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Empezaba el verano y la mayoría de sus compañeros salían de vacaciones, época que Bright odioba porque el debía quedarse  en la oficina para que los pasantes suplentes no cometieran errores, pero ese verano fue completamente diferente a los anteriores para el, ¡completamente!

Debía haber recibido a cinco pasantes, pero solo llegaron cuatro aquel día, no le sorprendió porque muchas veces le había pasado lo mismo. Así que solo hizo lo de siempre, llamar a Recursos humanos para que busquen otro.

Cuando el reloj de su oficina marcaba casi las doce del mediodía, vio a un joven entrar a la oficina, totalmente desaliñado. Su camisa estaba arrugada, no traía corbata, su cabello alborotado y parecía estar sudado también, trayendo solo una botella de agua en la mano.
Pudo notar como hablaba con otro de los jóvenes de allí, y luego empezó a caminar directo a su oficina.
Cuanto más se acercaba ese joven más le llamaba la atención la forma en la que se veía, nunca había visto a alguien así de despreocupado en su aburrida empresa.

Disculpe dijo el joven entrando a su oficina—. ¿Usted es el Sr Vachirawit?

Así es —respondió—. ¿Y usted es? cuestionó con seriedad, mientras veía como el joven acomodaba su cabello con una de sus manos.

Me enviaron de recursos humanos, soy Metawin... pero bueno puede decirme solo Win respondió el joven con una sonrisa.

Ok Sr Metawin... ¿de qué sección se encargara usted? —cuestionó mientras leía unos papeles.

Me dijeron publicidad —afirmó el joven.

¿Te dijeron publicidad? — frunció un poco el ceño—. ¿Acaso no sabe de lo que trabaja?

¡Si lo sé! —exclamó con una pequeña risa el joven—. Pero suelo encargarme de varias cosas a la vez.

Ok, esta bien... puede ocupar cualquier escritorio —dijo su jefe apuntándo hacia fuera sin siquiera mirarlo.

Muchas gracias —respondió el joven pero antes de salir se dio media vuelta y miro serio al hombre que tenía enfrente—.  Ah y me gustaría aclarar algo.

¿Si? —cuestionó este indiferente.

Soy gay —dijo con firmeza el joven, pero antes de decir otra cosa Bright levantó la mirada hacia el y río burlonamente.

¿Y por qué cree que a alguien le importe eso? cuestionó negando con la cabeza.

No lo sé —afirmó el joven y se acercó al escritorio con una sonrisa en los labios—, pero por si quieres coquetear conmigo, ya lo sabes.

Algo no tan Común, pero Real.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora