Han pasado algunos días desde el incidente con Juuzou. Realmente me siento tonta, de haber prestado más atención esta situación no habría ocurrido.
«Torpe y estúpida»
Así me siento. He tratado de hablar con el pero sencillamente el me evita y no se que hacer, ¡Hasta Haise me evita!.
—Pasante —llamaron —pasante —nuevamente —¡pasante! —exclamó mi jefe con enfado.
—Lo siento —lo miré asustada.
—Concéntrate, hoy tenemos una entrevista importante con los de la CCG y tu ayudarás a Satoru —ordeno con un notable cansancio.
—Bien —ante aquella respuesta este suspiro aliviado.
—Vamos —ordenó satoru.
Juntos subimos al auto para dirigirnos a la CCG. No hablamos en todo el camino ¿por qué?, apenas nos conocemos y en este tiempo me ha dejado muy claro que no quiere establecer una relación amistosa.
—Ya llegamos —anunció con pesadez.
—Sí —baje del auto sintiéndome nerviosa. Ambos entramos al CCG donde fuimos recibidos por Akira quien al verme se sorprendió.
—Buen día —saludó con su respectiva reverencia.
—Buen día —saludamos al unísono.
—Adelante —señaló el área de comida.
—Sí —ambos la seguimos y tomamos asiento, como ella lo indicó.
—Bien, ¿quien me entrevistará? —nos miró a ambos.
—Yo —respondió satoru.
—Muy bien, ¿empezamos ? —dicho esto satoru comenzó con la entrevista a la cual no presté atención. Miré a todos lados buscando al pelinegro y lo había encontrado, ya iba de salida.
—Vo-voy a tomar aire —anuncié yéndome sin esperar alguna respuesta. Caminé rápido hasta quedar a unos pocos pasos detrás de él. Tomé aire para luego tocar con delicadeza su hombro —Juuzou... —este se giro violentamente.
—Onoge —pronuncio apenas mi nombre.
—Antes de que hables... lo haré yo —el evitaba a toda costa mirarme a la cara —no fue tu culpa, lo siento —tomé su mano —no eres una mala persona y no me las....
—pero yo te hice llorar.
—No, no, no Juuzou es solo que me puse nerviosa, es algo normal ¿bien? —dicho esto el chico tiro con fuerza de mi mano pegaándome a el.
—¿quieres ir por algo dulce? —pregunto con voz serena.
—Juuzou... la verdad es que estoy trabajando —hizo pucheros —no Juuzou, debo volver —traté de no ceder.
—Aburrida —se quejo mirando sus pies.
—Sí, lo sé —tomé su barbilla obligándolo a verme -te lo compenzaré -le di un rápido y corto beso en los labios, lo que lo sorprendió.
—Te esperaré afuera de tu casa —dijo avergonzado.
—Espera —revolvi el bolsillo de mi pantalón —ten, espérame adentro —le extendí mis llaves.
—Esta bien —sonrió sin verme.
—Juuzou... ¿por qué no me miras?, me haces sentir incómoda —le tomé un mechón de cabello.
—Perdón —levantó la vista sonrojado.
—creí que querías ser mi pareja —el pelinegro abrió sus ojos de par en par y lánguidamente me miró.
—¿Tú quieres estar siempre conmigo? —una sonrisa se adueñó de sus delicados labios.
—Si lo del ces así me da más vergüenza.
—¡Ah! —me dio un enorme abrazo —soy tan feliz.
—Sí, pero debo volver —traté de irme pero este sujeto mi brazo.
—Dame otro —su voz era igual a la de un niño —quiero otro —volvió a evitar mirarme.
—¿Otro beso? —mi rostro ya llevaba un buen rato ardiendo.
—Uhum —asintió cabizbajo.
—Pídelo cuando me puedas mirar —inmediatamente este alzo la mirada.
—Quiero otro.
—Tonto —me acerque a este y deposite otro pequeño y rápido beso —Juuzou las parejas no piden permiso para besar —le confesé con un poco de vergüenza y a este se le iluminaron los ojos. Parecían dos faros —oye cuando llegue a casa hablaremos de algunas cosas sobre ti —el asintió un poco serio.
«¿Sabrá de que quiero hablar?»
Me costó mucho, pero finalmente volví con satoru quien casi me traga viva por dejarlo solo y hacerlo esperar. Realmente no me importó y al parecer el se dio cuenta ya que no siguió hablando de lo enojado que estaba, por el contrario, me ordeno compensarlo con comida. No me importó a fin de cuentas nada podría arruinar el día.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola queridas personitas de aquí, ¿que les pareció este capítulo?... Yo siento que le falta algo.