Flash Of Lighting

𝑷𝒓𝒆𝒍𝒖𝒅𝒊𝒐

Musutafu, Japón.

28 de Enero - 20:30

Durante una noche lluviosa, un joven ingresó a su habitación dentro de su solitario hogar, encontrándose afligido por la reciente pérdida en su vida.

Sus ropas estaban empapadas debido a que llegaba del exterior. Sin embargo, era evidente que su apariencia no le importaba en lo más mínimo.

De forma rápida, se despojó de su oscura sudadera con capucha y desveló un cabello lacio de color azabache, el cual cubría sus ojos.

El adolescente caminó con lentitud por la habitación hasta llegar a su cama, posicionándose con la mirada hacia el techo mientras sus pensamientos comenzaban a fluir.

Estaba cansado de sentirse solo, deprimido y con una gran culpa por no haber evitado la tragedia que había cambiado su vida de nuevo.
Se suponía que esta vez las cosas serían diferentes, que no perdería a nadie más y que no volviera a aislarse de las demás personas.

Pero la vida siempre deja claro que hay cosas que nunca pueden ser evitadas.

El tiempo transcurrió de manera lenta mientras que la interminable lluvia aumentaba de intensidad, dejándose apreciar como una tormenta eléctrica también daba inicio.

Los fuertes estruendos de los rayos se replicaron sobre toda Musutafu, generando una sensación extraña sobre el joven que se identificaba muy bien con la velocidad de estos.

De manera automática, el joven de cabello oscuro alzó su mano y observó a sus dedos emitir pequeñas descargas eléctricas de color azul, siendo una demostración de las extrañas habilidades que poseía y que guardaba en secreto.

Un poder desconocido que aún trataba de comprender y que lo hacía aun más peculiar de lo que ya podría considerarse.

Enseguida, el adolescente soltó un leve suspiro y dejó caer su mano sobre la cama, dejando pasar los segundos mientras la tormenta continuaba azotando su ciudad.

Sin embargo, uno de estos rayos cayó cerca de su casa, emitiendo una fuerte luz que iluminó su habitación por completo.

El sonoro ruido llegó poco después e hizo que el joven mirara a la ventana, sacándolo de sus pensamientos y devolviéndolo a la realidad.

Como resultado de mirar a esa dirección, el joven de cabello negro notó un conocido objeto de color oscuro, el cual se encontraba encima de su mesa de noche.

Dicho objeto era una vieja grabadora que había estado utilizando desde hace meses, sirviendo como una clase de terapia para registrar los eventos de cada día.

Pero ahora, había pasado un tiempo sin que continuara con esa rutina, ya que se limitaba a permanecer en su cuarto sin mostrar un rastro de emoción.

El joven dudó por numerosos segundos mientras mantenía su mirada hacia arriba, tardando menos de lo esperado debido a una sensación dentro de él.

De manera inmediata, el joven se levantó de la cama y tomó el objeto oscuro para mantenerlo en su mano derecha, observándolo con detenimiento mientras se disponía a desempolvarlo.

Una vez realizado esto, giró una pequeña rueda lateral que permitía intercalar entre las distintas grabaciones, desplazándose a través de ellas hasta que se detuvo en una fecha concreta.

Era la primera que había hecho desde que reencontró el objeto meses atrás, en una época donde ni siquiera imaginaba lo que el destino le tenía preparado.

Por esto mismo, aquel rastro de curiosidad que siempre había sido común en él volvió a surgir con lentitud.

Después de dudar por un breve momento, el joven presionó el botón que reprodujo la cinta de varios meses atrás, cerrando los ojos mientras escuchaba sus propias palabras.