🐚 [1~ Caracola] 🐚

1.5K 136 19
                                    

If time is my vessel

Then learning to love might be my way back to sea

[Interpol, Public Pervert]

🐚

Inhalo hondo. El calor se contiene en mi pecho y siento el profundo deseo de congelar este momento en el tiempo. Que cada segundo dure un pedazo de la eternidad mientras decido si me arriesgo o permanezco de esta manera, contemplándote hasta que una fuerza superior venga a separarnos.

Tú descansas sobre la roca, párpados juntos y largas pestañas pétreas. La brisa dejó pequeñas gotas sobre tus mejillas que trazan su camino por tu cuello hasta hundirse en la melena húmeda. Me pierdo ahí fácilmente, me inclino un poco más y me pregunto cómo es que tu rostro adormilado es lo que más me cautiva de una criatura tan mágica como tú.

Las olas del mar traen a mi memoria el mismo sonido que rompió el hielo justo después del mal chiste que hice el día en que nos conocimos.

«¿Cómo puedes llamarte Itachi?» Enarcaste una ceja, como si hubieses escuchado la pregunta más estúpida del mundo. Debes entenderme, aquella vez yo estaba tan abrumado que me pellizqué el brazo varias veces para asegurarme de no estar soñando (o muerto).

«¿Qué tiene de malo?» Preguntaste, inmutable, pero con el color de tus ojos fluctuando sutilmente entre el negro y el carmín. Pensé que eso era producto de mi loca imaginación haciéndole trucos a mi cabeza, como si verte pudiera ser todavía más extraño y surreal de lo que ya era.

«Bueno, las comadrejas son animales terrestres.» Apunté, con toda lógica, por supuesto. «Tú definitivamente no puedes llamarte así.»

Te observé curvar las comisuras un poco, pero no llegó a nacer una sonrisa. Seguías detrás de la roca, listo para huir ante cualquier movimiento extraño que se me ocurriera hacer. Pese a que el agua cubría la mitad de tu cuerpo, yo era perfectamente capaz de ver las aletas azules asomándose entre tu cabello, donde deberían estar los oídos.

«Tú te llamas Shisui* y ni siquiera sabes nadar.» Replicaste. Recuerdo perfectamente cómo el tono receloso de tu voz contrastó con la pizca de triunfo en tu mirada.

Llevé la mano a mi cabeza, revoloteando mis rizos mientras me adentraba más en el agua con cuidado. De todas formas, mi costoso traje se había arruinado, no tenía arreglo ni aunque lo llevara a la tintorería más cara.

Estaba a cinco metros de ti, un paso más cerca y sabía que huirías, así que me quedé quieto.

«Je, ¿eso no te parece gracioso?» Definitivamente no. «En ese caso yo debería llamarme Itachi y tú Shisui. Así el mundo volverá a girar en la dirección correcta, ¿verdad?»

No te hice reír, pero definitivamente me miraste con una sonrisa. Y fue desde entonces que mi vida turbulenta y problemática jamás volvió a girar en la misma dirección.

Agregaste una pizca de tu magia.

De saber que estaría a punto de morir ahogado aquel día, lo habría pensado dos veces antes de mudarme a una casa a la orilla de un acantilado. Pero supongo que de todas maneras vendría aquí; este fue el hogar de mis padres y el único lugar al que podía volver.

Irremediablemente mi fotografía se me escaparía de las manos, y yo habría terminado como abono marino de no ser por ti.

Eres la última cosa que jamás esperé encontrar.

Sin embargo, aquí estás, tan real que ahora mismo me arriesgaría a tocar tu piel húmeda, la larga cola que reposa perezosa sobre esa roca y tu aleta marcando curvas en el agua.

🌊 Umi no itachi 🌊 [ShiIta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora