8-Zanahorio.

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Maddison*

Este fin de semana fue tranquilo. Addison me visito un par de veces, los muchachos vieron el juego de basquet el jueves conmigo y con Jonny, una que otra vez hable con el idiota de Cameron cuando iba por Jonny para salir.

Lunes, primer día de una larga semana.

El sábado mi hermano y yo estaremos de cumpleaños y desde muy pequeños tenemos la tradición de hacer una guerra de bromas una semana antes de nuestro cumpleaños y ese día se anuncia el ganador. Me puse de puntitas para buscar a las chicas entre todos los estudiantes que más que eso parecen ganado.

Sentí unas manos obstaculizar mi vista -Jonnathan, además de despertarme con una cubeta de hielo y dejar mi cama como lago del polo norte, ¿me vas a fastidiar en el instituto?- dije fastidiada —Además, las reglas dicen "nada de bromas en el instituto".

—Perdón, olvidaba que es la semana de bromas. —escuche esa voz que no oía desde hace tanto tiempo.

—¡Mark! —pegue un saltito para abrazarlo como niña pequeña —¿Qué haces aquí?

—Bueno, además de que se acerca el cumpleaños de mi mejor amiga y que me mudo de nuevo a este pueblo... —se puso la mano en la barbilla haciendo ademán de vacilar su siguiente palabra, le dí un golpe en el antebrazo causando una pequeña risa de su parte —Nada. —se encogió en sus ahora grandes hombros.

—Eres un idiota, —dije negando con la cabeza —vamos a buscar a las chicas y seguro Addison estará feliz de verte. —dije ansiosa.

—Si, claro. —puso los ojos en blanco y dijo con un pequeño toque de sarcasmo.

—¡Oh zanahorio! Nunca vas a cambiar. —le di un pequeño jalón ya que él seguía allí como estatua.

—Extrañaba ese apodo. —admitió y se dejó llevar por mi.

Cameron*

Apague el despertador —Maldito lunes. —dije para mi.

Me senté a la orilla de la cama, me fui al baño y me di una ducha. Me puse unos vaqueros negros y una franela blanca ajustada, tome mi mochila del asiento de mi escritorio y baje a la cocina donde ya se encontraban mis padres.

—Buenos días, mamá. —dije dándole un beso en la sien.

—Buenos días, cariño. —respondió ella mientras terminaba de servir el desayuno.

—Buenos días, padre. —dije tomando asiento en mi lugar de la mesa.

—Buen día, hijo. —dijo apartando el periódico para tomar un sorbo de su taza de café.

—¡Oh! ¿Acaso ya vieron que fecha es? —dijo mi madre señalando el calendario junto a al refrigerador —El sábado es el cumpleaños de los mellizos de Amanda.

Cierto se acerca el cumpleaños de mi mejor amigo y su hermana. Este será el mejor año, le daré a Madd el mejor regalo del mundo.

¿Qué le puedo regalar? ¿Un libro? No. ¿Flores? Vamos Cameron es su cumpleaños, no es San Valentín.

Bueno aun tengo seis días para pensarlo mejor.

—Si cariño tienes razón —la voz de mi padre hace que salga de mis pensamientos —¿Que le vas a regalar a los mellizos? —siguió mi padre.

—Aún no, lo se. A Jonnathan le compre un balón nuevo, pero aun no se que darle a Maddison. —suspire y baje la cabeza agotado.

—Cariño, —dijo mi madre mientras alzaba mi barbilla para que la mirara directo a los ojos —conozco a esa chica desde que estaba en el vientre de su madre, lo que le des le va a gustar. Siempre y cuando sea de corazón.

—Tu madre tiene razón hijo, —confirmo mi padre —ahora vete que se te hace tarde para el instituto.

—Si padre. —me despedí de ellos y salí en marcha al instituto.

(...)

—Chicos, Jonnathan tiene el cabello amarillo. —dijo Luke señalando a un Jonnathan con un pollito muerto en la cabeza... digo su cabello.

—No digan ni una palabra, o juro que los mato. —dijo señalándonos con el dedo índice.

—Ok, pero, ¿Qué te pasó? —dijo Caden.

—Pues verán mi hermana y yo tenemos una tradición de una semana antes de nuestro cumpleaños hacemos una guerra de bromas, el día antes decidimos quien gana y para mi desgracia voy perdiendo. —señalo su cabello amarillo.

—¿Nos tenemos que acostumbrar a verte con el cabello amarillo? ¿O se quita? —pregunto Jaden.

—Tranquilos, si se quita, por otro lado... —deje de escuchar a mi amigo al ver a su pequeña hermana.

Esta enana me tiene jodido.

*No me digas.

Iba vestida con un jean a la cintura, una blusa suelta color turquesa de tirantes y sus mugrosas converse negras, un maquillaje el cual solo si la analizas bien logras ver y su hermoso cabello rizado decorado con un lazo del mismo color que su blusa.

Ella era diferente a las demás, no necesitaba mostrar tanta piel, ni cuatro toneladas de maquillaje para ser hermosa. Cualquiera que me conociera diría que ella no es mi tipo, las chicas con las que suelo salir son rubias, altas y muy bobas. Madd, ella es todo lo que está bien en el mundo

*Que idiota te oyes hablando de una chica.

Cállate.

Decido acercarme a ella pero a tan solo unos cuantos metros veo como un chico está cubriéndole los ojos, justo en ese momento él deja que ella lo vea. En ese momento lo supe, supe de quien se trataba, Marko Moccia.

Él era el mejor amigo de Maddi cuando éramos pequeños y también mi mayor enemigo, siempre tuvimos esa guerra de ver a quien amaba más Maddison, estando en primer grado sus padres tuvieron que volver a Italia por cuestiones de sus empresas.

No lo voy a negar, fui feliz por su partida, pero veo que no fue mucho el tiempo de felicidad.

Maddison*

—Qué genial que has vuelto Mark. —dijo Bonnie.

—¿Por qué te fuiste en un principio? —dijo Sophya.

—¿Por dónde empezar? —dijo dudoso.

—Por el principio. —dijo Addison.

—Pues... —procedió a quitarse los lentes y empezó a contar —Recuerdan que me fui. —todas asentimos —Pues, fue porque mi nonna estaba muy grave de salud. —puse mi manos sobre la de él, dándole a entender que no está solo —Gracias, —susurro —tuvimos que volver a Italia para que mi padre se hiciera cargo de la empresa, mi nonna no mejoró y murió a la semana de estar nosotros allí. —apretó un poco mi mano, se siente mal —Mi padre no quería volver, pero mi tía lo convenció para que siguiera con la empresa de aquí y así terminara los estudios junto a mis amigos. —así finalizó.

Ninguna de las chicas sabía que decir y yo solo pude decir una cosa.

—Lo siento mucho Mark, cuentas con nosotras para lo que sea. —dije apretando más el agarre lo cual le correspondió.

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NOTA DE LA AUTORA:

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¿Qué opinan ustedes de Marko? 


ig: mey_0111

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora