Las reglas del boxeo

Sueños perdidos 1/2

RAYDEN

Me levante sudando por el sueño que tuve, menos mal que todo fue un mal sueño, no podria soportar perder a Samel, no otra vez, ya perdi a mi hermana, no perdere a Samel.

Baje las escaleras con un rico olor a café y gofres de nutella, y mi sentido olfativo no me engaño, en la mesa había gofes y café, y una dulce Samel preparando mas gofres, esperaaa, he dicho Samel, estoy soñando de nuevo, luego me despertare en mi cama y todo perfecto...

-Por fin te has despertado, duermes mucho sabes, y por cierto buenos dias.- Dijo una alegre Samel con una bonita sonrisa, todo en ella era tan bonito, sus preciosos ojos azules, su pelo marrón rojizo, y esa preciosa sonrisa que te hace que sonrias como un tonto y sientas mariposas en el estomago nada más verla, todo en ella es tan perfecto...

-Bueno dias, ¿como has entrado a mi apartamente?- Bostece en medio de la frase y me sente en la silla mientra tomaba un poco de gofre, que por cierto estaba de muerte el gofre, podría acostumbrarme a esto la verdad.

-Sabes una planta al lado de la puerta de tu casa es sospechoso, y más si vives en un edificio.- Dijo con su voz de superioridad, como solía hacer en los viejos tiempos...

Flashback

-Ray no te tires de esa formal al río o te puedes caer.- Dijo la voz de pito de Samanta, ella y son voz de pito eran insoportables, como no cambie creo que la matare a los 16.

-Hay princesa calmate, no me pasara nada, tu y tus preocupaciones...- Le respondí para tranquilisarla, y como es de costumbre, la niña pija tiene razón y al tirarme al río me hago daño, por que me doi en el costado con una roca...

Fin del flashback

Tras desayunar Samel y yo decidimos salir a correr para bajar las calorias de todo lo que habíamos comido, la verdad que esta chica cada día me sorprendía más.

Luego más tarde fuímos a practicar boxeó.

-Rayden.- Me llamo la atención ella para que la escuchase.

-Dime pntrinc... Samel.- Casí la cago, aun que no creo que se de cuenta.

-Me puedes enseñar la foto de Samanta, es que su cara me resulta conocída.-