RWBY: El destino de un Grimm

Capítulo 31: Pagar una deuda

N / A: Bueno, aquí hay un capítulo que quería escribir desde hace bastante tiempo. Creo que esta será la que confirme algunas cosas para ustedes, lectores ávidos, específicamente en qué dirección planeo tomar Fenrir, en cuanto al romance. ¡Espero que lo disfrutes!

También: Muchas gracias a todos por los 1000 seguidores. Es una hazaña que, sinceramente, nunca pensé que alcanzaría este fic. Me alegro de que mi historia haya podido llegar a tantos de ustedes y solo puedo esperar poder contar con más de ustedes en el futuro.

El sonido del acero chocando contra el acero era un ruido al que Fenrir se había acostumbrado rápidamente durante su mandato en Beacon. El Alfa desconectó el sonido repetitivo mientras observaba a los dos combatientes batirse en duelo en el centro del ring de entrenamiento.

El partido actual de hoy fue entre Dove Bronzewing y Ruby Rose. La Parca de ojos plateados estaba dominando el partido, usando su Semblante para correr por el espacio y atacar al chico de cabello castaño desde todos los ángulos posibles con su enorme Guadaña. Había pétalos de rosa esparcidos por toda la habitación, lo que fue útil para Fenrir en el sentido de que finalmente pudo mirar las cosas sin hacer una mueca de dolor.

Junto a él, el resto del equipo RWBY estaba animando en voz alta [Bueno, Yang estaba animando lo suficientemente fuerte como para sonar como tres personas], animando a su líder a salir victorioso contra su oponente. Fenrir, siendo mucho más reservado, simplemente observó la pelea con una mirada intensa, sus ojos fijos firmemente en la joven pelirroja.

Dove intentó disparar a Ruby con el arma incorporada en su espada, pero el esfuerzo fue inútil ya que Ruby esquivó fácilmente las balas de Dust, encerrándose en una mancha roja y rosada. Esa era la mayor fuerza de Ruby en la batalla que Grimm se había dado cuenta rápidamente, su loca velocidad, haciéndola casi imposible de golpear. Combinado con el alcance y el poder de Crescent Rose, el joven líder era sin duda una fuerza a tener en cuenta.

De una manera extraña, Fenrir se sintió orgulloso de que Ruby fuera quien casi lo mata. Si hubiera sido un simple aldeano, habría estado ardiendo de rabia y humillación durante semanas enteras. Mientras Ruby realizaba otra serie de cortes y cortes que diezmaban el ya menguante Aura de Dove, Fenrir parpadeó cuando algo llamó su atención y rápidamente se movió para abrir su cuaderno.

Las habilidades de escritura de Beowolf seguían siendo ... inferiores a la media. Los demás habían hecho todo lo posible para ayudarlo a mejorar, pero sus notas aún parecían un garabato desordenado e ilegible incluso para él. Afortunadamente, aunque Fenrir todavía apestaba escribiendo, descubrió que dibujar era mucho más fácil y, como tal, un uso más valioso de su tiempo.

Al abrir su libro en una página específica, Fenrir rápidamente encontró un boceto a medio terminar de la joven Rose. No fue nada espectacular, pero no estaba exactamente buscando convertirse en un artista maestro, solo lo estaba haciendo por diversión.

" Para divertirme ... supongo que eso es algo que puedo hacer ahora." Fenrir comentó con la más mínima insinuación de una sonrisa en su rostro.

Mientras Fenrir reanudaba su trabajo en el pequeño garabato en su libro, tratando de capturar exactamente cómo se movía Ruby en una pelea, Ruby en la vida real estaba terminando rápidamente su pelea. Usando su guadaña como una pala, Ruby lanzó a Dove al aire, y luego rápidamente cambió su arma a su forma de rifle.

Tres disparos sonaron en rápida sucesión, cada uno golpeando su punto muerto en el punto muerto mientras Dove no podía hacer nada más que agitarse en el aire. Para cuando el chico cayó al suelo, el partido ya había terminado.

"Y el partido es para Ruby Rose". Goodwitch gritó.

Un ligero aplauso resonó en todo el aula, siendo el miembro más ruidoso el rubio peleador a la derecha inmediata de Fenrir. Ruby en respuesta, simplemente le dio una pequeña pero feliz sonrisa a la habitación mientras se rascaba la nuca. Fenrir solo pudo reír ante la vista.