𝑳𝒂 𝑴𝒆𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐𝒍𝒊𝒂 𝑫𝒆 𝒀𝒖𝒖𝒌𝒊 𝑯𝒂𝒓𝒂𝒅𝒂

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Musutafu, Japón.
13 de Octubre.

Un nuevo día comenzaba en la ciudad, iniciando a las rutinas de los trabajadores y estudiantes qué sé dirigían a sus respectivos destinos como ya estaban acostumbrados.

El clima matutino era agradable y la suave brisa del viento solo complementaba el apacible entorno. Además, como en cualquier otro día en el país del sol naciente, las calles estaban repletas de automóviles.

Sin embargo, había un individuo en particular qué sé hallaba junto a la acera de la calle.

Se trataba de un adolescente de complexión delgada y cabello lacio de color oscuro, también poseía unos ojos de la misma tonalidad, pero estos eran cubiertos por sus lentes.

Además, llevaba puesto el uniforme escolar y se encontraba junto a la bicicleta qué empleaba como medio de transporte.

Mientras tanto, el joven de cabello oscuro ignoraba el ruido externo de los automóviles y únicamente se mantenía enfocado en aquella hoja de papel que estaba leyendo.

Cualquier peatón qué se cruzara con él pensaría qué terminaba su tarea o que estaba escribiendo la lista de las compras, una suposición no muy alejada de lo común.

Sin embargo, aquel joven no era exactamente el arquetipo de lo común.

El estudiante terminó de tachar una dirección escrita en la hoja y acomodó su cabello hacia un lado, revelando aun más las facciones de su rostro.

Finalmente, algunas palabras salieron de sus labios.

Bien, aun quedan otras opciones. —Exclamó dejando apreciar su voz en un tono impulsivo.

De forma inmediata, el adolescente continuó leyendo la información que había anotado, tratándose de diversos lugares a los cuales quería acudir para conseguir un empleo de medio tiempo.

Desafortunadamente, ya había ido a tres, siendo rechazado por su edad y por la actitud que muchos consideran extraña o anticuada.

Aun así, el azabache mostraba su gran optimismo y no se rendía ante estas adversidades.

Veamos... Ayudante en tienda de comestibles ¿En la calle Shibuya? — Leyó con cierto interés. —Cierto, dicen que en ese lugar matan. —Rechazó la opción al recordar que se encontraba en los suburbios donde ocurrían crímenes a diario.

Posteriormente, el joven dejó salir un suspiro, usando el bolígrafo para chocarlo ligeramente en su cabeza, de forma qué parecía ser una actividad involuntaria de nerviosismo.

Las dudas inundaban su mente y era incapaz de pensar en alguna otra cosa que no fuera el conseguir una fuente de ingreso para ayudar a su padre con los gastos de su hogar.

Después de todo, el hombre trabajaba durante todo el día para que su hijo asistiera a la universidad el año entrante. Por esto mismo, deseaba hallar alguna forma de ayudarlo.

Debido a su falta de concentración, el chico de cabello oscuro perdió la noción del tiempo y fue devuelto a la realidad por el sonido de un automóvil. Sin darse cuenta, había retrocedido un par de pasos y ahora se encontraba en la calle.

¡A un lado idiota! —Insultó en voz alta el hombre que conducía el vehículo.

Instintivamente, el azabache pudo reaccionar de forma oportuna y nuevamente retrocedió en dirección a la acera, cayendo de espaldas debido a la pérdida de equilibrio.

Flash Of LightingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora