10-La fiesta.

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Cameron el día anterior*

Mañana es el cumpleaños de los mellizos, ya tengo el regalo de Jonny, pero aún no se que darle a Maddi.

Estoy deambulando por los pasillos del centro comercial para ver si encuentro el regalo perfecto.

¿Ropa? No, tiene que ser algo que de verdad le guste.

Alce mi mirada y me encontraba frente a una tienda de mascotas, tal vez ver animales me de una idea.

Entre en la tienda, mientras que el olor a comida animal inunda mis fosas nasales.

—¿Se te ofrece algo? —me pregunto la chica coqueta que se encontraba detrás del mostrador.

—De momento no, gracias. —respondí muy amablemente.

Seguí vagando por los pasillos viendo animales, estaba frente a los perritos cuando recordé que Maddison siempre quiso uno, pero por una u otra razón nunca se lo dieron.

—Disculpa, —dije levantado mi mano para llamar su atención —me llevare un perrito. —dije sacando un cachorro de pitbull negro de la caja de cristal, también tome un saco de comida canina y un juguete.

—Bien, llevare este pequeño a que lo revise el veterinario. —tomó el cachorro entre sus brazos —Ya vuelvo, guapo.

Le dediqué una sonrisa y después la vi desaparecer con el cachorro tras una puerta de madera.

Tome el peluche entre mis manos, es el león Alex de la película de Madagascar.

Recuerdo que una vez cuando tenía siete años, Jonnathan se contagió de varicela y tuvieron que pasar un tiempo en el hospital, la abuela de los Smitt vendría a quedarse con Madd pero no llegaría hasta el día siguiente y por eso pasó esa noche en mi casa. En esa noche vimos todas las películas de Madagascar.

—Listo. —alce mi mirada y vi a la misma chica que venía con el cachorro y unos papeles —Bien, el pequeño está al día con todos sus papeles, —asentí con una sonrisa —eres muy lindo. —dijo tomando mi tarjeta para cobrar las cosas.

—Gracias. —respondí con una amable sonrisa.

—¿Quieres mi número? —la mire alzando una ceja —digo, para hablar sobre perros.

—Hablando de perros, —hice una pausa —¿Crees que este le guste a mi chica especial?

—Seguro le encantara. —me entregó las bolsas con las cosas —Que tenga un buen día. —finalizó.

—Gracias, igualmente. —tome las bolsas y el cachorro y salí de allí —Okay, eso fue raro, ¿No crees amiguito? —dije hablándole al perro.

Espero que a Madd de verdad le guste.

Maddison*

Mis padres estuvieron conmigo y Jonny en la mañana nada más, porque tenían una reunión en otro país, Cameron me regaló un cachorro al cual llamé Orion. Ya estaban todos en la fiesta, yo estaba bailando una de mis canciones favoritas, aunque sea vieja Up de Cardi B siempre será mi favorita.

—Hola Maddison. —me saludó Diego.

—Hola Diego. —sonreí —¿Disfrutas de la fiesta?

—Si, oye te quiero dar tu regalo. —iba a responderte cuando me di cuenta que me estaba besando y tocando mi espalda.

Cameron*

Estaba recostado de la pared con un vaso de refresco, observando a todos bailando.

—Hola Cameron. —saludó Daniel, él siempre ha sido como un hermano menor para mí.

—Hola Dani, ¿No crees que has bebido mucho? —dije quitándome el vaso de alcohol de las manos.

—Si, tienes razón, —me entrego el vaso —¿Y por qué solo?

—Ya tengo varios números. —sonreí victorioso.

—¿Ya sabes de el regalo de Diego a Maddison? —preguntó.

—No, y no me importa. —dije sin darle importancia.

—Pues debería. —se encogió de hombros.

—A ver Dani ilústrame. —me puse frente a él.

—Pues la llevará a la cama.

—¿Qué? —diablos ese idiota siempre lo odié pero como se atrevió a hacerle eso a Madd.

—Sí eso dijo, pero no creo que lo cumpla. —lo dijo como si estuviera cien por ciento seguro —Me voy, adiós Cameron. —y así sin decir nada más se fue.

No creo que lo haga, me volteo para ver a Madd y con un demonio. Diego la está besando y para colmo tiene sus manos en su trasero, no lo pude evitar y camine hacia ellos hecho una bola de furia, cuando llegue a ellos lo separe de ella con un empujón y poniendo a Madd detrás de mí.

—¿Qué diablos te pasa Cameron? —dijo Diego.

—¿Cómo se te ocurrió la idea de besar a mi chica? Y peor aún, querías llevarla a la cama. —apreté mis puños para no golpearlo frente a todos, aunque sería genial pero es el cumpleaños de Jonny y Madd.

—No sabia que ustedes... —lo interrumpí

—Pues ahora lo sabes, y te agradezco que tu y tus amigos se larguen de la fiesta.

—Si. Lo siento. —y así se fue.

Por mi parte tomé a Madd por el brazo y la llevé a la piscina, ya que era el lugar más tranquilo y tranquilo.

—¿Qué te ocurre? ¿Acaso estás loco? ¿Por qué lo empujaste así? Ya decía que no habías jodido de alguna manera mi vida, ese tal vez fue el inicio de un cuento, que tu arruinaste y de paso dijiste que teníamos una relación. —suspiro —Te odio Cameron, te odio, te odio. —dijo golpeando mi pecho y como no dolía, así se desahoga..

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Nota:


Bueno, la historia la tendré en edición y actualización, no he sido tan constante porque vivo en Venezuela y el Internet no ayuda.

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Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora