No es lugar para hadas

Capítulo 10 Walkin'on broken glass

https://www.youtube.com/watch?v=y25stK5ymlA

"The sun's still shining in the big blue sky
But it don't mean nothing to me
O-o-oh let the rain come down
Let the wind blow through me
I'm living in an empty room
With all the windows smashed
And I've got so little left to lose
That it feels just like I'm walking on broken glassWalking on, walking on broken glass "

    Annie Lennox

He oído todo. Me encuentro de rodillas en el suelo, hecha un ovillo. Lloro con amargura, evitando respirar para no hacer ruido, con la cara apretada contra mis piernas. He estado a punto de atragantarme varias veces. Lo peor de todo es que no sé de qué me sorprendo, él ya me lo había dicho. Quizás tenía esperanzas, quizás alimenté ilusiones...

Oigo pasos. Vincent está subiendo por las escaleras, pero no me importa.

-¿Lo has oído todo? –quiere saber. No lo dice preocupado. No le respondo, pero no porque no quiera, es que no puedo-. Supongo que aunque ya lo supieras no es lo mismo oírlo de los labios de la persona –lo dice sin emoción. Sigo llorando, no puedo parar-. ¿Sabes qué vi en sus ojos cuando se lo dije? –no contesto-. No vi la misma rabia en los ojos de Nuada cuando se enfrentó a mí. No, no había ese fuego tan intenso. De veras me habría matado si hubiera podido. Es gracioso, se habría muerto antes de decirte lo que sentía por ti, pero me habría matado por decir todo lo que dije.

-¿Y tú qué sabes? –pregunto por fin, pero no lo digo con la intención de ofenderle o de hacerle daño, cosa que de todas formas no conseguiría, sólo lo quiero saber.

-Jajajaja –su risa me enfurece-. Tú no viste como se aterraba cuando me veía, incluso anoche cuando estaba aquí, o esta mañana cuando me fui. Temblaba como un niño, pero ahora me gritó, con rabia, por eso lo sé. Alguien como él jamás le gritaría a alguien como yo, pero, por defenderte, lo único que le faltó fue arrancarme la cabeza. No habría podido, pero si llego a soltar alguna tontería más seguro que lo hubiera intentado –me pongo de pie.

-¿Qué te parece tan divertido? –grito y salgo corriendo hacia el dormitorio. Creo que me sigue, pero no parece ir muy rápido.

-¿Con quién estás tan enfadada? –realmente no lo sabe.

Entro en la habitación y corro hacia la ventana. Salgo por ella dando un salto. Por desgracia me doy cuenta tarde de un pequeño detalle... Mis alas no están curadas, así que no puedo volar. Siento pánico, luego resignación y por último tristeza. Cierro los ojos, y en ese preciso momento noto como me cogen en brazos. Ya no me precipito al vacío.

-Por lo menos ahora me hablarás sin salir corriendo. O eso o te suelto –me amenaza. Empiezo a llorar de nuevo, desconsolada-. Si querías suicidarte me lo podías haber dicho. Soy un ángel de la muerte, ¿lo has olvidado? –la angustia me está rompiendo el corazón en pedazos-. ¿Qué es lo que te ha dolido tanto, niña?

-Sé que no me mentiste, sé que me dijiste que no podías amar y que no me prometiste nada pero... entonces no me llames "mi amor".

-Sólo son palabras, las palabras no son hechos, no demuestran nada. Yo podría decirte ahora que te amo con locura, niña, pero tú... tú en el fondo sabrías que no es cierto. Podrías engañarte, pero sabes que no es verdad y no serías feliz. No sé porqué pero no quiero que seas infeliz, aunque sé que yo saldría beneficiado. Sé que podría aprovecharme de ti, pero no puedo, y créeme si te digo que quería hacerlo, pero lo que te doy es todo lo que puedo darte, no lo que tú buscas. Mírame, mira como me has cambiado, pero no te engañes. En cuanto escojas un camino yo volveré a ser un demonio, y todo lo que ello significa -me abrazo a él y continúo llorando-. Ahora... ¿Qué es lo que tú quieres hacer? –le miro a los ojos, negros y vacíos como el más profundo abismo. Medito unos instantes.