VICTORIA
El hotel estuvo lleno todo el fin de semana. El teléfono no paraba de sonar, me dolía el hombro y el cuello de tanto doblarlo para contestar mientras escribía. Añadámosle a eso que el asqueroso sistema de reservas se cayó y la recepción se llenó por completo, casi me da un ataque de pánico en medio de tanta gente reclamándome.
—Pero que mal servicio. Solo le pondré dos estrellas —me decían todos los huéspedes furiosos.
—Debería ponerle solo una —respondía sonriendo.
—¿Por qué?
—Porque el gerente no ha cambiado el sistema desde hace 5 años, además, lava las sabanas cada tres semanas.
—¡¿Qué?!
Me encantaba verles la cara cuando les decía eso. Era verdad, David no hacía nada por mantener un buen trato con sus empleaos o por renovar esa pocilga. De hecho ¿Por qué sigo aquí?
—ESCUCHEN TODOS —me puse de pie en la encimera y grite para llamar la atención de todos —EL GERENTE SE LLAMA DAVID RODRIGUEZ MENDOZA Y NO MANTIENE EN LAS CONDICIONES ADECUADAS ESTE LUGAR... —empecé a gritar todo lo que sabía que estaba mal en el hotel, los que llegaban me miraban impactados y los que se iban con asco — Y ESAS SON SOLO LAS QUE SE. LAMENTO HABER DEJADO HOSPEDAR AQUÍ A TANTAS PERSONAS, PERO ESE ERA MI TRABAJO. AHORA QUE NO TRABAJO AQUÍ QUIERO PEDIRLE UNA DISCULPA A TODOS Y LES OFREZCO UNA MEJOR OPCIÓN PARA ACABAR CON DAVID...
Cuando acabe de contarles el plan todos me siguieron hasta la alcaldía, pero antes hicimos una parada en la casa (mansión) de nuestro queridísimo David que quedaba justo en el centro del pueblo frente a la alcaldía. Frente al parque donde él estaba.
No me había quitado el uniforme así que me lo quite allí (debajo tenia ropa, obvio ¿qué me creyeron?) y lo moje en un estanque, después de eso lo lancé al ventanal de la mansión. No rompió el vidrio, solo lo quebró. David se asomó rojo de ira por el balcón después de escuchar el estruendo
—¡¿PERO QUE TE PASA?! ERES UNA...
—¿PERSONA CANSADA DE TUS MALOS TRATOS Y DESCUIDOS? SÍ, LO SOY. LO SOMOS TODOS LOS AQUÍ PRESENTES —estire mis brazos a mis lados señalándolos, ellos gritaban, aplaudían o chiflaban —EXIGIMOS QUE LES DEVUELVAS EL DINERO A TODOS ELLOS POR EL MAL SERVIVIO PRESTADO.
—Tú fuiste la que los atendió —me señalo creyendo que lo tenía todo bajo control, tenía una voz tan gruesa que no necesitaba gritar.
—NO NOS ESTAMOS QUEJANDO DE ELLA, GRACIAS A ELLA SABEMOS LA FALTA DE PROTOCOLOS QUE HAY EN TU SUPUESTO HOTEL CINCO ESTRELLAS. NOS QUEJAMOS DE TI Y DE TU MALA GERENCIA.
Conocía esa voz, pero era imposible que fuera él. Sonaba mucho más seguro.
FEDERICO
Y ahí estaba yo, defendiendo a alguien que no conocía.
Apenas la vi liderado ese grupo de personas supe por lo que peleaban. También había trabajado allí. No tenía claro por qué llegaron a esto, pero apoyaba la causa. Además, no iba a dejar que David se saliera con la suya otra vez.
Cuando voltee a verla ella me miraba con asombro y algo de ¿Amor? Casi me desmayo.
—TENEMOS LAS PRUEBAS Y LOS TESTIMONIOS —exclamó ella — ¿QUÉ CREES QUE HAREMOS?
—No serías capaz.
—¿ME ESTAS RETANDO?
David le lanzó una sonrisa coqueta ¿qué se creía?
Ella comenzó a atravesar el gran parque corriendo mientras todos la seguían. Yo me quede mirando a David unos segundos más, estaba pálido.
Al llegar a la alcaldía todos empezaron a exigir al alcalde. Eran al menos unas 100 personas.
¿Han escuchado el dicho 'pueblo chico, infierno grande'? Bueno, esa chica llegó a echarle más leña al fuego.
Cuando el alcalde salió le explicaron la situación él no lo tomó en serio. Es tío de David.
Ella se gastaba todos sus argumentos tratando de explicárselo, pero él no quería escuchar. Entonces me acerque a decirle lo que sabía. Atravesé a la multitud enardecida. Creo que alguien me araño el brazo, pero ni lo sentí de la adrenalina que corría por mi cuerpo en ese momento. En menos de nada estaba tras de ella.
VICTORIA
Sentí que alguien me toco la espalda, pero de tanta gente que había lo deje pasar. Entonces lo volví a sentir, esta vez gire y lo vi ahí, parado tras de mí.
—¿Sí?
—El alcalde es tío de David.
—¿En serio?
Él asintió con la cabeza. No lo podía creer. Si ese tipo al que llamaban alcalde no hacía justicia, yo sí lo haría. Fui corriendo al parque y comencé a recoger piedras, la gente me miraba desconcertada. Llegue al hotel, me temblaban las manos. Pero entonces recordé porque estaba allí, la ira me consumió. Comencé a lanzar piedras. Aquella choza comenzó a caer poco a poco. Cuando por fin tuvo los suficientes daños como para que le saliera muy caro a su gerente me aleje junto con las personas que me ayudaron.
Odiaba las injusticias. Cuando sufres una las repugnas todavía más.
No fue sino hasta que llegue a mi casa que me di cuenta de que había llorado. Creo que me desahogue demasiado. No podía creer lo que había provocado. Necesito salir o me dará un ataque aquí adentro.
Llegue al parque y pedí un cholado
—¿Un cholado?
Asentí con la cabeza. Él me miro extrañado.
—¿Cómo te llamas?
—¿Qué?
—Te pregunte tu nombre —al ver que no respondía decidí decirle el mío —Yo me llamo Victoria ¿Y tú?
—Bien, gracias.
¿Este chico donde tiene la cabeza?
FEDERICO
Que estúpido ¿Cómo voy a responder eso?
—Federico, me llamo Federico Triana Gonzales.
No era necesario que lo dijeras completo, agh.
—Bonito nombre, no lo había escuchado antes —dijo recibiendo el cholado —Ten, quédate con el cambio.
Se alejó en dirección al supermercado ¿Qué necesitaría comprar casi a las 10 de la noche?
_-_-_-_
Dato curioso: Iba a poner como fecha 32 de noviembre AJAJAJAJAJA
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Raspado
RomanceA Victoria a veces se le cruzan los cables, la voz de su cabeza suele controlarla y hacerla sentir mal. Curioso ¿no? Se supone que la voz de tu cabeza te ayuda a razonar, pero a veces lo que esa voz nos dice es lo que en realidad pensamos pero no qu...