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“¿Ardillita? Estoy teniendo sed, ¿podrías traernos a todos algo para beber?” Preguntó Minho hacia su sirviente, haciendo que Jisung se apresurara a dirigirse hacia la puerta mientras decía rápidamente ‘Claro, su alteza’.

Minho dejó que sus ojos paran por un segundo en la puerta, sonriendo estúpidamente para sí mismo mientras pensaba en la cara de Jisung sonrojada y su suave muslo.

“¿Qué hay entre vosotros dos?” Preguntó de repente Yugyeom, haciendo que Minho recuperara sus sentidos.

“¿Qué?” Preguntó Minho confundido.
Felix resopló.

“Nunca has actuado así hacia nadie. Nunca has hecho que tus sirvientes anteriores te siguieran a cada minuto del día, ni mucho menos sentarse al lado tuyo y tocarlos”. Dijo el mayor de los mellizos.

“Sí, ¿puede que le hayas cogido el gusto a tu nuevo mayordomo?” Preguntó Seungmin molestándolo.

Minho resopló.

“No le he cogido el gusto. No es como si estuviera saliendo con él, pero es lindo. Y es totalmente normal que la realeza tenga esclavos sexuales. ¿Por qué no puedo tener uno también?” Preguntó Minho encogiéndose de hombros como si no fuera gran cosa.

Minho sintió como Chan agarraba firmemente su hombro. El segundo hijo se volteó hacia este, encontrándose con sus estrictos ojos.

“Minho te amo como si fueras mi propio hermano, pero en cuanto le pongas una mano encima al chico sin su consentimiento te mataré con mis propias manos. No es un juguete para que lo puedas usar”. Dijo Chan haciendo que Minho frunciera el ceño.

“¿Cuál es el problema, hyung?” Preguntó Minho ofendido.

“El problema es que tu sirviente grita que es virgen y no vino para que tomes su virginidad como si fuera tuya, sólo porque eres de la realeza”. Añadió Yugyeom mirando a los ojos a Minho, con los suyos seriamente.

Minho resopló y se alejó con el ceño fruncido.

“No me importa, no es vuestro sirviente, así que no os entrometáis. No es tan malo tenerlo a él para que se convierta en mi esclavo sexual. Hay literalmente miles por ahí quiénes estarían felices en convertirse mi esclavo sexual, así que debería de considerarse suertudo”. Rebatió Minho.

Todos suspiraron odiando cómo de cabezota podía llegar a ser Minho.

“Hyunjin, ¿qué piensas? No has dicho nada en toda esta discusión”. Preguntó Chan, haciendo que todos se voltearan a mirar al prometido de Seungmin.

Hyunjin tragó saliva antes de responder sinceramente.

“Pienso que está en manos del sirviente. Si él deja que Minho lo trate como su placer personal, entonces adelante, pero Minho no tiene ningún derecho en forzarlo si se niega”. Dijo Hyunjin.

Minho resopló de nuevo.

“Vosotros no pensáis que lo voy a forzar para que lo haga conmigo, ¿no? Nunca haría eso”. Dijo Minho desviando la mirada.

Chan resopló empujando juguetonamente a Minho.

“Uhmmm, claarooo”.

La puerta se abrió silenciosamente, haciendo que todos voltearan a ver. Jisung entró cargando con 2 jarras de algún jugo amarillo pastel, junto con 7 vasos de cristal en una bandeja. Seungmin se levantó rápidamente hacia Jisung para ayudarlo, tomando las dos jarras.

Jisung sonrió avergonzado y se inclinó como agradecimiento. Puso la bandeja en la mesa y empezó a servirles a cada miembro de la familia real. Jisung llenó cada vaso hasta arriba antes de dejar la jarra y dar pasos atrás para ver que todos estaban bien.

Jisung se volteó encontrándose con todas las miradas puestas en él. Se mordió el labio con miedo de haberse olvidado algo. Jisung no entendía para nada el por qué todos estaban mirándolo de ese modo o por qué todos se mantenían dirigiéndoles miradas raras a Minho.

“Gracias ardillita. Puedes venir y sentarte ahora”. Sonrió Minho dando golpecitos al espacio vacío de su lado.

Jisung empezó a moverse hacia Minho, pero se paralizó cuando escuchó a Yugyeom hablar.

“¿Puedes traerme una servilleta, señor Han?”

Minho miró hacia su hermano mayor fulminándole con la mirada. Yugyeom se la devolvió con una pequeña sonrisa presumida, cubriéndola con una amigable.

“Sí. Claro, su alteza”. Dijo Jisung antes de inclinarse y alejarse.

“Ardillita, ven y siéntate”. Dijo Minho de repente alzando la voz, haciendo que Jisung se paralizara y volteara.

Jisung miró a Yugyeom y a Minho con ojos aterrorizados sin saber qué hacer.

“Minho, deja que Jisung me traiga una servilleta”. Gruñó Yugyeom, fulminando agujeros a través de su hermano.

“No, él va a venir y se va a sentar aquí. Es mi sirviente, no el tuyo”. Respondió Minho.

“Soy el príncipe heredero. No tienes ninguna autoridad sobre mí”. Gruñó de nuevo, sus ojos empezaban a oscurecerse.

“Él es mi sirviente. Si quieres una servilleta haz que tu propio sirviente vaya”. Gruñó en respuesta.

Yugyeom se quedó en silencio fulminando agujeros a su hermano con rabia.

“Ardillita. Siéntate”. Gruñó Minho sin separar la mirada de su hermano.

Jisung se apuró en sentarse al lado de Minho. Este inmediatamente posó su mano en el muslo de Jisung, mucho más cerca de su entrepierna esta vez. Jisung se mordió el labio y desvió la mirada. Sintió las miradas de todos cuando Minho subió su mano. Los ojos de Jisung se cerraron y movió su cabeza para otro lado, escondiendo su expresión aterrorizada.

Un fuerte sonido hizo que Jisung saltara y volteara hacia el otro sofá con los ojos abiertos. Yugyeom se mantuvo firme mirando a Minho con los ojos enfurecidos.

“Demonios Minho, quita tus manos de él inmediatamente. ¡¿No puedes ver lo incómodo y asustado que está?!” Gritó Yugyeom haciendo que Jisung saltara y se escondiera entre sus manos.

Minho se levantó también, preparándose para gritarle en respuesta cuando Chan se apresuró.

“Señor Han, puedes retirarte. Tómate el resto del día libre”. Sonrió Chan.

Jisung se apresuró y se inclinó a modo de agradecimiento, antes de, prácticamente, correr hacia su habitación.

Royal - Minsung (Traducción) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora