Como Romeo y Julieta {Sherliam Week}

5: «It's been so long»

Disclaimer: Moriarty the Patriot pertenece a Ryosuke Takeuchi y a Hikaru Miyoshi.

Pairing: SherLiam (Sherlock Holmes x William J. Moriarty)

Prompt: Time skip

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Tras un arduo mes de complicaciones en el caso de "La casa vacía", Sherlock decidió regresar a New York junto a William. Para los londinenses, el famoso detective Sherlock Holmes y el Lord del crimen James Moriarty habían muerto hace tres años tras caer desde la Tower Bridge. Por ello sabía que no era necesario quedarse en Inglaterra más tiempo del necesario. Hay muertos que no deben resucitar, y ellos dos no querían volver a la vida y salir de sus tumbas. Ahora llevaban una vida juntos, siendo felices, y no tenían interés alguno en regresar a su país de origen.

El día que tenía pensado regresar al que ahora era su hogar recibió una carta de Louis, pidiéndole algo de su tiempo para hablar tranquilamente. Le sorprendió bastante, teniendo en cuenta la extraña relación que tenían ellos dos, pero entendía que el menor de los Moriarty quisiera saber más cosas sobre William. Pidió a un carruaje e hizo que le llevaran a la mansión en la que vivía ahora Louis. Estuvo preparándose mentalmente para esa discusión, pensando en qué podía decirle y qué no, al igual que qué palabras serían las adecuadas para contarle todo con detalles. Cuando llegó al habitáculo de Louis, se dirigió directamente a su despacho. Suspiró antes de llamar a la puerta y, cuando el rubio le abrió, le miró pidiéndole permiso para entrar.

–Entra, por favor —le pidió Louis apartándose lo suficiente para dejar pasar al menor de los Holmes.

–Gracias.

Aceptó su invitación y entró dentro de la habitación. Ya había estado antes en ella pero no podía evitar sentirse algo incómodo. Estaba así porque Louis tenía sus ojos centrados en él y no apartaba su mirada de él. Cuando escuchó que la puerta se cerró, se sentó en uno de los pequeños sillones que había en el despacho. El rubio se movió por el lugar en silencio, sin apartar la mirada del pequeño de los Holmes. Aunque habían trabajado juntos eso no significaba que pudiera aceptarlo. Sherlock lo sabía, y eso hacía que el silencio sepulcral del habitáculo estuviera lleno de tensión e incomodidad. Louis le sirvió un té y, después, se sentó frente a él cruzando las piernas.

–Bien, ¿de qué querías hablar? —le preguntó antes de darle un sorbo a su té.

–Me gustaría volver a escuchar tu historia —Louis lo miraba amenazante—. Es mi hermano y creo que tengo el derecho de saber todo con detalle.

–Por supuesto, estás en tu derecho. 

Volvió a explicarle todo desde el principio: la caída desde la Tower Bridge, cómo intentó amortiguar el golpe de ambos con una posición de artes marciales, su despertar en un barco en dirección a Estados Unidos, la anécdota de Billy the Kid y las manzanas... Quiso evitar repetir todo aquello que había dicho antes, pero Louis le insistió en a escucharlo todo de principio a fin. Sherlock suspiró. «Ahora tendré que pensar bien lo que digo y lo que no para que no me mate el hermano de Liam» se advirtió a sí mismo antes de seguir con su relato.

William estuvo inconsciente unos meses y, cuando despertó y se encontraron en la azotea del hospital, hablaron sobre su situación actual y sus propios sentimientos: ambos parecían querer algo más que una simple amistad con el otro, sobre todo después de lo ocurrido durante el Problema Final. Sherlock sabía lo que los dos querían pero, antes de dar ese paso, quiso ayudar a William a recuperarse por completo, tanto física como emocionalmente. Respetó en todo momento su espacio personal y nunca le obligó a hablar sobre todo lo que hizo. Quería que viera que confiaba en él, y quería que depositara su confianza en él también.