🌪️SANEMI🌪️

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POV ____

Estaba en el mercado comprando algunas cosas para la cena de hoy, ya se avía puesto algo tarde así que me disponía a volver a la finca que compartía con mi pareja.

Me faltaba poco para llegar a la cede pero alguien me tapo los ojos, rápidamente me asusta, por lo tarde que era pensé que podría ser un demonio, pero me tranquilice un poco cuando una voz humana hablo.

—¿Quien soy?— dijo todavía tapandomé los ojos.

Pensé en quién podía ser, Kanroji aveces hacia ese tipo de cosas así que fue la primera persona la que dije.

—nop— dijo riendo.

Uzui, también hacía eso seguido, cosa que a mí novio no le agradaba mucho.

—otra ves no— dijo divertido.

Me quedaba sin personas así que pensé en Sanemi, el era mi pareja y aunque no hacía ése tipo de cosas en público era muy cariñoso a solas.

—¿Sanemi?— pregunte con curiosidad y cariño.

—¡No!, Eres muy mala en esto ____— dijo la persona quitándome sus manos de mis ojos.

Rápidamente me gire para ver a la persona.

—¡Ren!— dije viendo al hijo del señor donde siempre compró las cosas.

—te olvidaste de esto en la tienda de papa— dijo el dándome una pequeña bolsa.

—¿ah? ¡Ah!, ¡Muchas gracias!— dije tomando la bolsa.

Lo more con una sonrisa a lo que el se sonrojó.

—emm, y-yo quería preguntar si quieres que te ayude con esas bolsas, ya que se ven pesadas— dijo rascándose la nuca.

Iba a decir algo pero vi que rápidamente Ren cambió de expresión a una un poco asustada.

Le iba a preguntar que le pasaba pero me calle cuando una mano se posó en mi cintura.

—gracias niñato pero ____ la voy a ayudar yo— dijo la voz enfadada de Sanemi.

Después de que Ren se fuera asustado por la mirada de mi novio Sanemi me ayudo a cargar las bolsas a la casa.

Sin decir nada el albino se fue a nuestro cuarto, yo me dirigí a la cocina para hacer la cena.

Después de unos minutos estaba revolviendo la comida sin percatarme del albino que me miraba desde la puerta.

El cual con siguió se puso atrás mio y tomo mi cintura poniendo su cara en el hueco de mi clavícula.

—¿Sanemi, que pasa?— dije mirándolo como hundía más su cara.

El albino estaba oliendo a profundidad mi cuello provocándome cosquillas, empecé a soltar pequeñas risitas.

—Nemi me estas haciendo cosquillas jajaja— dije acariciando su pelo.

Cuando toque su pelo levantó la mirada tomándose con la mía, en sus ojos se veía un brillo que no logre identificar.

Iba a volver a preguntar que pasaba pero rápidamente Sanemi con su mano tomo mi mentón y me besó con algo de pesadez.

Al terminar el beso me volteó quedando al frente de el, rápidamente volvió a besarme pero con más intensidad.

Rodeé su cuello con mis manos mientras el tomaba mis muslo subiendolós a su cadera, el albino aprovecho para morder mi labio y meter su lengua en mi boca.

—S-sanemi— dije cuando nos separamos.

—te necesito ahora cariño— dijo con una voz ronca que me estremeció.

Rápidamente Sanemi me posiciono encima de la mesa volviéndome a besar pasando sus manos por todo mi cuerpo.

En unos minutos ya ninguno de los dos teníamos la ropa puesta, el albino me tomo en brazos llevándome a la habitación.

Lansandomé al futón y poniéndose en sima rosando nuestras intimidades con lujuria.

—aahh~— hice un gemido que fue callado por los labios del albino.

Rápidamente Sanemi me comenzó a dar estocadas subiendo un de mis piernas a su hombro.

—Sanemi~ mmmhh~ aahh~— jemi moviendo mi cabeza asía arriba.

El albino soltaba algunos gruñidos mientras me penetraba más fuerte, sentía que ya tenía poco para venirme, mis paredes se contrajeron al rededor de Sanemi hasiendolo gemir un poco más agudo.

—aahg~ me apretrás tan bien— dijo el llevando su cabeza asía atrás.

Unas estocadas más y el albino se corrió dentro haciéndome sentir su cálido liquido en mis entrañas.

Estaba jadeando en busca de aire cuando Sanemi salió de mi para luego ponerme en cuatro.

—¿no pensarás que esto se acaba aquí verdad?— dijo tomándome del cuello desde atrás provocando en mi un gemido ahogado.

Otra ves empezaron las embestidas con una que otra nalgada de parte del oji gris.

Yo ya sentía que me iba a desmayar por las fuertes estocadas que me proporcionaba mi pareja.

En cambió Sanemi se le veía sin ganas algunas de parar sus harremetidas.

Después de unas cuantas rondas más por fin el albino se arrecosto a mi lado rodeandomé por la cintura.

—te amo enana— dijo el apretandomé a su pecho.

—yo también te amo Sanemi— dije rodeando su pecho.

Puse mi cabeza en su torso con una sonrisa, pasaron unos minutos de caricias inocentes para que los dos calleramos dormidos abrazandonós.

Kimetsu no Yaiba (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora