El príncipe Park Jimin [Y.M][#1][✓]

14

Jimin al despertar se dio cuenta de que no estaba en su habitación, tomó la cobija y miró a todos lados, cuando se sentó un quejido salió de sus labios por el fuerte dolor que sentía en sus caderas. Él se levantó y con las cobijas cubrió su cuerpo ¿Dónde estaba el rey? Jimin se sintió un poco decepcionado, pero sonrió al verlo entrar con un sirviente.

—Deja la taza en la mesa y retírate. —ordeno.

El hombre asintió e hizo lo que el rey ordenó, al irse Yoongi se acercó a Jimin el cual solo reforzaba el agarre de la cobija. Jimin bajó el rostro, pero Yoongi lo levantó para acariciarle los labios.

—¿Cómo te encuentras? —le pregunto.

—Me duele un poco la cadera. —dijo sonrojado.

—Lo supuse. —sonrió.

—Majestad. —apartó la mirada.

—Te traje un té. —tomó la taza y se la dio. —te ayudará con el dolor.

Jimin sonrió y cuando lo iba a tomar Yoongi negó, Jimin lo vio confundido y entonces el pálido lo llevó a la cama y él se sentó e hizo que Jimin lo hiciera sobre él.

—Yo puedo hacerlo majestad. —sonrió.

—Sé que puedes. —le dio un corto beso. —pero como tu rey, te ordenó que dejes que te complazca.

Jimin lo vio y asintió tímidamente, Yoongi tomó la taza de té y le dio de beber; al terminar Yoongi pido que su baño fuera llenado para tomar una ducha, Jimin aún se encontraba en la cama del rey, cuando estuvo lista Yoongi ordenó que salieran todos. Al hacerlo, Jimin vio como el pálido se desvistió frente al chico, el cual se sonrojó. Yoongi quitó la cobija a Jimin dejándolo desnudo, Jimin abrazó el cuello del pálido el cual lo cargo y lo llevó con él a la bañera.

—Creí que el baño real era el único lugar donde su majestad tenía privacidad. —dijo Jimin. —pensé que era su único sitio para descansar sin que lo molesten.

—Sí, mi baño real es mi momento privado. —le acarició el pecho. —pero tú eres un privilegiado en compartir el baño conmigo.

—No quiero crear discordia con los demás concubinos. —lo vio. —muchos en el palacio dicen que su majestad es un mediocre que se deja manipular por un chico como yo.

—Soy el rey y cada decisión que tome es mía, no de nadie más. —le beso el cuello. —y ahora tu rey pide que te vuelvas a entregar a él.

—Su majestad es sabio e inteligente, él sabe lo que le conviene a su reino. —cerro los ojos al sentir los besos del pálido. —como su majestad quiera.

Yoongi sonrió complacido cuando el chico comenzó a besarle el pecho dejando leves marcas en él, era único ese chico y la idea que le dio su consejero no era tan mala, el joven y bello doncel le daría un heredero el cual sería hermoso como el que lo llevaría en su vientre y sería inteligente como él.