Capítulo 5

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2592A.C
Pasos ligeros se oían en el bosque alertando a los animales y pájaros de la zona pero la persona en cuestión ahora no podía tener cuidado de pasar desapercibida pues corría por su vida.

Una bella mujer rubia y de ojos plateados amarillentos corría jadeando mientras sostenía su estómago de embarazada, ya muy avanzado, se apoyó contra un árbol mientras intentaba recuperar el aire. Sabía que el momento de dar a luz había llegado pero ninguna tierra la recibía por órdenes de Hera y llevaba así un tiempo sin descanso y siendo perseguida por Python el temible guardián del oráculo de Delfos.

—No puedes escapar de mí eternamente Leto—dijo una burlona voz siseante y fría—Tarde o temprano fallarás y te devoraré junto a tus hijos—

Sin hacer caso la ahora nombrada Leto corría con todas sus fuerzas, cuando fue al oráculo de Delfi en busca de ayuda, sin saber que allí vivía ahora la serpiente. Llamó la atención de ese monstruo y desde entonces no dejó de perseguirla,en varias ocasiones estuvo a punto de atraparla pero Leto pensando en sus hijos no se rindió y siguió buscando un refugio seguro.

Pero en ningún sitió la acogían para escapar y poder dar a luz, Hera viendo esto como una oportunidad para deshacerse de ella y los niños amenazó a todo ser viviente para que no lo hicieran los mortales temerosos no podían ayudarla.

Ya levaba así varios días y estaba perdiendo la esperanza.


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Mientras no muy lejos de allí una niña de unos ocho o diez años, con un kitón verde coral claro, practicaba con una espada en las orillas de una playa, la niña era hermosa su cabello era oscuro y de ojos verdes oceánicos, piel bronceada una alegre sonrisa y a su alrededor era como si hubiera un aire de optimismo y alegría que hacía felices a los demás.

Era Epimoní la joven hija de Poseidón, la niña había salido un momento del palacio de su padre para ir a la superficie y entrenar, su padre apenas la dejaba fuera sin supervisión suya o alguna de sus hermanos pero ella agobiada con tanto sobreprotección salió, para experimentar el aire sin asfixia.

No solía desobedecer a su padre pero a veces quería explorar el mundo por su cuenta y no ayudaba a que su familia estuviera siempre allí.

Amaba a toda su familia pero a veces necesitaba su espacio.

Mientras estaba inmersa en sus pensamientos notó un ruido que provenía del bosque,agarró la empuñadura de su espada por si era algún animal salvaje,sus hermanos Tritón y Kratos la habían entrenado al igual que su padre, así que podía protegerse desde temprana edad.

No esperaba encontrarse con una mujer en avanzado estado de embarazo y siendo perseguida por una monstruosa serpiente.

La niña se repuso de su sorpresa y decidió ayudara la pobre mujer.

Con discreción se acercó a la monstruosa serpiente, se estremeció de miedo pero lo dejó a un lado y con su espada la hundió profundamente hasta la empuñadura de un lado del monstruo.

Python siseó de dolor y volvió furioso la cabeza hacía su atacante, una niña con una espada, se rió.

—¿Y tú eres la que me va a detener? Te devoraré primero a ti—

Leto horrorizada vio a una niña enfrente del monstruo ¡oh no la va a devorar!

—¡Pequeña vete! ¡ponte a salvo!—pero para su sorpresa la niña esquivó a la serpiente cuando iba a devorarla, su pequeño tamaño y agilidad le facilitaron escapar de sus fauces.

Sin saberlo ninguno de los dos, Epi en secreto había convocado los mares, que por suerte estaban cerca, para sorpresa del monstruo un pequeño pero potente tornado chocó contra él enviándolo varios metros lejos.

La niña aprovechando, y cansada de usar esa energía, pues a pesar de todo aún era muy joven y ese monstruo era muy poderoso, corrió hacía una sorprendida Leto y le cogió la mano.

—Vamos— 

Las dos mitades en unoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora