34

5.1K 864 47
                                    

Yoongi miraba de lejos al castaño hablar con el chico, el cual le acariciaba la mano mientras sonreían. Jimin le dijo algo en el oído y él se fue, este se giró y caminó hacia la pareja la cual no decía nada, Hoseok fue el primero que abrazó al castaño y este también lo hizo.

—Felicidades. —sonrió. —sabía que conseguirías rápido un esposo, eres tan apuesto.

—Basta me avergüenzas. —lo tomó del brazo para alejarse del pálido. —siendo honesto me gustaría tu ayuda para la boda.

—¿Mía? —lo vio sorprendido.

—Sí. —sonrió apenado. —pues tú sabes de estas cosas, yo apenas sé algunas cosas.

—Eso quiere decir que nos deberíamos quedar en tu palacio. —dijo.

—Lo sé. —miro a Yoongi. —aunque si tu esposo no puede tú podrías quedarte.

—Yoongi. —lo llamo Hoseok. —Jimin quiere que le ayude en su boda.

—Vaya, vas muy rápido, príncipe Park. —se acercó y lo vio.

—Lo sé. —asintió. —pero mi pueblo confía en mí, además Taemin conoce muy bien, el reino me ayudará mucho, además él y yo jugábamos de niños antes de irme al templo.

—Ya veo. —lo vio.

—Si no pueden quedarse lo entenderé. —bajo el rostro. —pensé que al ayudarme en los preparativos de mi boda ayudaría a la confianza que tendremos debido a la alianza ya formada.

—Sobre eso hay algo de lo que quiero hablar a solas príncipe Park. —dijo Yoongi.

—Hoseok. —sonrió Jimin. —¿Me prestas unos momentos a tu esposo?

—Claro. —asintió.

Yoongi se había llevado a Jimin a una parte lejos para hablar alusiendo que era por negocios. Jimin estaba de brazos cruzados viendo al pálido, el cual lo miraba molesto.

—No te puedes casar. —lo señaló.

—Con qué derecho lo dices tú. —hablo. —estás casado y yo solo veo el bien por mi reino.

—No lo voy a permitir. —lo tomó del brazo.

—Si es así, divorciate y pide mi mano. —dijo serio.

—No puedo. —lo vio.

—En ese caso, tú y tu esposo serán invitados a la boda. —se soltó. —y descuida Taemin será un buen padre para mi hijo.

—Jimin. —dijo.

—Tu decisión. —lo vio. —tu esposo o yo.

Yoongi apartó la mirada y Jimin asintió dolido, después de todo él solo sería un capricho para el pálido, para Yoongi siempre sería aquel chico que le entregaba su cuerpo para darle placer.

—Tú no eres nadie para decirme qué hacer. —hablo Jimin serio. —me voy a casar y mi hijo tendrá a un padre que no me vea como un objeto.

—Jimin. —dijo.

—Tienes nueve meses para pensarlo. —se giró. —deja a tu esposo y cásate conmigo o no solo me perderás a mí, sino que también a tu hijo.

El príncipe Park Jimin [Y.M][#1][✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora