The boys of the 70s: Something new

Capitulo 10: Primera luna llena en Hogwarts

Remus yacía en su cama observando el reloj. Ya debería estar en el árbol. Está sería su primera vez, estaba aterrado. De cierto modo, sabría que, pase lo que pase, había disfrutado de estas dos semanas. Salió de la sala común por el retrato de la Dama Gorda, y entró a unos de los pasadizos secretos, en los cuales se le permitía llegar al Sauce Boxeador desde el castillo, sin la necesidad de salir de él. Remus se entrometio en la sección prohibida, de la biblioteca, la cuál en el suelo, tendría una escotilla, sobre ella yacía una mesa y una vela. Remus retiro la mesa en silencio, mientras era observado por Madame Pomfrey, quien lo acompaño hasta allí. Remus entró, y bajo por un túnel, tenía una forma de tobogán, por ello se deslizo sin la necesidad de embullirse en una caminata. Luego de un rato, Remus ya se encontraba dentro del Sauce Boxeador. Resultaba muy oscuro, era de esperarse, se dijo Remus, pues estaba bajo tierra. La transformación empezaría pronto.

Antes que nada, hoy temprano. Un despistado Severus, acudía a aquella reunión solitada por Lily. Le resultó raro el lugar de encuentro, pero no lo cuestionó demasiado, puesto a qué ya se encontraba allí, a las 5 en punto. Luego de dos minutos en los cuales empezaba a susurrar hechizos de la clase de Encantamientos, se oyó un ruido proveniente de uno de los baños. "¿Lily?" Pensó Severus.

- ¿Quien está ahí?.- Insistió Severus al no ver ningún movimiento.

- ¡Soy yo!.- Una jovencita transparente se acercaba a él.- Me han llegado las noticias...Severus.-

- ¿Que noticias?.-

- No te hagas, tontito...-

- ¿Donde está Lily?.-

- No tengo idea. Pero no estás aquí por eso.- Se detuvo en seco.- ¿O sí?.- Soltó un sollozo.

- No tengo tiempo para esto.-

- ¡Eres como todos!.- Myrtle comenzó a llorar.

- ¿De qué hablas?.-

- ¡Yo venía a rechazarte amablemente!.- Myrtle suspiró.- Eres muy joven para mí, Severus. ¡Veo que solo querías burlarte de mí!.

- ¡No entiendo nada!.- Gritó.

- ¡¿Querías jugarme una broma verdad?!.- Severus frunció el entrecejo.- Sabía que esto podía suceder, ya le he dicho a varios alumnos de tus sentimientos por mí.- Se rió.- Bueno, no fue intencional, me han oído mientras charlaba sobre ti conmigo misma.

- ¿Sentimientos por ti?.- Exclamó Severus.- Jamás saldría con una nacida de muggles.

- ¡¿Por qué son tan crueles?!.-

- Yo he venido a ver a Lily. ¡No tengo sentimientos por ti, Myrtle!. ¿Sentimientos por una niña?, que desagradable. Eso sí jamás.-

- Ya veo...¡vete!.- Myrtle pegó un gritó y se escondió en uno de los baños.

Severus, confundido regreso a su sala común, no podría ir a cenar, puesto que, como Myrtle había dicho, la mayoría sabía que él tenía sentimientos por Myrtle. ¡¿Quien inventó esto?!, pensó Severus.

Por otro lado, James y Sirius asistían a su castigó.

- Ojalá lleguemos a la cena.- Dijo Sirius mientras limpiaba un trofeo de la final de Quidditch del 40.

- Ya muero de hambre.- Acotó James.

Lustrando trofeo tras trofeo, los jóvenes se detenían a examinar la historia que contenía en ellos. El quidditch era un deporte muy popular en el mundo mágico, y por su parte, James era gran fanático de éste. Había tenido la oportunidad de asistir a algunos mundiales en su vida, admiraba mucho a los buscadores y cazadores, suponía que en algún momento, él se convertiría en uno. Sirius parecía agradarle el deporte, objetó que era bastante bueno volando, puesto que en su casa, tendría su propia escoba en la cual prácticaba. Aunque aclaró no ser lo suficientemente bueno como para jugar en un partido, ambos largaron un suspiro, era obvio que ninguno de ellos podría entrar al equipo de quidditch, ¿uno de primer año?, era casi imposible. Sin embargo, James añadió que el año entrante, podría haber un nuevo cazador en el equipo, obviamente, refiriéndose a él mismo. Sirius asintió ante su propuesta, algo indeciso, no sabría que puesto le gustaría jugar en el quidditch.