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Jisung por fin fue llamado, después de un par de horas de espera. Se levantó y siguió al hombre, junto con otros los cuales fueron también nombrados. El grupo entró a lo que parecía un salón comedor. Era gigante. A lo mejor 20 veces la casa de Jisung. El interior era absolutamente deslumbrante, algo muy diferente a las marrones y sucias paredes a las cuales Jisung estaba acostumbrado.

"Vale, chicos, formen una línea recta. Bien. Ahora, estáis aquí todos para la evaluación final antes de determinar quién puede entrar en el rol de uno de los sirvientes del castillo".

El hombre empezó a caminar de un lado para otro en frente de la línea de chicos, haciendo a todo el mundo ponerse nervioso.

"Ahora, ¿quién puede decirme las tres principales cualidades de un sirviente? Tú, el de verde".

El chico de verde tragó saliva antes de contestar.

"Uhm... Tienes que ser amable y tienes que cargar con muchas cosas al mismo tiempo-".

"No, estás absolutamente equivocado. Sal de aquí".

"¿Quién puede resolver mi pregunta? Tú. El de las mejillas. Responde".

Jisung sabía que estaba jodido. No tenía ni idea de cuáles eran las cualidades que un sirviente debía de tener. Ni siquiera quería ser un sirviente. Quería quedarse en casa con su familia.

"Vale. Está bien. Lo tengo. Sólo piensa lógicamente".

"Obediencia, sofisticación y eficiencia". Respondió nervioso, sin hacer contacto visual con el hombre.

"Bien, ahora mejillas. Da un paso adelante y enséñame cómo se sirve al amo". Jisung dio un paso adelante saliéndose de la línea y caminó hacia la pequeña mesa donde estaba un pequeño plato de comida. Un trapo de cocina estaba detrás de este, dándole a Jisung una idea.

Jisung puso el paño de cocina en su antebrazo sosteniéndolo cerca de su cuerpo. Tomó el plato con su mano libre y caminó, como su madre le enseñó, hacia la otra mesa. Jisung pasó el plato por encima del hombro del hombre y posándolo insonoramente en la mesa. Una botella de vino estaba abierta en la mesa. Jisung la cogió y, cuidadosamente, le sirvió una copa de vino al hombre, sin hacer ruidos ni derramar nada.

Jisung devolvió la botella a la mesa, dio un paso atrás, se inclinó y se dirigió de nuevo a la línea, mordiendo su labio nerviosamente.

"Buen trabajo, mejillas". Dijo el hombre antes de levantarse de su silla.

Jisung sonrió y asintió en señal de agradecimiento.

"Ahora, ¿puede alguien decirme las tres reglas principales de un sirviente?" Preguntó el hombre.

"El de la sudadera azul".

El chico con la sudadera azul sacudió la cabeza nervioso.

El hombre suspiró y le hizo un gesto para que saliera, girándose hacia Jisung de nuevo.

"¿También te sabes esta, mejillas?"

Jisung se mordió el labio.

"Piensa lógicamente, Jisung".

"Nunca hables, a no ser que te hablen. Muévete sin hacer sonido e invisiblemente. Cierra los oídos en presencia de una conversación". Dedujo Jisung.

Parecía lógico, pero probablemente no lo fuera. Él solo dedujo salvajemente, después de todo.

"Buen trabajo, mejillas".

El hombre siguió preguntando y el grupo siguió reduciéndose, pero Jisung era lo suficientemente suertudo para quedarse hasta que fue el último aplicante en la sala. Miró al hombre con ojos miedosos y el hombre sabía el poder que tenía sobre Jisung en ese momento.

"Señor Han. Tienes todos los requisitos para el trabajo. Por la presente, eres contratado como el sirviente personal del Príncipe Lee Minho por todo tu año de obligación".

Jisung sonrió enormemente. Lo hizo. Va a ser capaz de darle dinero a su familia. Jisung se inclinó y le agradeció al hombre.

