Holaa, les traigo una historia un poquito más larga. Me tarde unos días escribiendola porque no me gustaba como quedaba pero bueno esto salio jaja
Disfruten...
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Había mandado el informe correspondiente a esa semana de su misión en Marbella dentro de la mafia de los Gambino, al actual director del FBI. En este explicaba como ya estaba demaciado expuesto, pues los miembros de dicha mafia comenzaban a comportarse diferente al dirigirse a su persona, lo excluian de futuros planes y se mantenían vigilandolo constantemente, por lo cual podía deducir que sospechaban que era un infiltrado, si no es que lo sabían ya.
Al otro extremo del mundo, en la ciudad de Los Santos Horacio Pérez leía el informe recibido hace unas horas. Al parecer necesitaban refuerzos en aquella ciudad española, sinceramente no le apetecía en lo más mínimo arriesgar su vida y la de él hombre al que consideraba su hermano solo por órdenes de los de arriba, sin embargo esta vez había una persona más implicada en esto que estaba continuamente expuesto al peligro que conlleva infiltrarte en la mafia más poderosa de Marbella.
Volkov detallaba en aquel informe su actual situación y el moreno sabía que no podía dejarlo abajo, esta vez haría lo posible para que no saliera lastimado... Otra vez. Aunque realmente era más un intento por sanar una herida interna personal causada por la culpabilidad de haber disparado al hombre al que en un pasado le pertenecía su corazón.
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Se encontraban ya en el aeropuerto de Marbella, al ser una misión de alta prioridad habían decidido partir el mismo día que el de cresta recibió el informe. Por lo que con pocas cosas el y Gustabo subieron en un avión de caza militar F-16, llegando en pocas horas a su destino. Inmediatamente se dirigieron a la comisaría de Marbella, donde se reencontrarían nuevamente con el actual comisario de la ciudad, antiguo comisario del CNP de Los Santos, Greco Rodríguez y con el principal efectivo de aquella infiltración, Viktor Volkov. Al llegar al lugar el de barba los recibió con una gran sonrisa y un fuerte abrazo, a pesar de que en un pasado no fue muy cercano a ambos chicos les tenía aprecio y los había extrañado.
—¡Pero madre mía chavales! Que la vida les trató bien eh, del puto FBI ¿quién lo diría?— dijo y después se dirigió específicamente al moreno —¡Y tu como Director! Joder, te lo mereces chiqui—
—¡Grecoooo hombre! Gracias, me alegra mucho ver que estas bien, aún siendo comisario, hay cosas que nunca cambian eh—
—Bueno bueno ya basta, que hermoso reencuentro pero entre más rápido terminemos con esto mejor, anden perros— interrumpió Gustabo algo irritado, aunque realmente en el fondo estaba feliz de volver a ver a Greco.
Volkov durante ese tiempo estuvo simplemente observando desde unos metros y cuando los demás repararon en su presencia se limitó a dar un asentimiento de cabeza en forma de saludo.
—Привет— dijo recibiendo un un par de saludos de regreso para después todos encaminarse a una sala donde intercambiarán información e idearian un plan.
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Horacio se encontraba en un vehículo, iba rumbo a uno de los almacenes de los Gambino, pero había algo que no estaba bien, tenía una extraña sensación en el pecho, como una ligera punzada advirtiéndole algo. En la reunión se les compartió la ubicación de los dos almacenes que la mafia poseía y según la información que Volkov había recaudado hoy intentarán escapar de la ciudad. Así es como llegaron a la conclusión de que Gustabo iría hacia el almacén del Kerule donde era muy probable que se encontrara con el mayor de los hermanos, Toni y H se encargaría del menor, Carlo.
