Maddison*
Después de golpear el pecho de Cameron me acerque a la piscina, me quite los tacones y metí mis pies en el agua fría y cristalina.
Sentí una mano en mi hombro -Oye, sabes que no me gusta verte así- dijo, para luego imitar las acciones que había hecho yo anteriormente -está fría-
—¿Por qué Cameron? —pregunte sin quitar la mirada de mis pies.
—¿Seguro que quieres saber la verdad? —dijo, para luego girar su cabeza y mirarme.
—Si, quiero toda la verdad. —alce la vista para encontrarme con su mirada.
—Pues, actué así porque me enteré del regalo que Diego te quería dar. —soltó un suspiro bajando la mirada.
Lo mire confundida —¿El beso? No entiendo porque te molestaría un beso. —dije aun sin comprender nada.
—¿Enserio eres tan inocente? —suspiro y volvió su mirada a la piscina.
—No entiendo a qué te refieres, Cam. —lo seguí viendo hasta que se dignó a explícame.
—Madd, —soltó un suspiro —su regalo no era solo el beso.
—Entonces, ¿Qué era el regalo? —el alzo su mirada a la mía, que era una de total confusión.
—Madd, no te sientas mal, —asentí sin despegar mi mirada de la suya —él te quería llevar a la cama. —no había terminado la oración y ya mis ojos parecían cristales.
—Soy una idiota, Cam. —dije hundiéndome en una marea de lágrimas, no pasó mucho para sentir unos brazos grandes y fuertes rodear mi cuerpo tembloroso —¿Cómo casi caigo en sus juegos?
—Tu no eres una idiota. —dijo acariciando mi cabello.
—¿En serio crees eso? —dije a chupa mocos.
—Manipuladora, engreída, pretenciosa, perfeccionista, mentirosa. —dijo mientras contaba con los dedos de su mano —Disculpa Madd, ¿Me prestas los dedos de tus manos? —abrió los ojos como platos y alzó la mano, como cuando se le ocurre una idea —Ah y los de tus pies también. —sonreí y le di un golpe en el brazo.
—Idiota. —dije con una sonrisa en los labios.
—Esa es la Maddison que queremos y amamos. —puso su mano en mi mejilla —La que no deja que cualquier idiota arruine su cumpleaños. —sonreí ante su alago —¿Que te parece sin entramos? —se puso en pie y me extendió su mano.
—Si, pero antes respóndeme una cosa, —él se sentó de nuevo a mi lado —¿Por qué dijiste que era tu novia?
—Fue lo primero que me vino a la mente. —se encogió en los hombros —Y ahora fingiré ser tu novio, porque seguro el sapo de Diego se lo ha dicho a medio instituto.
—Gracias por la oferta, pero no me apetece ser tu novia. —sonreí burlonamente.
—Vamos Madd, así te protegeré y además solo será en el instituto. —se encogió restándole importancia.
Suspire rendida —Bien, pero tengo una condición. —dije cruzándome de brazos.
—¿Qué ricitos? —dijo alzando las cejas.
—Que sea discreto.
—Hecho. —estrechamos nuestras manos —Ahora, todos deben preguntarse dónde estará la segunda cumpleañera- se levantó y extendió su mano para ayudarme.
—Gracias. —me ayudó a ponerme en pie, limpie mi vestido y nos adentramos a la casa.
—¿Dónde estabas? —me preguntó Mark preocupado.
—En el baño. —el me miró como si no creyese mis palabras, pero él no quería pelear ya que no pregunto más.
—Maddi, Cameron dirá unas palabras. —dijo Addison a mi lado.
Abrí los ojos como platos al ver al idiota en la tarima con el micrófono. Y a este que mosca le habrá picado.
—Disculpen, me podrían permitir su atención por favor. —idiota la tienes desde que subiste al la tarima —Muchas gracias, y ahora que tengo su atención quiero darle las gracias a todos por venir a la fiesta de los Mellizos Smitt. —todo el mundo empezó a aplaudir junto a él —Primero que nada feliz cumpleaños a mi hermano, no de sangre pero si de crianza, eres el mejor, salud por Jonnathan Smitt.
—¡Salud! —respondieron todos tomando un trago.
—Y por último, pero no por eso menos importante, Feliz cumpleaños Madd, siempre has sido importante para mi y ahora que eres mi novia me importas mucho más, —todos me miraron como si fuera un ente de otro mundo —y si, es mi novia. —remarco bien la última palabra —Y cualquiera que se meta con ella se mete conmigo. —alzó su vaso —¡Salud!
—Salud. —respondieron todos confundidos y la música volvió a sonar como si nada pasara.
—¿Así que Cameron? —preguntó Sophy.
Gire para ver a Mark, pero él solo negó lentamente para después desaparecer entre la multitud. Volví hacia las chicas, pero estaban tan ebrias que solo estaban concentradas en los amigos de Jonnathan, todas menos Addi, ella estaba ocupada con mi querido hermano.
—Hola novia. —dijo Cameron a mis espaldas.
—¿Qué quieres Cameron?
—Un beso, —dijo con una sonrisa —de mi novia.
Bufé y le di un corto beso.
Cameron*
—¿Feliz? —preguntó alzando una ceja.
—Si, pero, —me agache para quedar de la misma altura, la tomé por la cintura y le di otro beso más profundo —Promete que no me vas a lastimar. —dijo separándose para tomar aire y pegando su frente a la mía.
—Te prometo que jamás te lastimaría Madd. —corte los centímetros que nos separaban y continuamos el beso sin importarnos nada.
—Hola, si disculpen que los interrumpa, —dijo Addison a nuestro lado —pero Maddison tenemos código rojo.
Suspiro y dirigió su mirada a Addison —Voy. —volvió su mirada a mi —Lo siento Cam, debo ir.
—Tranquila, entiendo. —la verdad no entiendo ni medio culo, pero a de ser serio para que Addison llame a Madd por su nombre.
—Muy linda escena chicos, pero Maddison, código rojo. —recordó Addison mientras arrastraba a mi novia detrás de ella.
—Jamás te lastimaría, ricitos. —susurre una vez que salieron de mi vista.
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Se que me tarde mucho en actualizar, es que he estado trabajando en mis otras obras y había olvidado esta por completo, que mala madre soy... Bah espero me perdonen.
No les pasa que ✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨Ricitos?✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

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Mi primer amor
Fiksi RemajaEs la historia de Maddison Smitt, siendo melliza de el líder del grupo de chicos más guapos, sexis y mujeriegos del instituto, tiene que convivir con su peor enemigo, mejor amigo de su hermano y hermano de crianza Cameron Collins. Quien la salva de...