#6
《La segunda guerra mágica ha comenzado.》
Un verano lleno de pesadillas , insomnio, desnutrición y poco cuidado...
Laila Scamander no podría estar peor. Al parecer todo lo que la hacía ella, se fue junto con la trágica muerte de su padre. Comenza...
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El segundo trimestre empezó a la mañana siguiente con una agradable sorpresa para los alumnos de sexto: por la noche habían colgado un gran letrero en los tablones de anuncios de la sala común de cada una de las casas, que anunciaba:
CLASES DE APARICIÓN
Si tienes diecisiete años o vas a cumplirlos antes del 31 de agosto, puedes apuntarte a un cursillo de Aparición de doce semanas dirigido por un instructor de Aparición del Ministerio de Magia.Se ruega a los interesados que anoten su nombre en la lista. Precio: 12 galeones.
—Diecisiete años antes del 31 de agosto—saque la lengua con irritación, al contrario de mis amigos había cumplido los 16 en el noviembre que paso. Pero yo al igual que todos estaba en sexto, y no quería ser la única de mis amigos que no supiera aparecerse así que de todas formas me inscribí. Hermione me dijo que era una mala idea y que no funcionaria, Harry me dijo que no tenia nada que perder y que lo hiciera. Normalmente escucharía a Hermione pero no en este caso.
Ron se disponía a inscribirse después de Hermione cuando Lavender se le acercó por detrás, le tapó los ojos y canturreó: «¡Adivina quién soy, Ro-Ro!» Hermione se marchó con aire ofendido y Harry y yo la seguimos, pues no tenía ningunas ganas de quedarse con Ron y Lavender. Podría parecer hipócrita ahora que yo estaba saliendo con Harry pero en realidad no era si, Lavander era muy melosa con Ron y siempre se estaban besando frente a los ojos de un publico que no quería verlos comerse la boca y comportarse de forma tan acaramelada. Mientras que yo y Harry éramos mas privados, ninguno de los dos quería besarse frente a las narices de nuestros amigos y compañeros así que normalmente nos escapábamos a un lugar privado a besarnos de tal manera que les disgustaríamos a los otros si nos vieran. Le daba uno que otro corto beso cuando estábamos con nuestros amigos y andábamos tomados de las manos pero eso no era nada comparado a cada momento fogoso de Lavander y mi amigo.
Aun así Ron fue detrás de nosotros, parecía contrariado y tenía las orejas enrojecidas. Sin decir palabra, Hermione aceleró el paso para alcanzar a Neville.
—Bueno, clases de Aparición —dijo Ron, sin duda tratando de que no mencionáramos lo que acababa de pasar—. Será divertido, ¿no?
—No lo sé —repuso Harry mientras yo jugaba con nuestras manos entrelazadas balanceandolas violentamente de atrás hacia adelante, alguien podia acercarse por detrás y le daríamos en el estomago—. Quizá sea más cómodo hacerlo solo; cuando Dumbledore me llevó con él no lo pasé muy bien, la verdad.
—Vaya, no recordaba que tú ya te habías aparecido... Más vale que apruebe el examen a la primera. Fred y George lo consiguieron.
—Pero Charlie suspendió, ¿verdad?
—Sí, pero como Charlie es más corpulento que yo —dijo Ron abriendo los brazos—, los gemelos no se metieron mucho con él, al menos cuando estaba presente.
