🌊 Umi no itachi 🌊 [ShiIta]

💧[ 7 ~ Gotas de mar ] 💧

Why do you do this to me?

Why do you do this so easily?

You make it hard to smile,

Because you make it hard to breathe

Why do you do this to me?

[ Secondhand Serenade, Why ]

💧

Observo mi vaso, tentado en tomar otra ronda. Me estoy sintiendo mareado; el ruido, el calor y la voz de Obito provocan punzadas en mi cabeza.

—¿Por qué lo piensas tanto? —pregunta él, pasando su brazo alrededor de mí—. ¿No es la solución que estabas buscando? ¡Debiste aceptarlo de inmediato!

—No es tan fácil, Obito—Konan está sentada a mi lado. Mientras tanto Yahiko, Nagato e Hidan ríen sobre alguna tontería—. Shisui tiene una vida aquí. Estamos nosotros, está Izumi.

—Sí, y su hijo está por mudarse precisamente al lugar donde le están ofreciendo trabajo—apunta Obito—. De cualquier forma, si se va, nosotros ya tenemos una excusa para visitar Nueva York de vez en cuando.

—No estoy seguro de aceptarlo.

¿Pero qué estoy diciendo? Esta es la oportunidad que estuve esperando, Obito está en lo correcto. Debí aceptar el puesto de inmediato.

—¿Es por la persona con la que te estás viendo?

Suspiro y tomo la botella para rellenar mi vaso (¿desde cuándo es mi primo tan listo? Kakashi debe hacer un excelente trabajo). Un poco de alcohol ayudará a que me sienta menos culpable por haberte dejado plantado, Itachi.

—Por eso y por mí. Apenas tengo estabilidad, ¿y de pronto voy a tomar un avión para empezar de nuevo en otro país?

Si lo pienso bien, no es una mala idea. En Nueva York estaría cerca de mi hijo, tendría un trabajo mejor pagado. Oportunidades como ésta se le presentan a personas como yo solo una vez en la vida.

Konan me regala una mirada comprensiva. ¿Llegará a imaginar el dilema por el que estoy pasando?

Perder a mi hijo o dejar a mi comadreja atrás.

Aunque, ¿no es por mí que te quedas en la playa, Itachi? ¿No soy yo quien te aleja de tu familia? Estabas melancólico cuando me hablaste de tu hermano. ¿Cómo podría estar tranquilo con eso?

—Si tienes a alguien especial, deberían hablarlo con calma, Shisui—dice mi amiga—. Sé sincero sobre lo que quieres. Seguro lo entenderá.

¿Lo harás?

—Además, tú dijiste que-

—¡TOOOOOOOOBI! — una voz interrumpe la de Obito. Si no fuera por los efectos del alcohol, habría adivinado rápidamente que se trata de Deidara—. ¿Pero qué rayos estás haciendo aquí, hum?

El rubio cierra sus brazos sobre el cuello de Obito. Mi primo se queja, fingiendo que se ahoga.

—Me ofende tu pregunta—exclama Obito—. Hoy es noche de tragos.

—Pues el que debería estar ofendido es Kakashi—replica Sasori, separando a Deidara de Obito—. La presentación de su libro empezó hace una hora y tú todavía estás aquí, llenándote el estómago con whiskey barato.

—Pésimo gusto, por cierto, hum.

La cara de Obito se pone pálida.

—¡Mierda, debo irme!