Recuerdo: mis cosas.

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Como cada noche, el elfo se sentó frente al espejo, tomo su crema nutritiva de miel de fuego para su cabello y concentrado en la sedosidad de su perfecto cuidado pelo, hundió su dedo en la loción. Bueno, o eso quizo. Al sacar el dedo no había una pizca, ni enterrada en su uña. Volteó su cabeza como el exorcista hacia su compañera, quien leía con tranquilidad un libro.

- Humana- la llamó impacientado, intentando desarrugar su ceño.

- Elfo- le contestó sin apartar su mirada de la lectura.

- ¿No te parece extraño que se acabe tan rápido mi crema para el cabello?

Ella se atragantó con su saliva.

- Te echas eso todas las noches, es lo normal- se excusó, incriminandose a si misma con su voz temblorosa.

- Toda una casualidad que desde que me ataron a ti, se acaba MÁS rápido. Especialmente desde esa vez que te dije que tu pelo parecía vello púbico de Jamón.

Ella se estremeció ante la imagen mental.

- Insisto que fue muy gay tu acotación.

Finalmente perdió la paciencia y le arrojó el envase vacío a la cabeza.

- ¡Deja de usar mi crema! ¡Haz la tuya!- ella tomó el proyectil y se lo lanzó de vuelta, rebotandole en la coronilla de su cráneo.

- ¡Si no hubieses dicho que tengo cabello de vello púbico de Jamón no lo haría!

Al ver que el recipiente quedó fuera de su alcance, procedió a tomar un almohada y atacar a la humana con ella.

- ¡Sólo te dije la verdad!

Ella se quitó el cabello de la cara como propaganda de pantene, y contratacó con otra almohada.

- ¡Tu tienes vello púbico d-de...!- pensó rápidamente ella mientras le acertaba distintos golpes que hacían volar el relleno de su arma -¡... de mamut alzado!

- ¡Ni siquiera sé que es un mamut!- gritó él haciendo su mejor posición esgrimista.

- ¡Un bicho más feo y peludo que tú!

De pronto tocaron la puerta.

Se detuvieron en seco y se apresuraron a la entrada. Todo despeinados abrieron la puerta como si interrumpieran la discusión de unos casados.

Era Miiko.

Luego de una reprimenda, se durmieron con las almohadas desinfladas.

Juntos. (Ezarel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora