-Ahora estaremos juntos para siempre -alzó sus brazos obligándome a levantar el mío junto con el de el.
-Juu... ¿ ¡Espera, qué? !- mi ojos se abrieron de par en par.
-Haise me explico que cuando quieres a alguien...luego de un tiempo son novios, comen juntos, se divierten juntos comparten y luego se casan -un ligero rubor se hizo presente en sus mejillas.
-P-pero...
-Inspector Suzuya, no me refería a esto- señaló Haise.
-Es que creí que si la tenía junto a mí ya no se iría -murmuro más para sí mismo que para los demás.
-Juuzou, vamos, ya suelta las esposas que debo ir al baño -pedí tranquilamente y este evitó mirarme.
-Inspector Suzuya, ¿dónde está la llave? -esta vez intervino el hombre blanco.
-La perdí -susurro.
-Entonces ...tendré que cortarla -Haise sacó su kinke.
-Je, je -rió nervioso el pelinegro -está hecha con el mismo material de las Quinkes - miró a Haise.
-Akira, no entiendo- miré a la rubia.
- Quiere decir que...-miró al suelo apenada.
-No podrás ir al baño sola- habló la pequeña niña.
-Saiko.... -Haise la tomó de las mejillas mientras yo solo pedía que fuera una broma.
-¿Le sucede algo señorita Onoge? -se acercó el chico blanco.
Iba a encender mi modo bestia pero luego de ver el rostro de Juuzou siendo regañado me abstuve de cualquier agresión- Nada -comencé a reí al ver mi situación- la verdad es que me sorprendió.
-¿No estás enojada? -pregunto cabizbajo Juuzou.
-Uhmm... sí y no -respondí dejándolos a todos confundidos.
-¿Eh? -me miro Juuzou.
-Estoy enojada porque... -me sonroje al pensar las cosas que no haría sola -olvídalo -cubrí mi rostro.
-Sí -se limitó a decir para luego depositar un beso en mi mejilla.
-Pero de verdad debo ir al baño...
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30 min después.
Ya había saludado a casi todos los presentes (aunque fue difícil abrazarlos) incluído el señor Arima. Solo me falta uno de los chicos del escuadrón Quinx.
-Hola, me llamo Onoge, un gusto- saludé a un chico de cabello negro con dos lunares bien curiosos.
