Raspado

1. 20 de Octubre del 2017

FEDERICO

Es viernes. Seguro hoy comienza a llegar la gente de paseo al pueblo, así que espero que nos vaya bien con las ventas.

Últimamente no está haciendo mucho calor, pero hoy el cambio climático se la rifó, siento como si mis pies pisaran carbón en llamas y ni siquiera es medio día.

VICTORIA

¡Dios! ¡Qué calor! Y se supone que viviré aquí.

-Espero que no siempre sea este calor porque, si es así, verán como me derrito de a poco -dije a mis padres y a mi abuela mientras caminábamos.

-Según el pronóstico del clima suele rondar los 25 y 30 grados -contó mi padre mirando su celular.

-¡No puede ser! Nosotros venimos de 20 grados como máximo -repliqué mientras me cubría la cara con las manos -Aunque no hay que confiar mucho en esas cosas del clima ¿No? Casi nunca aciertan

Los tres rieron al escuchar cómo me contestaba a mí misma, aunque es algo normal en mí.

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Después de un muy largo y caluroso día buscando un apartamento al fin encontramos uno lo suficientemente grande para nosotros cinco. ¡Eh! Pero que serían de mis modales, no he presentado a mi familia:

Imaginen una voz de presentador entusiasta

Antonio, 40 años, Brasileño - Argentino. Padre de tres hermosos hijos y gran esposo. Además de excelente padre de familia es un gran trabajador, se especializa en...bueno, lo que tú necesites. ¿Necesitas un fontanero? ¡Él te ayuda! ¿Necesitas un cocinero? ¡Él cocina! ¿Necesitas un eléctrico? ¡Él es electricista! ¿Necesitas la reparación de un computador? ¡Él lo repara! Y así con una lista larga de cosas. Alto, crespo y de cabello negro, ojos marrón oscuro, un tipo muy tradicional.

Daphne, también 40 años, Francesa - Inglesa. Madre de tres increíbles hijos y gran esposa. Es ingeniera pero, debido a la pandemia, se quedó sin trabajo y está dedicada al hogar. Excelente consejera, psicóloga, medica, estilista, cocinera, animadora, madre, esposa, niñera, ingeniera, consejera...Espera ¿Eso ya lo dije? Sí jaja. Estatura promedio, cabello café claro, ojos azules y muy extrovertida.

Alexandre, 11 años, Francés. Hijo de Daphne y Antonio, concebido fuera del matrimonio. Alto para su edad, cabello oscuro y alborotado, tímido pero confianzudo. Tiene un talento oculto...Puede silbar por la nariz ¿Talento o vergüenza? No lo sé, pero cuando duerme en una mala posición suena esa musical nariz.

Carine, 6 años, Brasileña. Hija también de Daphne y Antonio, concebida en el matrimonio. Enana, cabello café claro y crespo, el payaso de la familia, muy extrovertida. Es casi perfecta excepto por...le teme a todo lo que considere extraño.

Y por último pero no menos importante...VIIIIIIIICTORIA, 16 años, Colombiana. Hija de los mismos, concebida fuera del matrimonio. Poco más alta que su madre, ojos café oscuro, cabello negro, alborotado y corto, junto con Carine son el circo de la casa, extrovertida o ¿Introvertida? La verdad no sé cómo describirme. Dato curioso: Me corte el cabello para no tener que peinármelo.

Volviendo al tema...Ya era de noche cuando volvimos. Habíamos viajado con toda la familia de mi papá, fue un revuelto de portugués y español en el que me sentía como gringa ya que nunca me preocupe por aprender más el idioma. Me arrepiento de eso. Carine y algunas primas un poco menores que ella seguían en la piscina y solo logramos sacarlas de allí diciéndoles que nos íbamos a ir al parque a comer algo sin ellas.

-No te creo nada -replicó Carine.

-No me creas, contigo o sin ti comeré raspado -dije mientras me acercaba a la puerta de la finca.

En eso ella salió corriendo a cambiarse. Como vivíamos en un clima bastante frio casi no comemos raspado. Para nosotras es algo así como ese tesoro que quieres pero que evitas para no resfriarte.

En menos de 15 minutos estábamos todos en el parque. Algunos teníamos el tapabocas bien puesto, otros "del calor" se lo quitaron.

-Buenas noches -saludó un chico muy simpático -Les podemos ofrecer...

Que lindas pecas

-¿Qué vas a pedir Tori?

Mamá me sacó de mis pensamientos haciendo dar cuenta de que me había quedado mirando su cara por cerca de 2 minutos seguidos mientras todos pedían algo. Debí parecer una acosadora.

-Un raspado.

-De que sabores -me dirigió la palabra mientras anotaba en su libreta.

-Eh...¿Cuáles tienes?

-Chicle, mora, fresa, chocolate, limón y coco.

¿Coco? Nunca me habían ofrecido sabor coco en un raspado.

-Chicle y fresa, por favor -no me iba a arriesgar con el de coco.

-Ya se los traigo.

Si sus pecas eran divinas, su sonrisa era angelical.

FEDERICO

De lejos vi una gran familia, unas 12 o 23 personas, que se acercaban al puesto. Todos se sentaron en las sillas que estaban frente al carrito.

-Ve y atiéndelos -dijo Jorge, mi hermano mayor.

-¿Por qué no vas tú?

-Porque soy el mayor -como odiaba esa excusa -Ahora ve -dijo mientras me ponía en las manos el tapabocas, la libreta y un lápiz.

¡Un lápiz! Ni siquiera un esfero.

-Buenas noches- salude a todos y me fije en una chica con unos lindo ojos casi negros me miraban...Quizá demasiado -Les podemos ofrecer raspado, cholado, salpicón, helado normal o casero y piña con helado.

Todos comenzaron a pedir, me dolía la mano. Y ella seguía mirándome. Solo ella faltaba por pedir y fue entonces cuando cruzamos miradas porque, a pesar de estar mirándome, ella no me miraba a los ojos.

-¿Qué vas a pedir Tori?

Se llama Tori ¿O será un apodo?

Pidió un raspado con sabor a chicle y fresa. Cuando le mencione el sabor a coco hizo una cara algo extraña. Se vio muy tierno a pesar del tapabocas.

Cuando me fui ella ya no me miraba, creo que se incomodó o algo porque no giro a verme ni una sola vez. Yo solo quería descubrir que me querían decir sus ojos.

-¿Qué más pidieron en el raspado? -mi hermano, como siempre, interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Ah?

-¿Qué más quieren en el raspado? ¿Pepitas o milo? -me las señalo con la mano.

-¡Ya voy a preguntar!

Volvería a verla. O eso creía. Cuando llegue a su lugar ella no estaba. Cuando la mujer (que parecía su madre) me vio allí de pie desconcertado me habló <<Cuéntame>>

-Em...¿Qué más quieren en el raspado? ¿Milo o Pepitas?

-No lo sé, emm, con pepitas. A ella casi no le gusta el chocolate.

¡No le gusta el chocolate! Wow, que rara.

Me fui y, para cuando volví ella ya estaba allí. Nos miramos y ella me recibió lo que pidió. Por sus ojos note que me estaba sonriendo bajo el tapabocas. Como quería ver su sonrisa.

A fin de cuentas nunca le vi la boca, cuando se lo quito estaba de espaldas y creo que me vería extraño si fuera hasta allá solo para verla.