Backstage; J.jk

XVI

—. Jungkook-ah, ¿ya acabaste de empacar? ¡El autobús se va en media hora y no espera a nadie!—grité desde el baño de la habitación del hotel, esperando que Jungkook me hubiese escuchado y ya estuviese listo para devolvernos a Seúl.

—. Ya, estoy listo, sólo me estoy mentalizando para cuando lleguemos a la agencia.—mencionó el castaño mientras acomodaba su cabello mirándose frente al espejo del baño.

—. Pff, no te preocupes, no creo que Si-Huk te diga algo.

—. ¿Y si me despide?—preguntó con su voz temblorosa, solté una risa por su reacción, se veía tan lindo.

—. Anda, vámonos ya. Si te despide a ti, tendría que haberme despedido antes a mi.

Jungkook también rió por mi comentario y antes de que pudiera salir del baño tomó mi muñeca para hacerme girar a verlo, él unió fugazmente nuestros labios y después me soltó para mirarme con su sonrisa de conejo.

—. Ya estoy listo.—dijo manteniendo su sonrisa y encogiéndose de hombros—. Vámonos. Toma tus cosas.

Solté un bufido tratando de mantener la compostura y salí detrás de él de la habitación. Al llegar al lobby del hotel ya estaba ahí todo el staff y el chofer del autobús que nos estaba esperando, todos salimos al estacionamiento del hotel y empezamos a subir el equipaje, posteriormente subimos todos y el autobús comenzó a andar hacia Seúl.

Jungkook, como siempre, se dirigió hasta la parte trasera del camión, yo lo seguí y me senté en el asiento a su lado. Podía sentir las miradas de las maquillistas y los mezcladores de sonido sobre nosotros, desde que salimos a cenar hace unos días Jungkook y yo, sabía que el staff olía algo entre nosotros. Lo cual anteriormente me habría hecho hablarles en privado y pedirles que no esparcieran rumores sobre nosotros y les habría dicho que Jungkook y yo solamente tenemos una relación profesional.

Pero ahora, poco me importaba qué pensaran de nosotros. Si les parecía correcto o no, si se lo dirían a su vecina apenas llegaran a casa, si le venderían el chisme a una revista o incluso si le dijeran a mi jefe. No podía importarme menos, ni sus pensamientos, ni sus miradas de colegialas de secundaria mirando a la nueva pareja del salón, ni sus cuchicheos.

Es más, si querían show, iba a darles un espectáculo.

Jungkook miraba hacia la ventana observando el paisaje, tenía sus audífonos puestos y sus manos sobre sus piernas. Yo colé mi mano derecha hasta donde estaba la suya y entrelacé nuestros dedos para después recargar mi cabeza sobre su hombro. Él, me miró para después acomodarse en el asiento y que me fuera más cómoda la posición en la que estaba.

Si querían hablar de nosotros, que hablaran.

[.....]

—. Dios, estoy nervioso.—mencionó Jungkook caminando a mi lado por los pasillos de la empresa. Apenas llegamos, las maquillistas hicieron su trabajo para que nos viéramos presentables para ir a ver a nuestro jefe e informarle lo qué pasó en la gira.

—. ¿Quieres dejar de tocarte el pelo? Jin hee tardó una hora haciéndote el pelo y no te quedas quieto.—me quejé en voz baja deteniéndome en mitad del pasillo para quitarle las manos de encima y acomodar su cabello.—. Ahí está, no lo toques.

—. Yeo Reum-ah...—dijo frunciendo su ceño y colocando sus manos sobre mi cintura.—. Se que siempre lo hablamos a broma, pero...¿de verdad no te da miedo que te despidan? ¿Qué vamos a hacer sin un empleo?

—. Dijiste que tú no tenías miedo...—le reproché en el mismo tono bajo en el que estábamos hablando.—. Por eso dejé de tenerlo, digo, nos está obligando a hacer cosas que nos pueden llevar al despido...