Hola, bueno les traigo la segunda parte de esta historia, aviso de una que hay exceso de azúcar acá.
Disfruten de la lectura...
━━━━━━━━☆★☆━━━━━━━━
El siguiente día después de que Viktor regresó durmieron juntos toda la mañana, pues habían llegado muy tarde a su casa por la madrugada. Y así pasaron el día entre un maraton del anime que le gustaba al ruso, comida poco saludable, mimos entre la pareja y hacía sus mascotas, juntos en su pequeño lugar seguro, su hogar y su familia.
Aunque Viktor se encontraba bastante nervioso, pues al día siguiente ejecutaría su plan para por fin dar un paso más en su relación con el de nacionalidad francesa. Y es que si de algo estaba seguro es que el de cresta lo amaba con todo su corazón, se lo había demostrado en muchísimas ocasiones, sin embargo esto no hacía que los nervios ante la incógnita de su respuesta a la propuesta que Viktor tenía en mente se fueran y realmente no sabía que haría en caso de recibir una respuesta negativa, pero por Horacio valía la pena tomar ese riesgo.
El moreno ya había notado ligeramente la rara actitud de su pareja aquel día, sin embargo decidió no darle mucha importancia y se lo atribuyó a su reciente regreso a la ciudad, los cambios de horario y los sentimientos encontrados. El conocía a Volkov más de lo que nadie lo hacía y sabía que al ruso se le dificultan bastante las palabras, por lo cual no lo presionaria a que le dijera lo que ocurría.
Por otra parte, Horacio se encontraba bastante feliz, pues debido a los altos cargos que poseían él y su novio dentro del sistema de justicia de la ciudad casi nunca podían permitirse el salir a pasear o mostrar su relación ante el público por el miedo a que a uno lo vieran como el punto débil del otro y les hicieran daño, pero Viktor había decidido invitarlo a salir juntos el día próximo en una cita, por lo cual el moreno no pudo evitar emocionarse un poco y abalansarce encima de su pareja para llenar su rostro de pequeños besos mientras le repetía una y otra vez que la idea le encantaba... lo que no sabía era los planes que tenía el ruso para dicha cita, sin duda sería un día inolvidable para ambos.
✩
Horacio se miraba en el gran espejo que se encontraba en la habitación que compartía con el de cabellos platinados, tan solo faltaban unos minutos para partir junto con su pareja hacia el restaurante elegido por el ruso, el cual por cierto no tenía idea de cual sería.
Había optado por vestir un pantalón beige liso que se ajustaba perfectamente a sus muslos, en la parte superior una camisa azul que se arremango hasta los codos y como calzado llevaba unos tenis blancos, un oufit bastante útil ante cualquier ocasión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Decidió peinar su cresta de lado y maquillo sus ojos con un pequeño delineado que hacía resaltar sus bellos orbes heterocromáticos, aplicó un poco de rubor sobre sus mejillas y pinto sus labios con un tono rojo bastante natural para finalizar aplicando algo de gloss sobre este, sin duda se veía increíble.
