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↺ 𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 : 𝓣𝓲𝓪𝓰𝓼𝓱𝓮𝓻 ↻

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Tiago nunca se imaginó que entrar en aquel local le iba a cambiar la vida, literalmente hablando.

El contexto de la situación era más que sencilla y fácil de explicar. Ya que Ámbar, la hermana menor del morocho, lo había enviado a buscar algunas flores para darle una decoración extra a la casa. Debido a que era el cumpleaños de su madre y ambos le habían organizado una pequeña pero hermosa velada en casa.

Y a la menor se le había ocurrido a último momento, que era una buena idea, tener un bonito centro de mesa hecho de flores naturales. Y como ella estaba demasiado ocupada terminando con los últimos detalles de la cena, terminó mandando a su hermano a alguna floristería cercana, para cumplir con su cometido.

A Pacheco no se le hizo difícil encontrar un lugar donde vendiera lo que necesitaba con mucha urgencia, así que al estar enfrente del local, se apresuró a entrar y comprar las dichosas flores que su hermana tanto quería. Antes de que esta misma lo colgará por haberse tardado demasiado y no estar a tiempo para poder recibir a su madre cuando ésta regresará del trabajo.

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Tiago le dió una rápida mirada a todo el sitio, era un lugar pequeño, bueno no tanto, pero la gran variedad de flores que tenían le daba un ligero crédito extra, compensando lo pequeño que parecía ser. Así que se acercó al mostrador en espera a que alguien saliera atenderle, aunque terminó por distraerse en los bonitos detalles que estaban pintados por todas las paredes. Que tenían como fondo varias flores pintadas y algunos animales sobre un bonito color blanco hueso, que dejaba que todo a su alrededor resaltara demasiado.

¡Hola! ¡Muy buenas tardes! ¡¿En qué puedo ayudarte?! la voz o más bien los gritos de un pibe castaño, fueron suficientes para que Tiago saliera de su burbuja, pero desgraciadamente aquel terminó sacándole un buen susto, por lo que retrocedió de manera considerable de dónde estaba.

¡Thomas! ¡Qué te dije sobre asustar a los clientes con tus gritos! una mina se quejó desde el interior del sitio.

Uy sí, lo siento mucho Mari. el recién mencionado se disculpó de inmediato, más que avergonzado por lo que había hecho. Perdón por eso, ¿En qué puedo ayudarte? inquirió con mucha más calma que antes, aunque Pacheco aún seguía procesando lo que había sucedido. ¿Estás bien? consultó de nuevo, chasqueando sus dedos enfrente del otro, quien por fin pareció reaccionar.

Ah sí. Tiago murmuró aún con la sorpresa encima. Quisiera dos ramos de dalias rojas, por favor. indica, recordando el nombre de las flores que su hermana le había dicho.

¡Si! ¡De inmediato! Thomas exclamó demasiado animado, yendo a buscar de inmediato las flores que se le habían pedido. ¿Querés que te las arregle para una ocasión especial? consulta, tomando un par de listones.

Si podés ponerle un moño blanco sería perfecto. el morocho comenta de inmediato, recibiendo un rápido asentimiento de parte del castaño, quien se encuentra demasiado concentrado en su trabajo.

Tiago ve ir y venir al contrario de un lado a otro, quien tararea una canción por lo bajo, manteniendo en lo alto una enorme y radiante sonrisa, que empezaba a gustarle un poco, por extraño que le pareciera.

¿Puedo preguntar para quienes son? Thomas habla, queriendo mantener una pequeña conversación con el morocho mientras terminaba con su pedido.

Son para mi vieja. Pacheco responde, para nada incómodo con la pregunta. Hoy es su cumpleaños y se me hizo lindo llevarle sus flores favoritas como regalo. dice, olvidándose por completo que todo había sido idea de su hermana y que ni el por cerca de le había ocurrido regalarle flores.

Ouh, qué lindo gesto de tu parte. el castaño murmura, mostrando sus bonitos dientes blancos entre medio de una hermosa y espectacular sonrisa. Toma. Thomas dijo, dándole las dalias al otro ya listas y arregladas. Serían quinientos pesos por ambas. informa.

Está bien y muchas gracias. Tiago responde, entregando el dinero correspondiente al castaño.

De nada y regresa cuando quieras. él dice, sin dejar de sonreír. Y por favor deseale un feliz cumpleaños de mi parte a tu madre. le pide, importandole poco que no conocía para nada al morocho.

Si, yo se los doy, chau. Pacheco se despide con un raro nerviosismo a flor de piel, lo que le obliga salir prácticamente corriendo del sitio, con el corazón a mil por hora y las manos sudando a más no poder.

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¡Hasta al fin que llegas! Ambar se queja de inmediato, al ver a su hermano devuelta en casa. Mamá, casi viene y los platos no están servidos en la mesa. indica, tomando con cierta rudeza las dalias, dándose cuenta por fin de la cara de bobo que el mayor tenía. ¿Y que te pico hoy? ¿Por qué estás así? le cuestiona.

A lo que el mayor responde con simpleza: Creo que enamore a primera vista. el morocho habla sin pensar, haciendo que la teñida lo vea de pies a cabeza, no creyendo para nada lo que había escuchado.

¿Ok? ella murmura confundida, no siendo el mejor momento para hacerle un interrogatorio policial al otro. Después de la cena hablamos sobre eso, que ahora en verdad necesito que todo esté perfecto para cuando llegue mamá. informa, yéndose rápidamente por un florero.

Dejando a un Tiago por las nubes, con miles de sentimientos encima que nunca antes había explicado antes y que no se imaginó sentir ante alguien de quién apenas sabía su nombre.

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Me Gusta : Tiagsher : FINALIZADA ✅✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora