Rodando en una Pasión

Capítulo 4.

No muerdo, a menos que me lo pidas.

Puede que parezca alguien loca por sentir cosas así por alguien que apenas y veo, pero no puedo pensar con lógica cuando sus ojos oscuros me miran con tanta intensidad y mi cuerpo reacciona a ello.

Un placer, hermosa.

Recuerdo sus palabras y, el hecho de que me haya llamado hermosa parece emocionarme demasiado.

¿Será él la persona especial?

Espero y lo sea.

Miro a Fesh, quién me mira a mí con curiosidad. Le sonrío cómplice.

—No entiendo por qué todas se emboban cuando conocen a March. —comenta con notable fastidio, pero sin perder el toque de diversión. Me sonrojo un poco, tratando de ocultar lo despejada del mundo que estaba hace unos segundos por mirar a su hermano.

—Yo...

—No me expliques, tranquila, te entiendo.
—me calma— Mejor vamos a conocer a la personita especial que quiere conocerte.

Decepción.

Eso es lo que siento cuando veo la sinceridad en la mirada de Fesh y la normalidad con la que dijo: "vamos a conocer a la personita especial", osea, que no es March.

¡Da igual quién sea la "persona especial"!, no es como si fueras a casarte con él.

¿Soy yo o mi consciencia es inteligente? Yo creo que sí, últimamente me dice cosas que al momento de analizar, me doy cuenta que son verdaderamente ciertas.

Miro a Fesh y asiento, siguiéndola al final del salón dónde un grupo de jóvenes conversan animadamente; justo cuando estamos muy cerca, los jóvenes nos miran con recelo, enfocando su vista en mí.

Qué incómodo.

Miro a una pelirroja hermosa, que me detalla de pies a cabeza y bufa con burla.

Me agarro del brazo de Fesh, mirándole con mucha incomodidad.

—Fesh, esos chicos no son del tipo: sociales, —comento sincera. Ella bufa y luego me mira con intención calmándome.

—No les prestes atención, la persona que te presentaré sin duda es mejor que todos los que están en esta casa.

Suspiro, confiando en sus palabras.

Llegamos a dónde los chicos y mi mirada se encuentra con los ojos azules de un rubio que parece ser más amable que todos los demás.

Es él, es la persona que quiere conocerme.

¿Ves? Es hermoso, pero si te gusta es March, puedes conocer a March.

Imagino que mi consciencia y yo chocamos los 5 como dos buenas amigas. Y, ya entiendo porque muchos sugieren que tú mismo seas tu mejor amigo, que escuches tu voz interior porque literalmente eres tú y allí puede estar la respuesta a tus dudas o inquietudes

—Vaya, Fesh. Tienes una nueva amiga.
—comenta con un poco de burla la pelirroja, mirándome con una sonrisa en su rostro. Pero no es amigable.

—Si, ¿Algún problema?
—le pregunta con desdén mi amiga.

Rio bajo, algo que parece llamar la atención de la pelirroja, quién ahora me fulmina con la mirada, cruzándose de brazos como si pensara algo para decir.

—¿Qué te causa risa, niña?
—pregunta con sarcasmo. La miro seria, pero sin perder el toque de diversión que ella misma usaba hace unos segundos.