🌻 [ EPÍLOGO ] 🌻

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I don't know what I'm supposed to do,

Haunted by the ghost of you

Oh, take me back to the night we met

[ Lord Huron, The night we met ]


🌻


En tu vida me mostraste más de lo que pude conocer durante toda la eternidad.

Cuando me dijiste que te quedarías conmigo, pensé que era una broma, o un sueño. O que en algún momento perdí la cabeza y comencé a fantasearte. Pero no. Tú estabas ahí. Tus manos eran reales, tu voz, tu rostro, la certeza que dibujaban tus ojos.

Habías vuelto conmigo.

Estaba feliz, aliviado de una forma que no te podrías imaginar. Pero también me sentí culpable por alejarte de tu hijo y negarte la oportunidad de tener una mejor vida en tu mundo, fuera del océano.

Sin embargo, tú dijiste: «¿No lo ves? No he renunciado a nada, comadreja. Yo me decido por ti».

Y solo el tiempo me permitió entenderlo.

Al principio fue difícil. Después de todo, éramos tritón y humano. Las piernas en mi especie funcionan solo como un mecanismo de defensa para sobrevivir cuando no estamos en nuestro hábitat; por tanto, no pude recurrir a ellas con mucha frecuencia. Además, era tedioso.

Lo sabías, ¿no? Estando en tierra firme mi cuerpo se deshidrataba muy rápido; mi piel se resecaba horrible, a menos que me dieras a beber diez litros de agua al día. Tú te burlabas de mí por eso, pero te gustaba cuidar de mí. Cuando caminábamos por la ciudad, te detenías y me besabas de improvisto, preguntándome si tus labios eran suficiente para humectar los míos. Y luego reías, entretanto sacabas de tu mochila una botella con agua.

Sé que mis días como humano no fueron frecuentes, pero siento que no pudimos ocuparlos mejor. Tener piernas sirvió para que Izumi y Gaara no se desmayaran la primera vez que me vieron, aunque ella te tomó como un lunático cuando le dijiste que yo venía, literalmente, del mar.

«Tu cabeza en serio se atrofió en el accidente, ¿verdad, hermanito?»

Y fue gracioso, porque siendo ella una mujer adulta, tres años mayor que tú, la verdad es que sí se desmayó cuando bajó a la playa y vio mi cola.

Al contrario de ella, Gaara resultó ser un niño muy precoz, ¿no?

«Es un tritón, tía. Los libros dicen que son los hijos de Poseidón».

Con tus amigos del trabajo no tuvimos muchas complicaciones. Obito y Kakashi eran los únicos que sabían la verdad; los demás solo me conocieron como el novio que venía cada seis meses y convertía a Shisui Uchiha en el ser más empalagoso del planeta.

Ellos eran graciosos, en especial Hidan y Deidara. No podías dejarlos en un cuarto solos sin que intentaran asesinarse.

Amaba pasar tiempo contigo y la gente que te rodeaba, Shisui. Amaba tus expresiones cuando Gaara te mandaba fotos de su vida en América y la felicidad incontrolable que te asaltaba cuando él llegaba de visita y pasaba tres meses con nosotros. Amaba la forma enternecida con la que nos mirabas hablar.

«Itachi, ¿tienes idea de lo feliz que me hace ver que las dos personas que más me importan en la vida se llevan tan bien?».

Sí, la tengo. Me pasó lo mismo al presentarte a Sasuke y a mi madre. Incluso recuerdo cómo te disculpaste repetidas veces con Kisame por desmayarte tras haberlo conocido (¿no me creíste cuando te dije que existían tritones con sangre de tiburón?).

Pero, a fin de cuentas, casi siempre fuimos solo nosotros dos. Con o sin piernas. En la playa o en la cama de tu habitación. Tú trayéndome dangos después del trabajo y yo llevándote a lugares escondidos en el mar. Me enseñaste a bailar y yo te enseñé a patalear como delfín.

Nosotros flotando en el agua, mirando las estrellas año tras año, a medida que el tiempo se llevaba el color de tu cabello y plantaba arrugas en tu piel.

«¿Qué es esa expresión, comadreja? Verte tan triste solo hace que envejezca más rápido».

No, Shisui. ¿Cómo podía estar triste si estaba contigo?

Hay algunas cosas que solo mutan, que no perecen y son eternas. Una de ellas es el mar. La playa donde nos conocimos ha dejado de existir desde que el agua la tragó, y ahora las olas chocan feroces contra el acantilado cuando hay mal clima.

Cada otoño, Gaara volvía a su ciudad natal para limpiar la casa que le perteneció a su padre. Solía quedarse un par de días con su familia, y una noche antes de irse, iba al muelle a buscarme. Me llevaba dangos y charlábamos un rato: pláticas mundanas sobre la vida en el mar y en la tierra. Pero todo desembocaba principalmente en ti.

«Yo, al igual que tú, lo pienso todo el tiempo. Lo extraño todo el tiempo. No podría haber pedido a un padre mejor».

Cuando él dejó de venir, la casa del acantilado permaneció sola durante quince años. Sin embargo, un día miré las luces encendidas y un chispazo me devolvió al pasado. Esa noche fui al muelle y Gaara, el hijo que amaste con todo tu corazón, estaba esperándome con una caja en sus manos.

«Tal vez esta es la última vez que nos vemos, Itachi» dijo él. Su voz era suave, su cuerpo menudo como siempre. Las ojeras oscuras, las canas entre los mechones bermellón y las líneas de expresión indicaban que el tiempo tampoco se había olvidado de él. Pero lucía feliz; en realidad se veía contento de verme. Yo también lo estaba. «Así que he venido a traerte esto. Te pertenece. Gracias por todo».

Gaara me advirtió que por ningún motivo debía intentar abrir la caja bajo el agua o te perdería para siempre. Luego, sacó algo de su pantalón: nuestra caracola. La dejó en mi mano y, con una sonrisa llena de melancolía, se despidió de mí.

De nosotros.

Mi gente siempre dice que los viajeros no debemos acercarnos a los asentamientos humanos. Cuando te vi por primera vez, Shisui, yo no debía estar ahí. No debía salvarte, mucho menos quedarme. Pero en algún momento, cuando tus ojos me parecieron lo más hermoso que había visto en el mundo, supe que yo ya no tenía escapatoria. Me había enamorado de ti y ese sentimiento perduraría para siempre, aunque tú ya no estuvieras aquí.

¿Sabes que, aun así, no lo cambiaría por nada? Ni a ti ni a esta playa sumergida en el mar.

La luna vista a través del agua ya no es tan blanca. Tú y yo solíamos recostarnos sobre estas rocas, Shisui. Me abrazabas a tu pecho y no parabas de hablar hasta que te quedabas dormido.

Ahora, sin embargo, soy yo quien aferra la pequeña caja donde estás, cerrando los ojos, escapando en mi fantasía y rogándole a los recuerdos que me arrastren al pasado.

Al día en el que nos conocimos.

~ FIN ~

🌻🌻🌻

Ahora sí, esto es todo. Lo lamento, estaba destinado a ser así desde el principio. Pero su amor siempre fue (y será) puro y sincero 🖤

Muchas gracias a todas las personas que llegaron hasta aquí con lecturas, votos y/o comentarios (las mencionaría a todas, pero ustedes ya saben quienes son <3). Me emociona porque Wattpad sigue siendo nuevo para mí y, en realidad, nunca he sido tan constante con mis historias como ahora. "Escape" y "Umi no itachi" son los dos primeros fics que termino en... siete años, me parece, así que muchísimas gracias a todxs (:3) En serio que lo aprecio demasiado.

Por cierto, escribí una escena más feliz que ya no alcancé a meter aquí. Está publicada en mi libro de one-shots  "ShiIta's little pieces".

¡Y estén al pendiente (si gustan) de los one-shots que escribiré en la ShisuIta Week 2021! También sería muy hermoso que se animen a participar, porque este mundo necesita más de Itachi y Shisui~

Ya, fuera el spam. ¡Eso es todo! 

¿Qué les pareció?

🌊 Umi no itachi 🌊 [ShiIta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora