Capítulo 13

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Kelsey no sabía con exactitud lo que realmente pasaba en su mente. Parecían que sentía la percepción de estar dentro de un sueño dónde nada es real, pero a la vez, lograba sentir el calor abrumador dentro de su corazón. Sintió el momento exacto en donde su cuerpo se paralizó para quedar a mereced de Aizawa. El pincel que sujetaba, cayó al pasto.

Aizawa llevó ambas manos a las mejillas de Kelsey y la obligo besarlo otra vez. Ella por su parte actuó como una mujer sumisa.

Después de todo, siempre soñó con este momento. Jamás pensó que fuera realidad.

Cuándo ambos se separaron, sostuvieron la mirada por varios segundos, ambos adentrandose a los pensamientos del otro con la ansiedad de saber si los sentimientos son verdaderos, reales.

Quizá de su boca salga un "Me gustas", pero es mentir. A Aizawa no le gusta Kelsey, no le quiere, él la ama completamente, la atesora con su vida y el afecto va más allá de lo estético. Sea como sea, siempre amará a Kelsey por la mujer que es con todo y defectos, no por aquella mujer encantadora y carismática que todos los nobles caen a sus pies.

Pero había un pequeño inconveniente…

—No quiero casarme con la Baronesa o con otra mujer —exclamó Aizawa de una manera sutil, provocando que ambos rompieran sus miradas —, no quiero hacerlo porque te amo a ti.

Kelsey se quedó estática y fría con su confesión. No es lo que esperaba en esta mañana, en este día, pero tampoco es algo de lo que no disfrute. En realidad, ama al tipo frente a él. Lo ama desde que era una adolescente. Lo siguió amando a los dieciséis, a los diecisiete, a los dieciocho, a los diecinueve, a los venite y a los próximos años que vengan, hasta que la muerte le impida pensar en él, y su corazón pare de latir.

De echo, en todo este tiempo que pasó se preguntaba que había sido de él. Si estaba bien si estaba mal, que nuevas noticias hubo en su vida y que nuevas alegrías habían llegado a su vida. Tenía ganas de saber todo de él después de su partida de la academia, pero por cuestiones de la vida y el trabajo, nunca pudo acercarse a Aizawa… hasta ahora.

Pero Kelsey recordó algo; ella no es una mujer refinada, pura o noble como las demás pretendientes de Aizawa. Kelsey es la mujer que se llevó a varios hombres a la cama sin casarse anteriormente, sin haber un compromiso de por medio.

Entonces, ella retrocedió de sus brazos con miedo. Su cabeza miaraba al suelo por vergüenza, temor y miedo.

—Soy una vulgar —dijo, su voz baja y dulce fue reemplazada por una melancólica, triste —, soy una puta. Me he acostados con hombres, tocaron mi cuerpo incontables veces, me usaron y perdí mi más valioso de una mujer.

Kelsey retenia las ganas de sollozar, la garganta comenzaba a punzar mientras ella hablaba. No es algo de lo que se enorgullece, no, desde niñas se ha educado a las mujeres que lo más importante de ellas es un virginidad y fertilidad. Cualquier mujer que desee casarse con un hombre debe tener dos cosas importantes antes de caminar al altar; debe ser pura, sangrar al menos una vez al mes y en el momento en el que la noche de bodas de lleva a cabo. La segunda cosa es la tan deseada fertilidad, después de la noche de bodas ella debe quedar embarazada para proquear un hijo, si nace varón, es mucho mejor. A los hombres no les importa nada más de sus esposas que eso, ante Dios y la sociedad ellas deben ser quiénes sean tomadas por primera vez por sus esposos. Y Kelsey perdió toda oportunidad.

Fue corrompida a los quince años por un hombre mayor que ella. Nunca olvidará su nombre, aún recuerda su primera noche y la primera vez que pasó. Recuerda haber sangrado y manchado las sábanas, recuerda haber sudado, llorado y exclamdo «para» pero por más que suplicaba, su voz se ahogaba en el silencio.

Lover of Mine┊ Amada mía [Aizawa Shouta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora