☀️ YORICHII☀️

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POV OMNISCIENTE

Era una mañana muy fría de esas que no vale tan solo una manta para mantenerse caliente, así que cuando ____ tuvo frío buscó desesperadamente a su esposo en la cama para abrazarlo y que este le diera un poco de calor.

-¿Yorichii?- pregunto extrañada la mujer al no encontrarse con los cálidos brazos del hombre.

Suspirando la fémina se enrollo la cobija para después bajar de la cama, al poner sus pies en el frío suelo un escalofrío invadió todo su cuerpo.

Refunfuñando un poco la fémina para después terminarse de parar y empezar a caminar a través del cuarto y el pasillo, buscando a tientas, todavía rodeada con la oscuridad de las primeras horas  del día, a su esposo.

Pasando por toda la finca del sol, posándose ya por fin llegó al lugar que quería la fémina.

-Por supuesto que eres el único que entrena a estas horas- dijo esta cruzando los brazos y viendo al hombre.

-y sin camisa ¡Dios cariño! ¡¿Quieres coger un resfriado?!- pregunto exasperada.

POV YORICHII

Mire a ____ con su ceño fruncido, tenía puesto un kimono liso blanco con una manta roja, note como esta estaba tiritando un poco.

-estoy bien, ve a la cama, se ve que tu si tienes frio- dije mirando al frente dispuesto a volver a mi entrenamiento.

Escuche como mi esposa renegaba tratando de que la acompañara otra vez a la cama.

-Cuando termine aquí ir contigo- dije aunque esto no convenció a ____.

-Pero Yorichii~, no puedo dormir sin tu calor- dijo esta haciendo un pequeño berrinche.

-Ya te dije, cuando termine volveré contigo- volví a decir.

La fémina a mi costado suspiro dándose la vuelta a dirección de la casa, pensé que iría de regreso a nuestra habitación pero de un momento su voz resonó en mis oídos.

-bueno, si no me quieres dar tu calor iré a buscar a Rangoku San, seguro el si esta dispuesto a darme su calor- dijo empezando a caminar.

POV ____  

Solo pude caminar algunos pasos antes de que el pelirrojo me tomara en sus brazos para después encaminarnos a nuestro cuarto.

-¿C-cariño?- pregunte mientras veía su cara ensombrecida y con el ceño fruncido.

 No pensaba que mi plan para que volviera a la cama conmigo acabaría con el enfadado, sabia que mi esposo poseía unos celos infernales por el pilar de la llama, pero sabia como controlarse la mayoría de las ocasiones.

Al llegar a la habitación Yorichii me tiro en la cama y se coloco enzima mio.

-Te mostrare que una pequeña llama no se compara al sol- dijo con voz ronca que me hizo temblar un poco.

Después de eso el pelirrojo me beso con gran pación mientras me acariciaba lentamente mis muslos.

-aammh~- solté un gemido entre el beso, que el de ojos rubí aprovecho para meter su lengua en mi boca.

Entre besos húmedos Yorichii quitaba mi kimono, cuando su labor fue completada llevo sus labios a mi cuello y fue distribuyendo besos y chupones por toda mi piel.

-Y-Yorichii~- suspire arqueando levemente mi espalda.

El pelirrojo rio un poco alejándose un poco de mi para sonreírme con un brillo en sus ojos.

Mientras mantenía su mirada en mi se llevó sus manos a su pantalón empezando a desabrochar el cinturón.

Cuándo por fin Yorichii se deshizo de la prenda trague saliva algo nerviosa, este al notarlo esbozo una sonrisa tranquilizadora acariciándome la mejilla.

-tranquila~, te lo haré despacio asta que te acostumbres- dijo para después besarme.

Poco a poco este se introducía en mi sacándome un suave quejido entre el beso.

Cuándo su miembro estuvo por completo dentro mío espero unos segundos acariciándome los muslos con delicadeza.

Después de eso comenzó un vaivén suave sacándome suaves suspiros como prometió, pero poco a poco me iba acostumbrando más y queriendo que el pelirrojo me proporcionara más placer de que me estaba dando, e inconscientemente empece a mover mis caderas al compas de sus embestidas.

-parece que ya te gusto- susurro en mi oreja con una voz ronca que me hizo dar un gran escalofrió.

A continuación este intensifico sus embestidas arrancándome un gran gemido de excitación, sentí como Yorichii lamia mi cuello para después darle pequeños mordiscos.

-Y-Yorichii~- gemí con dificultad y lagrimas en los ojos.

Mientras que mi marido aumentaba las embestidas este daba pequeños gruñidos que me ponían aun más caliente.

Acomodándome mejor termine sentada en las piernas del de ojos rubí mientras este me agarraba de los muslos y marcaba mejor el vaivén.

-Mierdaah~- susurro el pelirrojo teniendo un pequeño espasmo.

Estaba al borde de su liberación, lo podía sentir por como su miembro palpitada en mi interior y yo estaba igual que el.

Mientras el daba sus ultimas embestidas lo tome por su cuello y darle un beso.

-vengámonos juntos cariño~- susurre a lo que el sonrió y me volvió a besar.  

Unos segundos más los dos nos corrimos dando un gemido, nos acostamos en nuestra cama abrazándonos, antes de que el sueño me alcanzara sentí como el de ojos rubí me daba un beso en la frente.

-descansa linda- dijo para después fundirme conmigo en los sueños. 

          

Kimetsu no Yaiba (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora