Capítulo 2

1.1K 143 38
                                    


El dulce aroma de pan fresco horneado con miel y vainilla, viajó desde la cocina hasta inundar por completo la sala principal del restaurante donde los clientes tomaban la merienda en silencio y con compañía. Era tanta la exquisitez de la fragancia, que Yaoyorozu se animó a pedir aquel delicioso postre que está siendo horneado.

—En un momento se lo traemos, Señorita Yaoyorozu —el sirviente respondió a su petición, y se marchó del lugar con dirección a las puertas de la cocina.

Entonces Yaoyorozu que había dejado aun lado su té y galletas, volvió a retomar la conversación que mantenía con su amiga más intima, Kyoka Jirou.

—¿Oíste sobre el compromiso repentino del hijo ilegítimo de su majestad el Rey? —habló con murmullos para sumarle el suspenso.

El asombro visible en el rostro blanco de Kyoka hizo dibujar una pequeña sonrisa en Yaoyorozu, quién se estremeció de ser la primera en hablar de este tema y no callarse por temor a escucharse tan repetida.

—Los rumores dicen que Lady Inko quiere casar a su hijo antes de que su majestad fallezca.

Kyoka dejó la taza de té en su lugar para mostrar una visible o formada en sus labios. Fueron sus modales quiénes la hicieron volver a poner una expresión correcta ante el ojo público.

—Interesante.

Momo sorbeo el té y respondió con una carcajada sofisticada: —Me apiado de Lady Inko, qué será de ella cuando el rey muera.

—Si fuera ella, temeria por mi vida una vez que mi amante muera y mejor me marcharía de este país —murmuró a lo bajo, abriendo su abanico lila para refrescarse con el aire.

—Estoy de acuerdo con sus palabras, Kyoka. Pero creo que casar a tu hijo solo para heredar un título mientras mi esposo está en vida, no es muy inteligente.

La azabache escondió medio rostro en su abanico y murmuró bajo: —No esperaba nada de la amante del rey.

—Su estupidez fue visible desde que nació como plebeya. Sólo tengo interés en quien es aquella mujer próxima a casarse con el hijo del Rey.

—¿No se ha especulado o dicho algo?

Fue entonces que el sonido reacio de las puertas principales abriéndose a la par, detuvo las acciones de los comensales. Los sirvientes encargados de atender a los clientes corrieron tras los hombres que habían ingresado al establecimiento; uno de ellos es el dueño.

La rutina de los docentes que se encargan de educar y enseñar a los hijos de personas de clase alta, media y baja, normalmente va desde tomar el desayuno a las doce de la tarde, o merendar una vez llegada la hora de salida de alumnos. Este día fue uno de esos donde tienen la oportunidad de tomar la comida temprano. Alguno que otro profesor, ingresó a aquel establecimiento cerca de la plaza con intenciones de saciar el hambre del estomago.

—Puedo acostumbrarme a tu actitud aburrida si recibo estos tratos, ¿Sabes?

Shouta llevó ambas manos para acomodar
el traje pegado a su cuerpo y respondió antes de sentarse en la silla: —Cállate o pagarás la comida.

Parece que Hizashi selló por completo sus labios. Hasta que un sirviente le entregó el periódico cómo es costumbre.

—¡Puaaaaj! —chilló al leer la portada de éste. —¿Enserio otra sección dedicada a su majestad el Rey y su enfermedad? ¡Eso lo escucho todos los días!

El desayuno en bandeja de plata comenzó a llegar a la mesa mientras Shouta respondía.

—Has un escándalo al respecto para que tú cara salga en todos los periódicos de la ciudad.

Lover of Mine┊ Amada mía [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora