Liverpool, Inglaterra... 2019Que agotada me siento, como si hubiera corrido un maratón. Debería ir y ayudar a mi mamá con los deberes de casa pero estoy tan agotada que no me puedo levantar de la cama.
-Elena ¿Estás despierta?- tocó la puerta mi mamá.
-Si mamá, en un rato voy contigo- le dije en voz baja.
Como pude me levanté de la cama, mis piernas estaban tan cansadas, supongo que haber trabajado 12 horas seguidas sin descanso como mesera me está rindiendo cuentas.
Una vez lista salí de mi habitación para ver a mi mamá. Para mí sorpresa encontré la sala de estar en desorden, con bolsas y muchas cosas llenas de polvo.
-¿Qué es todo esto?- le dije señalando las bolsas.
-Son cosas que bajé del ático, las daré en donación, hay mucha ropa y cosas que ya no se utilizan y le servirán a otra persona- me dijo limpiando el polvo de una lámpara- ¿podrías ayudarme a clasificar todo en diferentes bolsas?
-Si, claro- tomé una bolsa y comencé a revisar lo que había dentro.
Habían cosas muy viejas, como pequeñas lámparas, ropa vieja, viejos marcos de fotos.
Buscando entre las cosas me quedé asombrada al ver mi libro favorito de hace mucho tiempo.-Fantasy Secrets- dije en voz baja.
Mi mamá me miró y sonrió, se acercó a mí y me ayudó a limpiar el polvo del libro ya muy maltratado.
-Tu libro favorito- me dijo mientras lo limpiaba.
-Eso fue hace mucho- le sonreí- ¿darás este libro en donación?
-No lo sé ¿Lo quieres guardar? Sé que significaba mucho para ti.
-Mamá, ya tengo veinte años, ya no creo en cuentos como lo hacía de pequeña.
-No lo sé, talvez leerlo de nuevo devuelva una sonrisa a tu rostro, llévatelo. Si lo lees de nuevo y te parece aburrido esta vez, lo donaré.
Miré el libro por un par de segundos, tenía mucha ilusión de leerlo una vez más y retroceder el tiempo hasta mi niñez, dónde me imaginaba mundos extraordinarios.
No podía evitar sentirme triste al saber que esa magia en mi se había perdido con el pasar de los años, supongo que es a lo que se le llama crecer.-Está bien, lo leeré de nuevo- le dije mientras me levantaba para ir a mi habitación.
-Cuando ya no estés ocupada vienes y me terminas de ayudar.
-Claro mamá.
Fui hasta mi habitación y coloqué el libro en la cama, me senté junto a él y con un suspiro lo abrí poco a poco, sus páginas ya estaban muy gastadas y decoloradas pero sonreí al ver que aún los dibujos y las letras se alcanzaban a ver con facilidad. Me puse cómoda y comencé a leer, cada vez que miraba los dibujos de las hadas y los diálogos no podía dejar de sonreír.
Reía con fuerza al leer los chistes malos que hacían los guardianes del bosque, al igual que como me reía de pequeña.Estaba muy feliz leyendo hasta que llegó el final del libro, el libro no estaba terminado así que cuando yo era pequeña me imaginaba distintos finales, talvez los hijos del sol y la luna escaparon y vivieron felices por siempre alejados del reino, talvez en una gran casa llena de azúcar o talvez vivieron en una cabaña lejos de las personas.
-Y nunca nadie más los volvió a ver- dije en voz baja mientras acariciaba la última página.
Me puse a pensar por unos instantes lo bonito que sería poder conocer el final de la historia ¿qué era lo que quería demostrar el autor? Busqué el nombre del autor atrás del libro pero no había rastro de algún nombre, no había menciones hacia nadie y ni siquiera créditos. Me pareció muy raro porque era algo normal de los libros.
Sonreí para mí misma y coloqué el libro en la cama, me levanté para buscar algunas cosas que dar para donación. Mientras miraba mi estante de libros viejos escuché un sonido y miré por mi costado. No había nadie así que miré hacia mi cama y el libro estaba abierto. Caminé hacia el, lo miré por unos instantes y caminé hacia la ventana para asegurarme que no estuviera abierta.
-Talvez solo fue el viento- dije.
Volví hacia el estante y mientras seguía revisando escuché el mismo sonido de nuevo, esta vez asustada me quedé sentada en la cama esperando volver a escuchar el mismo sonido. Miré de nuevo hacía el libro y estaba abierto en la última página, dónde se acababa la historia.
Agaché la mirada y me puse a pensar en que estaba loca al pensar que el libro se había movido por su propia cuenta, logré escuchar a lo lejos que mi mamá me llamaba sí que dejé el libro tal cual estaba y fui al baño dentro de mi habitación por un momento.
-Desearía vivir en Secretos de Fantasía, talvez la vida así sería más facil- dije en voz baja mientras caminaba hacia el baño.
Al entrar me eché agua en la cara y me miré en el espejo por unos segundos, cuando estaba por buscar una toalla y secarme la cara logré escuchar un ruido y de repente el suelo comenzó a moverse.
-Es un temblor- dije asustada.
En mi desesperación quise abrir la puerta pero cuando estaba por abrirla el suelo dejó de moverse. Me quedé quieta por un momento esperando a que algo pasara pero nada sucedió así que con cuidado abrí la puerta del baño. Cerré la puerta detrás mío, cuando levanté la cabeza me quedé paralizada al ver lo que tenía al rededor mío.
-¿Un bosque?- dije con voz temblorosa -pero... ¿Dónde estoy? ¿Algo me habrá golpeado la cabeza? - ví hacía todos lados, me di la vuelta para regresar a la puerta del baño pero la puerta había desaparecido.
-Por todos los cielos ¿Dónde estoy? ¿Estaré inconsciente? - miré mis manos he intenté pellizcarme para asegurarme de que esto que estaba viendo era solo una mentira.
Nada funcionaba, seguía en el mismo lugar.
Miré hacia un costado y encontré el libro en la tierra, lo recogí y busqué un lugar donde sentarme a pensar. El bosque donde me encontraba estaba muy oscuro, a pesar de saber que era talvez un sueño lo que estaba viviendo, me causaba mucho terror encontrarme en un lugar así.-¿Qué fue lo que pasó?- dije en voz baja mientras cubría mi cara con mis manos.
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Espero estén disfrutando de mi nueva historia.
Recuerden votar y comentar si les está gustando cómo va la historia, es un gusto regresar a escribir y compartir mis nuevas ideas.
Sayonara~

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Fantasy Secrets
FantasyDicen que los libros son simples escapatorias de la realidad para los lectores y que los cuentos no son nada más que alimentos para la imaginación de los niños. Sin embargo ¿Alguna vez te imaginaste ser parte de tu libro favorito? Piensa en tu vid...