo sólo podía irme al público y encender el flash de mi teléfono celular con tal de que ese Black Ocean no me arruinase mi propia oportunidad de sobrevivir en el medio del entretenimiento.

Pero después de verlo como manager, entendía que era humillante y Jungkook, se sentía humillado, como siempre me había sentido yo al entrar a Big Hit; por eso no podía culparlo de nada. Tenía cada gramo de mi empatía en su persona.

—. Yeo Reum-ah...—me llamó con su débil voz girando su cabeza para verme—. ¿Qué estabas haciendo entonces?—le miré un tanto confundida de nuevo—. Cuando tuvimos nuestro primer Black Ocean en 2013.

Suspiré profundamente. Realmente me estaba debatiendo si contarle la historia de mi vida a Jungkook, sin embargo, no pude negarme. Estaba pasando por un momento difícil y ahora yo era su manager, supongo que nada malo sucedería.

—. Yo...tenía quince años.—comencé recordando aquellos años—. Probablemente mi objeto más preciado era mi mp3 con canciones de Girls Generation, Big Bang y Súper Junior...era muy feliz.—dije con una sonrisa nostálgica—. Fue tan sólo una casualidad. Mi prima trabajaba como estilista para la televisora donde se transmitiría su presentación y yo, como buena aprendiz le pedí que me llevara a la televisión el día de su debut.—expliqué haciendo memoria—. Todo fue tan aleatorio...y poco después, eran ustedes, los que estaban sobre la pantalla de mi primer BlackBerry, sufriendo por un Black Ocean.—dije haciendo una mueca con mi boca—. Yo también sufrí por ustedes. Después de ser testigo del debut, pensé que lograrían grandes cosas, tras el Black Ocean nadie me creía que ustedes podían ser la nueva sensación y entonces...sucedió.

—le miré cortamente, parecía que había logrado atraparlo con mi historia porque m miraba atento, como un niño mirando a Pingu en la televisión un sábado en la mañana—. No pares, sigue.

—solté una risa y continué—. En 2017, empecé a trabajar en una pequeña empresa de estilistas, Big Hit nos contrató para un evento suyo y cuando supe que irían a los Billboard Music Awards sentí...orgullo.—dije con una media sonrisa—. Había tenido razón, esos chicos que vi hace cuatro años están a nada de ser estrellas internacionales.—me encogí de hombros—. Lo demás ya lo sabes.

—. No, ¿que paso después?

—. Renuncié a la empresa y apliqué para Big Hit. Me contrataron porque hubo un error en el trámite de contratación. Una estilista iba a estar en mi lugar, pero los papeles se intercalaron y terminaron contratándome a mi, cuando se dieron cuenta prefirieron no decir nada para no molestar a Bang.—expliqué soltando un suspiro al sólo recordarlo—. Fue una casualidad todo.—coloqué mi barbilla sobre mi mano—. Yo quería trabajar para la banda más grande del mundo. Nunca entendí por qué no te agradaba a ti y después de que se separaran...me hice mi propio camino hasta donde estoy.

Backstage; J.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora