- No pretendo ser el centro de tu mundo. Pero si estoy cansada de no ser una de tus prioridades. Siempre hay algo o alguien sobre mi y al principio lo entendí y lo comprendí, pero me cansé. Me cansé de darlo todo sin esperar nada a cambio, me cansé de esperarte horas, me cansé de ser tu última opción. Me cansé de esto y de todo. No estoy dispuesta a seguir llorando en las noches por alguien a quien yo no le importo lo suficiente. - Hablo dolida y con la vista nublada por las lágrimas contenidas.
- Tu sabes como son nuestras vidas. Es muy difícil conseguir tiempo y se que aveces estoy muy atareado con el trabajo, pero puedo tomarme una vacaciones ...
- Es que ya no se trata de eso solo! Si, nos vamos una semana pero y luego que? Volvemos a la rutina? No, gracias. No quiero eso. Y no pretendo que cambies por mi, ya no. Es tu personalidad y tu forma de vivir y no pretendo cambiarla. Lo que si es que ya no quiero ser parte de tu forma de vivir. Vas poder seguir sumergiéndote en el trabajo, lo que si es que ya no cuentes conmigo.
- Pero... Te quiero Candy. Lo siento, realmente lo lamento. No era consciente, y nunca fue mi intención lastimarte.
- Lo sé. Se que nunca fue tu intención, pero duele igual. Yo también te quiero, pero un te quiero ya no es suficiente. Un perdón no lo arregla todo. Y no estoy enojada contigo, estoy enojada conmigo misma por no haber parado esto antes y no haberme dado cuenta de lo mal que nos hacíamos. Y estoy triste y dolida con la situación. Pero no enojada contigo. Y como trabajamos juntos me encantaría que quede bien las cosas entre nosotros. Se que va a ser incómodo, pero quisiera intentar aunque sea que no lo sea tanto.
- Y-yo supongo que si- tartamudea un poco y al terminar la oración suspira levemente - Lo siento.
En este punto ya a los dos se nos caían las lágrimas.
- Lo sé- le respondo casi susurrando, tomo mi teléfono y las llaves del auto de la mesa y me voy en el Mercedes.