"Perdón por preguntarle, señor, pero, ¿le importaría decirme los requisitos?" Preguntó Jisung con curiosidad.

"Sin problemas, señor Han. La casa real requiere que sus sirvientes pasen ambos exámenes, tanto el físico como psicológico, también la evaluación para los sirvientes. Además, el señor Lee requirió un sirviente de su edad, y quien, palabra por palabra, no sea enfermizo de verlo.

Jisung soltó una risilla y asintió.

"Ahora, por favor, sígueme, Señor Han. Te enseñaré tu cuarto".

Jisung asintió y siguió al hombre por los muchos pasillos del castillo.

"Tendrás un tour hoy, luego. Sin embargo, no será realmente necesario, porque estarás al lado del príncipe Minho la mayoría del tiempo. El príncipe es muy estricto cuando se refiere a seguir sus órdenes exactamente, y siempre hay que ser puntual. Después de eso, sólo haz lo que él te diga y deberías de estar bien. Notarás que puede ser un niño problemático, pero una vez que te da el visto bueno, verás que es una muy buena persona. Recuerda hablar siempre formalmente hacia cualquier miembro de la familia real, y hacia los empleados que tienen rangos mayores que el tuyo".

El hombre sostuvo una llave y abrió la puerta con esta. La puerta se abrió dando lugar a un cuarto pequeño. Era pequeña comparada con el castillo, pero seguía siendo mucho más grande que la casa de Jisung. Entró, viendo su bolsa de lana encima de su cama. El hombre siguió a JIsung adentro y siguió hablando.

"Tu baño está ahí. Tiene todo lo que necesitas. Tu uniforme está en el armario con tres más de repuesto. Tienes dos horas para ti, antes de que te presentes en el salón comedor donde tuviste tus evaluaciones, para tu tour, y finalmente conocerás a la familia real. Oficialmente empezarás a trabajar mañana por la mañana. Asegúrate de estar levantado y vestido antes de las 6AM, porque es cuando el desayuno es servido para los trabajadores. El príncipe quiere estar despierto a las 7AM todas las mañanas. Asegúrate de ser preciso".

"Por supuesto. Gracias señor". Dijo Jisung antes de inclinarse.

El hombre le tiró a Jisung el conjunto de llaves y sonrió antes de salir de la habitación.

Jisung suspiró y se fundió en la cama. Se giró y agarró el reloj alarma, la cual estaba encima de la mesita de noche. Puso la alarma a las 5AM, gruñendo a la idea de tener que levantarse a las 5 todas las mañanas. Luego, tomó una tibia ducha. Era muy diferente a las duchas de su casa. Tenía su propio jabón, y el agua estaba realmente limpia. Se sentía refrescante. Una vez que Jisung estaba limpio, se vistió y se peinó para verse bien.

El champú hizo que su pelo se sintiera como el cielo. Era un gran avance a su usual delgado y grasiento pelo. Finalmente, Jisung miró por toda la habitación, buscando cualquier cosa que pudiera usar. Divisó un reloj de muñeca y un estante con unos libros.

Genial. Ahora podía asegurarse de ser puntual a todo lo que le decía Minho. Jisung se puso el reloj y, además, notó una pequeña caja en el estante. La abrió lenta y cuidadosamente, viendo un pequeño collar. Era absolutamente adorable. Jisung no podía resistirse a ponérsela. Se vio en el espejo de cuerpo entero. Le encantaba la vista de él mismo. Su cuerpo no se vería sucio nunca más. Su suave y lechosa piel realmente era vista. La forma en que su apariencia completa había cambiado le hacía pensar que no era él mismo.

Checó la hora. Decidió que tenía unos minutos más antes de ir abajo, así que decidió escribirle a su familia.

Escribió una pequeña carta, hablando sobre el trabajo, sobre su habitación, sobre el castillo y sobre las personas que había conocido. Todo.

El corazón de Jisung latía ruidosamente. Estaba nervioso por la nueva vida que le esperaba. 

Royal - Minsung (Traducción) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora